El Bar?a entona medio 'alir¨®n' en sevilla
Dos servicios de Figo desde el c¨®rner permiten a Giovanni y Rivaldo 'noquear' al Betis
El Betis no puede con el Barcelona. Da igual que lo entrene Cruyff, Robson o Van Gaal. Siempre se le atraganta. En la Copa y en la Liga. Dos saques de esquina con la firma de Figo pusieron en bandeja los goles de Giovanni y Rivaldo. Y el Barcelona se va 11 puntos del Madrid, a falta de 18. La Liga, a punto de caramelo.Una orquesta brasile?a dirigida por un portugu¨¦s. Van Gaal ha sabido sacarle provecho a esta versi¨®n balomp¨¦dica del Tratado de Tordesillas. Detr¨¢s, Nadal dirige la orquesta holandesa de Reiziger y Bogarde. Nadie le tose a Van Gaal por alinearlos. Lopera hizo penitencia sin tener que salir a ver procesiones.
No hay ruido de fondo, porque s¨®lo se juega este partido, la pieza que le faltaba al puzzle de la Liga. Las diferencias en la tabla y en la balanza de las aspiraciones no empa?an la igualdad conceptual del partido. Dos buenos equipos de f¨²tbol que dirimen en un diferido directo esta cuenta pendiente. En diciembre, el Betis estaba en muchos sitios, en misa y repicando. El Barcelona estaba en misa, pero el campanero se hab¨ªa ido de vacaciones.
Llegan fuertes los dos y esa fuerza se libera en los primeros compases en balones altos. Por lo bajo hay muchas trampas, mucha sapiencia balomp¨¦dica. El partido pierde en vistosidad. A estas alturas de la Liga, no corren buenos tiempos para el espect¨¢culo. Para eso est¨¢ el Mundial.
El Betis jugaba su segundo partido consecutivo en Martes Santo y trazaba una cruz en el mapa del encuentro. De Otero a Jarni, de Fernando a Finidi. El ritmo trepidante del partido entra en un par¨¦ntesis tras el fuerte choque de dos viejos amigos: Finidi contra Bogarde. Vuelta a empezar.
Los b¨¦ticos echan en falta a Alfonso, aunque les consuela que en el Bar?a no est¨¦ Ronaldo. Pero sus compatriotas si juegan. Hay muchos miedos en el campo. El s¨ªndrome del alir¨®n, en el caso del Bar?a; el p¨¢nico a dilapidar esta herencia de tres puntos, pues as¨ª ha funcionado esta asignatura pendiente en el subconsciente b¨¦tico durante los cuatro meses que ha manejado este partido. convertido en hip¨®tesis de trabajo.
La arquitectura del partido es un poco plomiza. Paredes y faltas. El Betis sale a por el partido tras el descanso. El Barcelona se suma tambi¨¦n a la fiesta. Los defensas son vigilantes jurados. Nadal frena a Fernando; Ol¨ªas, a Luis Enrique. El partido entra en un totum revolutum; una revolotera, en rom¨¢n paladino. Los porteros siguen la trama con distanciamiento brechtiano. Hay muchos personajes, pero poca acci¨®n. La culpa ser¨¢ del guionista. Quieren contar muchas cosas pero no pasa nada. Ca?as falla ante Anderson y Merino est¨¢ a punto de batir a Prats. Se invierten los papeles. Es el preludio del gol de Giovanni. De cabeza decapita al Betis. De c¨®rner, naturalmente. Ya hay argumento, aunque no le guste al p¨²blico. Un gol que significa un puente de 11 puntos sobre el Madrid. Augurio de alir¨®n.
El Betis reacciona con un disparo de Finidi que despeja a c¨®rner Hesp. El Bar?a entr¨® en el partido a instancias de la mordiente del Betis, que hizo de liebre. El gol de Giovanni rompe los miedos. Cu¨¦llar no lleg¨® por cent¨ªmetros a un pase de gol de Oli. Figo crea un espacio imposible para Anderson. Un c¨®rner que nuevamente precede al segundo gol del Barcelona. Con la batuta de Figo en el lanzamiento y el oportunismo de Rivaldo en el gol.
El Betis le dio la Copa al Barcelona en junio pasado y ayer s¨®lo le falt¨® hacerle el pase¨ªllo de la Liga.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.