Interior considera que las bombas de ETA son respuesta a la detenci¨®n de sus comandos

El Ministerio del Interior considera que las bombas de ETA colocadas ayer de madrugada contra viviendas de cuatro cargos p¨²blicos del PP en Guip¨²zcoa son una respuesta a las recientes detenciones de comandos terroristas. El ministro, Jaime Mayor Oreja, destac¨® ayer que estas acciones demuestran que la banda "vuelve a hablar con la venganza" y que esta respuesta pone de manifiesto la "imposible" negociaci¨®n con una organizaci¨®n que "s¨®lo sabe coaccionar y amedrentar". Anoche dos granadas fueron lanzadas contra la subdelegaci¨®n del Gobierno en Guip¨²zcoa. No hubo v¨ªctimas.

Hacia las 22.00 horas de ayer dos granadas impactaron contra la comisar¨ªa del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa de San Sebasti¨¢n y el instituto de ense?anzas medias Pe?a Florida, cercanos a la subdelegaci¨®n del Gobierno. Los artefactos no causaron heridas y los da?os son escasos. La primera de las granadas choc¨® contra el tercer piso del instituto provocando la rotura de los cristales y la segunda contra la fachada de la comisar¨ªa. Agentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa y de la Ertzaintza acordonaron las inmediaciones ante la posibilidad de que hubiese m¨¢s artefactos.El subdelegado del Gobierno, Eduardo Ameijide, se?al¨® que la polic¨ªa hab¨ªa localizado hacia las once de la noche el punto de lanzamiento de las granadas en un alto situado frente a la subdelegaci¨®n del Gobierno, un lugar pr¨®ximo al utilizado en otras ocasiones en atentados contra ese edificio. La primera de las granadas fue localizada tras chocar con la puerta de la comisar¨ªa. Para que los artificieros encontraran la segunda la polic¨ªa estaba a la espera de que los responsables del centro lo abriesen.

La banda terrorista demostr¨® ayer que sus asesinos son capaces de llegar hasta las puertas de las viviendas de los cargos del PP en Guip¨²zcoa, colocar cuatro bombas con un kilo de amosal cada una y sembrar el terror entre los ciudadanos. La muerte rond¨® los edificios donde viven los concejales Concepci¨®n Gironza, Carmen Iruretagoyena, Ram¨®n G¨®mez y el juntero I?igo Manrique, todos ellos con medidas de protecci¨®n desde diciembre, cuando ETA asesin¨® al edil de Renter¨ªa Jos¨¦ Luis Caso.

Expertos de la Ertzaintza y del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa creen que estos atentados intentan hacer llegar un nuevo mensaje al Gobierno para que cambie su pol¨ªtica antiterrorista. Mayor reconoc¨ªa ayer que ETA quiere "hacer insoportable la pol¨ªtica antiterrorista del Gobierno".

Cuatro kilos de amosal escondidos en tres cajas met¨¢licas y una olla a presi¨®n fueron depositados por los terroristas en las puertas de los domicilios de las familias de los cuatro pol¨ªticos del PP en Ir¨²n, Hondarribia y San Sebasti¨¢n para atentar contra todos ellos en el intervalo de una hora. Esta acci¨®n perfectamente sincronizada, seg¨²n la polic¨ªa, es obra de dos grupos del comando Donosti de ETA. Los activistas dejaron los paquetes para que explotasen quince minutos despu¨¦s de haber sido colocados en las viviendas.

Ainhoa Iruretagoyena, hermana de la concejal de Hondarribia Carmen Iruretagoyena, sub¨ªa a medianoche las escaleras de su casa, una vivienda unifamiliar cuando se percat¨® de la existencia de un paquete negro en el pen¨²ltimo escal¨®n. Escuch¨® el sonido de un reloj. "Es una bomba", pens¨®. Retrocedi¨® y fue a refugiarse detr¨¢s de un peque?o muro. Grit¨® con todas sus fuerzas para avisar a su familia y se produjo la explosi¨®n. Qued¨® tendida en el suelo mientras sus padres corr¨ªan a socorrerla. "Ama, aita [madre, padre], ?qu¨¦ me pasa?, no veo", fueron las ¨²nicas palabras que pudo pronunciar. Sufri¨® heridas abrasivas en su mu?eca izquierda. Despu¨¦s, la madre, Carmen Abalia, tuvo que sujetarla para impedir que la discusi¨®n que entabl¨® con sus vecinos de HB llegase a m¨¢s. "Yo soy vasca, mi familia es vasca y ninguno de los que nos han puesto la bomba me pueden decir que ¨¦ste no es mi pueblo, mi tierra y mi gente", les grit¨®.

La explosi¨®n de la bomba a las 0.05 horas de ayer fue el inicio de una noche dram¨¢tica. Cuatro minutos m¨¢s tarde, en Ir¨²n, otra deflagraci¨®n sacud¨ªa la vivienda de los padres del miembro de las Juntas Generales de Guip¨²zcoa I?igo Manrique. Los destrozos fueron m¨ªnimos, pero poco despu¨¦s, en ese mismo municipio, las puertas de los n¨²meros 24 y 26 de la Avenida de Guip¨²zcoa saltaban por los aires. "Lo que hemos vivido es para no olvidarlo nunca. O¨ª una explosi¨®n y cuando me levant¨¦ del sof¨¢ para ver qu¨¦ hab¨ªa ocurrido me encontr¨¦ la puerta de la calle dentro de una de las habitaciones", asegura un vecino afectado. El artefacto destroz¨® las viviendas de los cuatro primeros pisos y la escalera.

La familia de Ram¨®n G¨®mez, edil de Eibar, no se hab¨ªa enterado de las explosiones de Hondarribia e Ir¨²n cuando a las 0.50 la puerta de su casa en San Sebasti¨¢n salt¨® por los aires. El artefacto fue colocado junto al felpudo.