Cruce de mayores

Dos de cada tres peatones que murieron atropellados el a?o pasado en la Comunidad ten¨ªan m¨¢s de 64 a?os. Esta siniestra estad¨ªstica es la que ha impulsado al Ayuntamiento de Madrid y a la asociaci¨®n Mensajeros de la Paz a organizar un curso de seguridad vial para jubilados que, de marzo a junio, recorrer¨¢ los 66 centros municipales de mayores. En 1997, la experiencia se desarroll¨® en otros municipios.Pedro G¨®mez, miembro de Mensajeros de la Paz y coordinador de estos cursos, explica que no se trata de ense?ar a ser peat¨®n o conductor a quien lleva a?os ejerciendo como tal. "Lo que pretendemos es que, a fuerza de insistir, los mayores adopten una serie de precauciones al cruzar la calle que a menudo conocen, pero no aplican", asegura.

Los cursos duran un total de tres horas, divididas en dos sesiones. En la primera se proyecta un v¨ªdeo, con diferentes situaciones de tr¨¢fico, unas correctas y otras no tanto, y un agente de la Polic¨ªa Municipal expone los principales puntos negros del barrio.

La presencia del agente da pie para que los jubilados manifiesten sus quejas sobre los obst¨¢culos que encuentran para circular por su zona e incluso sobre la actuaci¨®n policial. En la segunda sesi¨®n, m¨¢s pr¨¢ctica, los mayores, dirigidos por tres monitores, desarrollan ejemplos pr¨¢cticos para abrir el debate sobre buenas y malas pr¨¢cticas como peat¨®n, conductor y viajero de transportes p¨²blicos. Hablan de c¨®mo atravesar una calle sin paso de peatones, c¨®mo entrar con el coche a una rotonda, por d¨®nde cruzar tras bajar del autob¨²s...

Pedro Blas, un jubilado de 70 a?os vecino de Barajas, asegura que ¨¦l ya sab¨ªa casi todo lo que ha visto en el curso. "Pero siempre aprendes algo nuevo y adem¨¢s hay otras personas aqu¨ª, en Barajas, que casi no saben lo que es un paso de cebra porque este distrito, hasta hace unos pocos a?os, era como un pueblo", asegura. "Adem¨¢s hay jubilados que se mueven ahora m¨¢s por la ciudad que de j¨®venes, porque disponen de m¨¢s tiempo libre y antes iban de casa al trabajo", a?ade Blas.

Para Alejandro Robles, de 71 a?os, presidente del centro de mayores del Casco de Barajas, estas clases "eran necesarias". Los cursos cuestan 23 millones, de los que tres los aporta el Consistorio, y el resto, entidades colaboradoras. Pero recalca que para evitar los accidentes no vale s¨®lo con que los mayores tomen precauciones. "Tambi¨¦n las instituciones deben poner de su parte; por ejemplo, para ir al hospital Ram¨®n y Cajal, que es el que nos toca en Barajas, nos vemos obligados a coger tres autobuses, y eso aumenta los riesgos, porque tenemos que cruzar varias calles, y eso se evitar¨ªa si con un solo autob¨²s lleg¨¢semos hasta all¨ª", concluye.