La trapecista vuela m¨¢s que la gimnasta
La australiana George gana la primera gran carrera en el salto con p¨¦rtiga femenino a la checa Bartova
Ten¨ªa que ser as¨ª. La mejor saltadora de p¨¦rtiga femenina fue trapecista y supera ya claramente en la carrera por las alturas a la pionera, una gimnasta. Las nuevas pruebas, en este caso la incorporaci¨®n de la mujer a la vieja garrocha del atletismo, suelen tener estas cosas. Empiezan a vivir, a veces mucho tiempo, a base de atletas reconvertidos de otras modalidades. La australiana Emma George, de 23 a?os, ex trapecista, es la que ha volado m¨¢s alto, 4,59 metros, el pasado d¨ªa 21 de marzo, tras una larga serie de mejoras en una modalidad a¨²n tierna para las mujeres.La p¨¦rtiga s¨®lo empez¨® en el programa de los Mundiales de Par¨ªs 97 en pista cubierta y ha seguido en los recientes Europeos de Valencia. Pero al aire libre, en el atletismo de m¨¢s entidad, a¨²n no estuvo en los ¨²ltimos Mundiales de Atenas 97 y quiz¨¢ sea ol¨ªmpica en Sydney 2000. Se decidir¨¢ pr¨®ximamente. La checa Daniela Bartova, ex gimnasta y tambi¨¦n de 23 a?os, pero seis meses mayor que George, fue la primera en destacar y se ha resistido a dejar la cumbre. Aunque con una marca inferior, 4,48 metros, se permiti¨® quitarle a George la plusmarca mundial en pista cubierta tambi¨¦n en marzo, el d¨ªa 8 -un d¨ªa despu¨¦s de que la australiana saltara 4,47- Pero la reacci¨®n de George el d¨ªa 26, en cuanto pudo meterse otra vez en el estadio cubierto de Adelaida, a pesar de estar a¨²n con los rescoldos del verano, fue fulminante: 4,55. Una impresionante mejora de siete cent¨ªmetros, y en s¨®lo tres intentos, pues ya con el segundo salto de 4,50 hab¨ªa recuperado todo.
Fue un cambio de t¨¢ctica, lo, mismo que su nueva carrera, de 16 pasos, en lugar de los 16 habituales, fruto de su trabajo en Adelaida con el veterano t¨¦cnico ruso Alex Parnov. Porque al aire libre George ha batido 10 veces el r¨¦cord mundial cent¨ªmetro a cent¨ªmetro, al estilo Bubka, desde 1995. Antes, s¨®lo una lesi¨®n se lo impidi¨®. La lucha femenina por la mejora queda muy lejos todav¨ªa de los seis metros largos del ucranio y del selecto grupo masculino que ya ha franqueado esa barrera, pero est¨¢ resultando curiosa. A ella se han unido la estadounidense Stacy Dragila, campeona del mundo el a?o pasado por delante de George, y que salt¨® 4,48 antes que Bartova en Sildenfingen (Alemania) para batir tambi¨¦n el r¨¦cord mundial; la ucrania Angela Balakhonova, campeona de Europa hace un mes, ante Bartova, o la islandesa Val¨¢ Flosadottir. En el camino se qued¨® la china Sun Caiyen, primera plusmarquista sobre los cuatro metros pelados.
La ant¨ªtesis
La checa Bartova lleg¨® a batir, como George, 10 veces el r¨¦cord al aire libre, cuando todav¨ªa eran alturas m¨¢s modestas: de 4,10 a 4,22 metros. Y lo hizo en un solo ano, en 1995, porque la australiana los ha repartido -dos en 1995, tres en 1996, dos en 1997 y tres en 1998-, aparte de los logrados bajo techo.George y Bartova son la ant¨ªtesis. La australiana, mucho m¨¢s alta (1,70 metros) y Bartova m¨¢s potente, tanto, que incluso le recomendaron por ello dejar la gimnasia. Su ¨²ltima actuaci¨®n de entidad fueron los Juegos de Barcelona donde qued¨® 64 a del concurso general. Con su excesiva corpulencia no ten¨ªa futuro al gran nivel. La primera conversi¨®n atl¨¦tica fue al salto de longitud, pero pronto surgi¨® la novedad de la p¨¦rtiga y la aprovech¨®. No ha volado tan alto como la australiana, pero s¨ª mucho m¨¢s que en la gimnasia.
George, aunque naci¨® en Beechworth, una ciudad de campo, se fue a estudiar arte y comercio a la Universidad Deakin, de Melbourne, antes de ir a Adelaida. All¨ª vio en los tablones de anuncios que el t¨¦cnico Mark Stewart, un viejo saltador, buscaba chicas para el concurso. Y pens¨® que de algo le ten¨ªa que servir el haber sido trapecista en el circo para ni?os Flying Fruit Fly, donde pas¨® momentos imborrables. Tambi¨¦n hab¨ªa corrido velocidad y saltado longitud en la escuela. S¨®lo ten¨ªa que trabajar con la p¨¦rtiga y cambiar la acrobacia de agarrarse al trapecio por la de no tocar el list¨®n. Y su reconversi¨®n ha sido a escala mundial.
A George le ha favorecido el verano austral para sus tres ¨²ltimos r¨¦cords, y ya se ha visto que poco le ha perjudicado para los dos de pista cubierta. Es la nueva reina del circo.
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