"Cualquiera que investigue en la teor¨ªa de supercuerdas descubre que est¨¢ llena de magia"
Existe un ranking entre los cient¨ªficos m¨¢s importantes del mundo, un ¨ªndice de impacto de los art¨ªculos que cada uno presenta en las revistas cient¨ªficas de m¨¢ximo prestigio y que es un buen indicador de la carrera de cada cual. Pues bien, el n¨²mero uno en la lista de los 1.000 primeros f¨ªsicos (1981-1997), y muy destacado sobre el segundo, es el estadounidense Edward Witten. F¨ªsico te¨®rico, de 46 a?os, respetado como un genio por muchos colegas y por no pocos matem¨¢ticos (cuya Uni¨®n Internacional le concedi¨® en 1990 la prestigiosa Medalla Field, algo as¨ª como el Nobel de matem¨¢ticas que no concede la Academia sueca), es la figura m¨¢s destacada en el campo de las supercuerdas, un complicado entramado te¨®rico que supera el gran contrasentido de que las dos vertientes m¨¢s avanzadas de la f¨ªsica, la teor¨ªa relativista de la gravitaci¨®n y la mec¨¢nica cu¨¢ntica, sean incompatibles pese a que cada una por separado est¨¢n archidemostradas.Ning¨²n f¨ªsico se siente c¨®modo con este divorcio recalcitrante, aunque no todos tienen la misma confianza en esta concepci¨®n de las supercuerdas, en que las part¨ªculas elementales (electrones, quarks, etc¨¦tera) son modos de vibraci¨®n de cuerdas de tama?o inimaginablemente peque?o que exigen un universo con 11 dimensiones en lugar de las cuatro que palpamos. Las supercuerdas est¨¢n en ebullici¨®n desde que hace tres a?os Witten dio un fuerte empuj¨®n a toda la cuesti¨®n al sintetizar brillantemente ideas que estaban en el ambiente, empuj¨®n que ha desembocado en la denominada teor¨ªa M.
M de Magia, misterio y matriz, como titul¨® Witten la charla que dio este a?o en la reuni¨®n de la Asociaci¨®n Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS), en Filadelfia, a pocos kil¨®metros del Instituto de Estudios Avanzados (Princeton), donde trabaja. En una sala abarrotada, unas 150 personas escucharon a Witten en Filadelfia con la concentraci¨®n que exige seguirle, pero tambi¨¦n con admiraci¨®n que culmin¨® con no pocas peticiones de aut¨®grafos, algo muy poco corriente en una reuni¨®n cient¨ªfica.
Pregunta. ?Por qu¨¦ magia, una palabra poco habitual en un contexto cient¨ªfico?
Respuesta. La teor¨ªa de supercuerdas tiene tantas sorpresas fant¨¢sticas que cualquiera que investigue en el tema reconoce que est¨¢ llena de magia. Es algo que funciona con tanta belleza... Cuando cosas que no encajaban juntas resulta que encajan, como ahora, descubres su magia.
P. ?Puede explicar a los no cient¨ªficos qu¨¦ es esta teor¨ªa?
R. Lo que hace que la teor¨ªa de supercuerdas sea tan interesante es que el marco est¨¢ndar mediante el cual conocemos la mayor parte de la f¨ªsica es la teor¨ªa cu¨¢ntica y resulta que ella hace imposible la gravedad. La relatividad general de Einstein, que es el modelo de la gravedad, no funciona con la teor¨ªa cu¨¢ntica. Sin embargo, las supercuerdas modifican la teor¨ªa cu¨¢ntica est¨¢ndar de tal manera que la gravedad no s¨®lo se convierte en posible, sino que forma parte de ella, es inevitable.
P. ?Por qu¨¦ es tan importante hacer encajar la gravedad en la teor¨ªa cu¨¢ntica?
R. Porque la gravedad est¨¢ ah¨ª, en la naturaleza.
P. ?Tiene implicaciones a escala del universo?
R. Esta teor¨ªa tiene implicaciones cuando piensas en cosas muy peque?as, en el microcosmos; toda la teor¨ªa de part¨ªculas elementales cambia con las supercuerdas. En cuanto a nuestra comprensi¨®n del universo a gran escala (galaxias, el Big Bang ... ), creo que afectar¨¢ a nuestra comprensi¨®n del cosmos como un todo, pero todav¨ªa no ha alcanzado ese nivel.
P. ?Si se demuestra la teor¨ªa de supercuerdas y se convierte en la explicaci¨®n correcta del universo, del macrocosmos y el microcosmos, ser¨¢ una nueva revoluci¨®n en la ciencia, como la relatividad general o la mec¨¢nica cu¨¢ntica?
R. S¨ª, una revoluci¨®n de ese calibre. La teor¨ªa de supercuerdas es un punto de partida de pensamiento tan radical como las revoluciones precedentes. P. ?Y si no se llega a demostrar que es correcta?
R. Prefiero la primera opci¨®n.
P. ?Qu¨¦ visi¨®n tiene del universo un f¨ªsico como usted que trabaja en un campo tan te¨®rico?
R. Puedes estudiar el universo de muchas maneras: observar con un telescopio o salir y mirar al cielo..., y tambi¨¦n puedes utilizar las supercuerdas o podr¨¢s alg¨²n d¨ªa, para tener una visi¨®n m¨¢s profunda. Puedes sentir la maravilla del universo sin una preparaci¨®n cient¨ªfica, pero el nivel de apreciaci¨®n de la naturaleza, la fascinaci¨®n, viene de comprender mejor.
P. Se ha se?alado que esta teor¨ªa puede ser muy bella, pero que est¨¢ lejos de poder ser demostrada con experimentos, que har¨ªa falta para ello alcanzar energ¨ªas que por ahora no se pueden ni so?ar.
R. El hecho de que la gravedad sea una predicci¨®n de las supercuerdas es una pista importante a favor de esta teor¨ªa. Por otra parte, las supercuerdas originan la idea de la supersimetr¨ªa, considerada uno de los grandes descubrimientos en f¨ªsica. Pues bien, los pa¨ªses europeos van a construir el nuevo acelerador de part¨ªculas LHC en el CERN [Laboratorio Europeo de F¨ªsica de Part¨ªculas, junto a Ginebra], y en ¨¦l se buscar¨¢ esta supersimetr¨ªa. Una teor¨ªa que implica la gravedad y que predice la supersimetr¨ªa est¨¢ muy bien.
P. ?La supersimetr¨ªa est¨¢ a mitad de camino entre el modelo est¨¢ndar, la teor¨ªa con la que los f¨ªsicos explican las interacciones entre las part¨ªculas elementales conocidas, y las supercuerdas?
R. Estoy intentando evitar detalles que dificulten la comprensi¨®n para el p¨²blico en general... El modelo est¨¢ndar no contempla la supersimetr¨ªa, que supone una extensi¨®n del mismo y a la vez es una pieza clave de la teor¨ªa de supercuerdas.
P. ?Qu¨¦ opina de la colaboraci¨®n estadounidense en el LHC?
R. Estoy tremendamente feliz de que EE UU, despu¨¦s de un proceso de negociaciones frustrantemente largo, por fin se haya comprometido en el LHC. Creo que puede ser uno de los instrumentos cient¨ªficos m¨¢s exitosos de la historia.
P. ?En qu¨¦ consiste la revoluci¨®n en supercuerdas de los ¨²ltimos tres a?os?
R. A mediados de los a?os ochenta ten¨ªamos varias teor¨ªas de supercuerdas y la cuesti¨®n era si una era correcta y las dem¨¢s incorrectas. Ahora hemos descubierto, y esto es muy importante, que tomando una perspectiva m¨¢s amplia s¨®lo hay una teor¨ªa y las dem¨¢s son casos l¨ªmite de la misma. ?sta es la teor¨ªa M.
P. ?Por qu¨¦ era tan dif¨ªcil dar ese paso? ?Por qu¨¦ se hab¨ªa llegado a una especie de atasco?
R. Lleva tiempo porque el tener las ecuaciones no significa..., el ejemplo m¨¢s simple es un vaso de agua en el que das vueltas con una cuchara; conocemos las ecuaciones para este caso del agua desde el siglo XVIII, pero s¨®lo las podemos solucionar si das vueltas con la cuchara despacio, porque si lo haces r¨¢pido surgen turbulencias y entonces no podemos.
En supercuerdas estoy seguro de que si solucion¨¢semos todas las ecuaciones, har¨ªamos predicciones consistentes, demostrando que la teor¨ªa es correcta.
P. ?Cu¨¢ntas horas dedica diariamente a pensar en supercuerdas, en ecuaciones ... ?
R. Me gustar¨ªa que fueran 24 horas, pero no puede ser: hay seminarios, conferencias, las interrupciones habituales. Normalmente no doy clases, aunque el a?o pasado di bastantes, pero tengo alumnos de la Universidad de Princeton.
P. Qu¨¦ hace cuando no trabaja en f¨ªsica? ?Tiene aficiones?
R. Juego al tenis, aunque no soy muy bueno. Tengo tres hijos a los que dedico tiempo. Y soy miembro del comit¨¦ de direcci¨®n de la asociaci¨®n Am¨¦rica For Peace Now, que se ocupa de la paz en Oriente Medio. Como tal, desear¨ªa decir a los pa¨ªses europeos que se mantengan firmes en defensa del proceso de paz para impedir que colapse, como est¨¢ sucediendo.
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