Clinton pide que el acuerdo sea protegido contra la violencia
Despu¨¦s de haber pasado al tel¨¦fono la noche del jueves al viernes, Bill Clinton pidi¨® a los negociadores del acuerdo de paz de Irlanda del Norte que se enfrenten "a cualquier intento de minar el pacto mediante la violencia". El presidente de EE UU, con visibles ojeras y aspecto cansado, no quiso comentar el contenido de las conversaciones que mantuvo durante la negociaci¨®n del acuerdo, pero lo aplaudi¨® como "la mejor oportunidad para la paz en esta generaci¨®n".
Clinton convoc¨® a la prensa en el Despacho Oval de la Casa Blanca pocos minutos despu¨¦s de que se anunciara el acuerdo de paz de Irlanda del Norte. Tras felicitar a los negociadores y al mediador George Mitchell, asegur¨® que "todos los amigos de Irlanda y de Irlanda del Norte saben que la tarea de conseguir una paz duradera va a ser complicada. "El sendero de la paz", a?adi¨® Clinton, "nunca es f¨¢cil, pero las partes han escogido la esperanza por encima del odio, y la promesa de un futuro por encima del veneno del pasado".El presidente de EE UU asegur¨® que ten¨ªa confianza en que las partes implicadas respetar¨¢n los acuerdos, ya que "han luchado de forma demasiado dura como para incumplir ahora los detalles del pacto". Pero advirti¨® que puede haber personas que se opongan y que intenten destruirlo: "A partir de ahora puede que haya gente que trate de entorpecer el acuerdo, no s¨®lo con palabras sino con violencia. Todas las partes implicadas y todos nosotros debemos permanecer juntos codo con codo para resistir ante esos ataques", a?adi¨®.
Clinton se resisti¨® a comentar el peso real de su papel en las negociaciones. Uno de sus asesores en pol¨ªtica exterior se?al¨® despu¨¦s que el presidente estadounidense traslad¨® mensajes a los representantes de los partidos y sugiri¨® cambios que las otras partes estaban dispuestas a aceptar, un papel que alguien deb¨ªa asumir dada la desconfianza mutua entre los l¨ªderes. Clinton, por ejemplo, convers¨® con David Trimble sobre la entrega de las armas, dado que el l¨ªder unionista pensaba que no hab¨ªa suficientes garant¨ªas de que los miembros de una futura Asamblea de Irlanda del Norte no tendr¨ªan relaci¨®n alguna con los extremistas. Tony Blair, traslad¨® a Clinton ese problema surgido en la negociaci¨®n, y Clinton habl¨® con el l¨ªder republicano Gerry Adams para solucionarlo. El presidente de EE UU intervino especialmente en dos momentos clave en los que Adams y Trimble amenazaron con abandonar la mesa de negociaciones.
Venticuatro horas despu¨¦s de que se alcanzara el acuerdo, Clinton todav¨ªa segu¨ªa advirtiendo de la posibilidad de que la violencia lo quiebre: "Sin embargo, estamos decididos a que la paz y el valor triunfen sobre los actos de cobard¨ªa y de terror", dijo ayer en Camp David.
George Mitchell, el mediador norteamericano, hab¨ªa advertido a Clinton y a Blair sobre la posibilidad de un atentado en las ¨²ltimas semanas del proceso de paz. Ese temor hizo que fijara una fecha l¨ªmite para las negociaciones, que en principio iban a durar hasta la ¨²ltima semana de abril. Sin embargo, m¨¢s tarde pens¨® que un receso en Semana Santa "enfriar¨ªa" unas conversaciones que estaban en un momento clave, y por eso fij¨® el plazo de la noche del jueves. Cuando esa hora pas¨® y el acuerdo a¨²n no hab¨ªa llegado, Mitchell recibi¨® a las 8,15 de la ma?ana del viernes una llamada de Clinton. "?Porqu¨¦ llama, si son las 3,15 de la madrugada en Washington?", respondi¨® Mitchell al presidente. "Porque quiero ayudar. ?C¨®mo est¨¢n las cosas?", le replic¨® Clinton. Minutos despu¨¦s, el presidente estadounidense inici¨® una ronda de llamadas telef¨®nicas en las que trasladaba a los interlocutores propuestas e informaciones que los negociadores, marcados por su antigua desconfianza, se ocultaban unos a otros.
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