El carnaval est¨¢ preparado

El doble sigue siendo un problema para el equipo espa?ol Era algo que m¨¢s o menos estaba cantado. Pero ayer volvi¨® a quedar patente. La pareja compuesta por Javier S¨¢nchez y Alex Corretja tampoco ofreci¨® el rendimiento esperado. Perdieron frente a Gustavo Kuerten y Jaime Oncins en cuatro mangas y dejaron la eliminatoria en franquicia. Los brasile?os comenzaron ya su carnaval y tienen confianza en que la fiesta seguir¨¢. Espa?a pierde por 2-1 y ya no puede ceder ning¨²n otro punto si pretende evitar verse involucrado en la fase de permanencia al Grupo Mundial. Corretja debe superar a Kuerten y Moy¨¢ a Fernando Meligeni. No es imposible, pero s¨ª muy dif¨ªcil.Las pruebas probablemente seguir¨¢n. Manolo Santana, que cre¨® en 1984 el mejor doble del tenis espa?ol cuando uni¨® a Emilio S¨¢nchez y Sergio Casal, no encuentra ahora la f¨®rmula adecuada, La idea inicial de buscar un doble de futuro, con tenistas muy j¨®venes que se comprometan a jugar juntos en el circuito est¨¢ cada vez m¨¢s descartada. Y lograr unir a dos jugadores ya consolidados es una tarea poco menos que imposible. Cada cual tiene su calendario y sus preferencias. Tanto Alex como Javier dijeron que el partido no hab¨ªa sido malo. "Demostramos que podemos formar un buen doble", se?alaron. Y ambos se comprometieron a jugar juntos en el circuito varios torneos si Santana les da continuidad.

Esta ¨²ltima etapa derrama un saldo deplorable en lo que al doble se refiere. Santana enterr¨® definitivamente a Sergio Casal y Emilio S¨¢nchez en M¨¦xico (1995) y despu¨¦s fue variando las opciones y nunca repiti¨® una pareja. En tres a?os ha utilizado ya a siete jugadores en seis partidos de dobles. Y su balance es de una victoria por cinco derrotas. Afortunadamente, este punto no ha resultado decisivo en varias eli minatorias. Pero pudo haberlo sido en M¨¦xico, en Ital¨ªa el a?o pasado, y puede que lo sea tambi¨¦n en Brasil.

En cualquier caso y pese a sus esfuerzos, el capit¨¢n no ha logrado que el doble de Copa Davis se involucrara tambi¨¦r en algunos torneos del circuito. En parte la culpa ha sido suya, puesto que en ocasiones el doble se ha sabido pocas semanas antes de las eliminatorias. Pero en parte, no. Esta vez, por ejemplo, Santana ya anunci¨® en diciembre que Javier y Alex iban a disputar el doble de Brasil. Ellos lo aceptaron y se comprometieron incluso a jugar varios torneos. La idea s¨®lo cuaj¨® en uno: Dubai. Perdieron en primera ronda frente a Tim Henman y Boris Becker.

All¨ª dejaron una buena imagen. Pero ayer dieron una imagen pat¨¦tica en la primera manga, en la que evidenciaron los problemas propios de la falta de adaptaci¨®n y los efectos de una presi¨®n cada vez mayor, tanto por parte de un p¨²blico cada d¨ªa m¨¢s entregado como por no perder la eliminatoria. Realmente, la mayor experiencia de los brasile?os pes¨® en esta fase inicial del partido. Kuerten y Oncins llevan dos anos jugando juntos la Copa Davis y han ganado los cinco partidos que han disputado. Su actuaci¨®n ray¨®, sin embargo, en la comicidad. Kuerten saltaba como un pose¨ªdo, se abrazaba a Oncins y a su capit¨¢n, se dirig¨ªa al p¨²blico con el brazo alzado. Un p¨²blico que sobrepas¨® la barrera de la mala educaci¨®n en muchas ocasiones.

Esa puede ser una excusa. Pero es de tono menor. Tanto Alex como Javier estaban preparados para afrontar esa situaci¨®n o al menos deb¨ªan estarlo. La cuesti¨®n es que la adaptaci¨®n a la pista, al ambiente, a la personalidad del compa?ero cost¨® mucho. Y cuando comenzaron a jugar, los brasile?os hab¨ªan ganado las dos primeras mangas y estaban lanzados. La reacci¨®n lleg¨® en la parte final de la segunda manga y en la tercera.

Eso permiti¨® que Espa?a ganara una manga y que el partido tuviera que resolverse en la cuarta. Pero el poso del problema siempre estuvo lantente. Es algo que no puede resolverse en un partido. Y como consecuencia, cuando la nueva situaci¨®n fue asumida, el d¨²o brasile?o se march¨® de nuevo en el marcador y se coloc¨® con un 3-0 que fue insalvable. Las ¨²ltimas ocasiones espa?oles se quemaron en este tercer juego, donde disfrutaron de dos bolas de break. Despu¨¦s todo se desarroll¨® seg¨²n el gu¨ª¨®n previsto, por la torcida.