Yeltsin convoca a los jefes de las dos c¨¢maras para hablar de Kiriyenko.
, Bor¨ªs Yeltsin parece estar ganando por la mano, una vez m¨¢s, a una Duma que de vez en cuando ense?a los dientes pero que hasta ahora siempre ha cedido ante quien encarna el poder real en Rusia. El presidente reaccion¨® ayer a la petici¨®n de la C¨¢mara baja de que retire a su candidato a jefe de Gobierno, Sergu¨¦i Kiriyenko, y se re¨²na con los l¨ªderes pol¨ªticos. Su respuesta fue convocar al Grupo de los Cuatro, formado por ¨¦l mismo, los presidentes de las dos C¨¢maras y, mal que les pese a los comunistas, el propio Kiriyenko.
A¨²n es pronto para saber c¨®mo terminar¨¢ esta crisis. La oposici¨®n, mayoritaria en la Duma, amenaza con negar el pl¨¢cet al desconocido tecn¨®crata de 35 a?os que Yeltsin se sac¨® de la manga cuando, el pasado d¨ªa. 23, destituy¨® fulminantemente a su Gobierno, empezando por el propio V¨ªktor Chernomirdin, que asomaba demasiado la cabeza del tiesto y mostraba indisimuladas ambiciones presidenciales.
Si la C¨¢mara rechaza por tres veces al c¨¢ndidato, quedar¨¢ disuelta y los rusos tendr¨¢n que votar en unas elecciones que todos coinciden en se?alar que supondr¨ªan un coste econ¨®mico y pol¨ªtico que un pa¨ªs en bancarrota no se deber¨ªa permitir. Por eso, los dos bandos juegan una partida m¨¢s de p¨®quer que de ajedrez en la que es fundamental saber echarse un farol y, si es necesario, aguantar el tipo hasta que ceda el adversario. Nadie duda de que Yeltsin es un tah¨²r en este terreno pero hasta Cincinatti Kid puede cometer un error fatal.
Se saldr¨¢ con la suya
Como en la moci¨®n de censura contra el Gobierno de octubre pasado y el debate sobre el presupuesto de este a?o, el panorama apunta a que Yeltsin se saldr¨¢ con la suya. De hecho, ayer mismo, despu¨¦s del anuncio del presidente, la C¨¢mara aprob¨® una resoluci¨®n en la que segu¨ªa reclamando la convocatoria de la Mesa Redonda, pero ya sin insistir en la retirada de la candidatura de Kiriyenko. El presidente, adem¨¢s, ha elegido para el encuentro de hoy la residencia oficial de Rus, a unos cien kil¨®metros de Mosc¨², habitualmente reservada para sus encuentros con jefes de Estado, con la idea de que este tratamiento de alfombra roja impresione a sus interlocutores.No obstante, el escenario m¨¢s probable es que la Duma rechace a Kiriyenko en la primera votaci¨®n, que probablemente se efectuar¨¢ ma?ana, y que mantenga su actitud en la segunda, una semana despu¨¦s, pero que no aguantar¨¢ el desaf¨ªo en la tercera.
Entretanto, Kiriyenko, sin deshacerse de su traje de hombre del presidente, prosigue sus consultas con los l¨ªderes pol¨ªticos mientras que la prensa rusa, tan plural como dependiente de poderosos grupos econ¨®micos, comienza a dibujar la imagen de un pol¨ªtico ambicioso y de raza, aunque oculto tras un disfraz de inexperto que sigue a Yeltsin.
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