Nuestro hombre en La Habana
"Si mueves ficha, muevo ficha.Aznar a Castro.
Noviembre de 1996.
La ruptura del consenso en pol¨ªtica exterior provoca siempre un problema grave. Uno de los llamados problemas de Estado. El caso de nuestras relaciones con Cuba es, en este sentido, paradigm¨¢tico. Tambi¨¦n lo es la demagogia y la frivolidad con las cuales el Gobierno del PP lo ha venido tratando.
La ¨²nica justificaci¨®n que tendr¨ªa la situaci¨®n, arbitrariamente creada, ser¨ªa la de haber producido claras e incontrovertibles ventajas para Espa?a. El problema creado, sin embargo, no lo resuelve s¨®lo un ingenioso "ma?ana", como respuesta a una pregunta parlamentaria. Ahora simplemente parece entrar en v¨ªas de soluci¨®n un problema que no exist¨ªa en 1996, creado por el se?or Aznar y sus asesores. Conviene, por tanto, hacer un poco de luz y alg¨²n balance.
Para empezar, la propia terminolog¨ªa de jugador de casino -"si mueves ficha, muevo ficha"- fue aprovechada de inmediato por Fidel Castro, que movi¨® ficha y tir¨® el tablero, dejando al se?or Aznar paralizado, boquiabierto y sin lugar en donde jugar.
Un buen profesional de la diplomacia que hab¨ªa hecho unas declaraciones, como m¨ªnimo, autorizadas fue rechazado por La Habana. La respuesta al movimiento de Castro consisti¨® en sacar pecho de lata, eso s¨ª, imperial, y quedarse en el sitio como un don Tancredo. El se?or Aznar ni siquiera hizo el gesto de apoyar a la persona que ¨¦l mismo hab¨ªa propuesto. No me refiero al anterior embajador, a quien no respetaron, pensando que era representante de otra Espa?a, hablo del embajador que hab¨ªa nombrado el se?or Aznar.
Es in¨²til recordar que Fidel Castro, adem¨¢s de inteligencia, tiene oficio para saber con qui¨¦n se las est¨¢ jugando (para utilizar la terminolog¨ªa del Gobierno espa?ol). Castro rechaz¨® de forma injustificable al embajador propuesto e incluso motej¨® de "caballerito" al presidente del Gobierno de Espa?a. Conviene recordar que Felipe Gonz¨¢lez fue el ¨²nico que reaccion¨® contra Castro ante tal descalificaci¨®n. En todo caso, tras el primer tiempo del partido, o, por mejor decir, de la partida, Aznar perd¨ªa por un inapelable 1 a 0.
Por entonces se nos recomendaba paciencia. Paciencia y esperar las ventajas de una situaci¨®n creada de forma artificial por los ide¨®logos del mascanosismo. Sin embargo, a?o y medio despu¨¦s, cuando las aguas vuelven a su cauce, no somos capaces de descubrir tales ventajas, al menos que haya beneficios ocultos -y puede haberlos- detr¨¢s de esta jugada. Pero los beneficios para Espa?a no se ven por parte alguna. Ning¨²n beneficio tampoco para los cubanos que viven en la isla. Ni en t¨¦rminos de la vida material, tan deteriorada, ni en avances concernientes a los derechos civiles.
Por tanto, ni el se?or Aznar movi¨® ficha cuando el se?or Castro derrib¨® el tablero, ni conocemos cu¨¢les son las ventajas que pod¨ªan explicar la ruptura del consenso interno. Mientras tanto, s¨ª sabemos que nuestros socios europeos o canadienses, o nuestros amigos latinoamericanos, han seguido actuando, respecto a Cuba, seria y responsablemente. Incluso Estados Unidos (cuya Administraci¨®n pag¨® al se?or Aznar su gesto de copiar literalmente la posici¨®n del Departamento de Estado sobre Cuba con una amable palmadita en la espalda) ha movido sus propias piezas.
?Y qu¨¦ decir del Vaticano? Nada, salvo destacar la misteriosa frase de Aznar y los apuros de Matutes para explicar la, seg¨²n ¨¦l, imprescindible ayuda de Espa?a en la decisi¨®n y en la preparaci¨®n de la visita del Papa a La Habana. La curia debe de estar, a¨²n hoy, parti¨¦ndose de risa al recordar que el Gobierno espa?ol, h¨¢bil mu?idor, hab¨ªa sido clave de arco y puente en el viaje de Juan Pablo II a la isla. Una Ingenuidad pretenciosa. En efecto, una broma que Aznar cobrar¨¢ en indulgencias, en lo posible, plenarias.
Pues bien, ya tenemos embajador, tras a?o y medio perdido para Espa?a, y no para Cuba, que ha mantenido su posici¨®n y su representaci¨®n diplom¨¢tica aqu¨ª. Le toca ahora al Gobierno explicar los importantes cambios producidos, qu¨¦ ficha ha movido Fidel Castro y las indudables ventajas conseguidas. Y puesto que Aznar, de nuevo, ha movido pieza, ?le importar¨ªa contestar a tres sencillas preguntas?: 1. ?Qu¨¦ status privilegiado tendr¨¢ nuestro hombre en La Habana? 2. ?Qu¨¦ ventajas ha obtenido respecto de su predecesor? 3. ?Est¨¢ en mejor posici¨®n que sus hom¨®logos? Si no es as¨ª, como parece, habr¨ªa que decir que para este viaje no necesit¨¢bamos alforjas.
Se le atribuye a Kissinger una frase seg¨²n la cual, "para resolver un problema, primero hay que crearlo". De ser cierta, s¨®lo mostrar¨ªa el cinismo de quien fue secretario de Estado de Estados Unidos; empero, en el caso que nos ocupa, ni siquiera se cre¨® problema alguno a la otra parte, sino al creador. Los ciudadanos espa?oles dispuestos a invertir en la isla, los sufridos cubanos cotidianamente en busca de alimentos y de libertad, los otros cubanos, de dentro y fuera de la isla, que buscan una salida pac¨ªfica y pactada, la inmensa mayor¨ªa de los espa?oles, amantes de Cuba, los partidos pol¨ªticos espa?oles conformadores del consenso nacional, tan absurda y arbitrariamente roto, en fin, cualquier persona racional y decente pensar¨¢ que esta movida de fichas y criterios no ha servido para otra cosa sino para dejar en rid¨ªculo a un inseguro y sus ide¨®logos, atrabiliarios desfacedores de entuertos que se lanzaron a la piscina sin atender la recomendable precauci¨®n de constatar si hab¨ªa agua en ella.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- Conflictos diplom¨¢ticos
- Cuba
- Embajada espa?ola
- Pol¨ªtica exterior
- Gobierno de Espa?a
- Caribe
- VI Legislatura Espa?a
- PP
- Presidencia Gobierno
- Ministerio de Asuntos Exteriores
- Embajadas
- Legislaturas pol¨ªticas
- Ministerios
- Gobierno
- Relaciones internacionales
- Am¨¦rica
- Relaciones exteriores
- Administraci¨®n Estado
- Espa?a
- Partidos pol¨ªticos
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica