...Y a la guitarra, Tony Blair

Tony Blair tiene un amigo en C¨®rdoba, y le atan a ¨¦l las seis cuerdas de una guitarra. El primer ministro brit¨¢nico ir¨¢ a visitarle en estos d¨ªas de Semana Santa si las negociaciones de paz para el Ulster no le dan un disgusto antes. De cualquier forma, all¨ª le esperar¨¢ Paco Pe?a, de 56 a?os, guitarrista flamenco que vivi¨® en Londres y que hace tiempo ya le ense?¨® a Blair algunos sones del arte andaluz.En 1996, el pol¨ªtico brit¨¢nico visit¨® C¨®rdoba, tambi¨¦n en Semana Santa, invitado por su amigo Paco, y volvieron a rasguear juntos varias canciones. El primer ministro record¨® as¨ª una vez m¨¢s sus tiempos de guitarrista en el grupo Ugly Rumours (Rumores Feos).

Esta vez, Blair pasar¨¢ primero por el Coto de Do?ana -si todo transcurre conforme a lo previsto-, atendiendo a otra invitaci¨®n: la del presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar.

La llegada de Blair a C¨®rdoba est¨¢ prevista para el d¨ªa siguiente, Jueves Santo, y permanecer¨¢ en la capital de la mezquita hasta el Domingo de Resurrecci¨®n, seg¨²n confirmaron amigos del guitarrista, que por el momento no quiere hacer comentario alguno sobre la probable visita hasta que no se confirme oficialmente.

Sin embargo, la familia de Paco Pe?a tiene todo preparado para recibir en casa a su invitado, en una hermosa mansi¨®n del casco hist¨®rico cordob¨¦s. La esposa de Paco Pe?a, Karen, tampoco quiso confirmar la presencia de Tony Blair en C¨®rdoba por temor a que se frustre la visita. Quieren que el primer ministro brit¨¢nico pase en C¨®rdoba unos d¨ªas de descanso y que pasee por las calles de la ciudad como hace dos a?os.

El problema ahora consiste en que Blair no pasar¨¢ inadvertido. Si en la Semana Santa de 1996 recorri¨® las calles con toda tranquilidad y entr¨® en tabernas cl¨¢sicas de C¨®rdoba, ahora ser¨¢ diferente. Para empezar, como a cualquier primer ministro, le seguir¨¢ un aparato de seguridad. La Subdelegaci¨®n del Gobierno en C¨®rdoba conoce extraoficialmente su viaje y que la contravigilancia est¨¢ a cargo del servicio secreto brit¨¢nico.

El programa privado de Blair incluye la llegada a la casa del artista, de donde Paco Pe?a le llevar¨¢ a otra casa, ¨¦sta de campo, que el m¨²sico posee en Trassierra, a pocos kil¨®metros de la ciudad. Esta casa de la sierra tambi¨¦n la conoce Blair de la anterior visita. Los amigos m¨¢s cercanos del artista cordob¨¦s niegan que Tony Blair llegue a C¨®rdoba para recibir clases de flamenco del guitarrista. Casi seguro que tocar¨¢n algo juntos, y Blair lo har¨¢ con la guitarra que Pe?a le prest¨® hace dos a?os. Pero se trata sobre todo de un encuentro entre viejos amigos.

Paco Pe?a sali¨® de C¨®rdoba hace muchos a?os para establecerse en Londres, donde ha impartido clases de guitarra, que combinaba con actuaciones como solista y como acompa?ante. Tambi¨¦n ofreci¨® conciertos en otras capitales europeas. Ahora es m¨¢s conocido en el Reino Unido que en su propio pa¨ªs. En enero de 1996, The European publicaba a toda plana un reportaje sobre ¨¦l titulado as¨ª: "El rey del flamenco, un extra?o en Espa?a". Y eso a pesar de que en 1992 vivi¨® un gran estreno en la catedral de Sevilla. EL PA?S titul¨®: "Paco Pe?a levant¨® al p¨²blico con su Misa flamenca". La obra fue interpretada, precisamente, por el coro brit¨¢nico de la Academy of Saint Martin in the Fields.

Sus amistades entre compa?eros artistas le llevaron, hace 15 a?os, a crear el Centro Flamenco Paco Pe?a, que instal¨® en C¨®rdoba, en la Posada del Potro. Eso convirti¨® el mes de julio de esta ciudad en un hervidero de j¨®venes procedentes de todo el mundo que acud¨ªan a recibir clases de guitarra cl¨¢sica y flamenca, de baile y de cante de los mejores int¨¦rpretes de todo el mundo.

El Festival Internacional de la Guitarra que cre¨® Pe?a se complementaba con actuaciones nocturnas que llenaron de vida las noches del verano de esta ciudad hist¨®rica. All¨ª acudieron John Williams, Paco de Luc¨ªa, B. B. King o El Ni?o de las Sabicas.

La sencillez de Paco Pe?a le ha hecho pasar inadvertido en una ciudad poco calurosa para con sus figuras. Sin embargo, su vinculaci¨®n a C¨®rdoba crece con los a?os, y en sus estancias en la ciudad combina un trato afable y unas amistades duraderas con la invitaci¨®n a artistas, cantantes y personalidades europeas.