El 'ritm¨®metro' humano funciona todo el tiempo
El ritm¨®metro humano est¨¢ en funcionamiento todo el tiempo mientras la gente controla de modo inconsciente el transcurso de los acontecimientos externos y reacciona ante ellos. El neur¨®logo Warren Meck explica, por ejemplo: "Suponga que est¨¢ en el coche con el sem¨¢foro en rojo, esperando que se ponga verde", y a?ade, "en un determinado momento, bas¨¢ndose en su experiencia anterior, empezar¨¢ a apretar el acelerador sabiendo que el disco est¨¢ a punto de cambiar. Inconscientemente est¨¢ usted contando los segundos, sin mirar al reloj. Pero si el sem¨¢foro no cambia a verde dentro del tiempo que usted ha calculado, empezar¨¢ a irritarse y a pensar que el sem¨¢foro no est¨¢ bien. Si pasa bastante tiempo, puede que decida salt¨¢rselo".La gente utiliza su ritm¨®metro cuando se relaciona con la m¨²sica o los deportes. Los jugadores de baloncesto, dice Meck, saben que pueden ser penalizados en determinadas circunstancias si mantienen el bal¨®n en su poder durante m¨¢s de algunos segundos sin regatear o pasarlo a otro compa?ero. Controlan el tiempo en sus cerebros en lugar de utilizar un reloj. Los m¨²sicos utilizan sus ritm¨®metros mentales para medir simult¨¢neamente no s¨®lo el ritmo sino tambi¨¦n los compases, los crescendos y los matices. Seg¨²n Gibbon, los grandes m¨²sicos de jazz: modifican los tiempos, violan las normas estrictas del ritmo y eso es lo que hace su m¨²sica interesante.
En el caso del jugador de baloncesto, diferentes partes del cerebro realizan tareas diferentes. La c¨¦lulas del sistema visual buscan huecos por donde avanzar o pasar el bal¨®n. Las del sistema motor controlan los movimientos y las c¨¦lulas del sistema auditivo tratan de captar informaci¨®n. Resulta que cada uno de estos circuitos de c¨¦lulas especializados para desempe?ar funciones diferentes tienden a oscilar o dispararse a diferentes velocidades. Algunos pueden dispararse cinco veces por segundo, otros 10 veces por segundo y otros hasta 40 veces por segundo y, sin embargo, el cerebro del jugador de baloncesto tiene que integrarlos para decidir qu¨¦ hacer con el bal¨®n.
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