Recuperar el orgullo de la gran transformaci¨®n que impulsamos.
Querido compa?ero, querida companera. Me he presentado a las elecciones primarias para elegir el candidato de nuestro partido a la presidencia del Gobierno de Espa?a, porque no me resigno a que el PP gane las pr¨®ximas elecciones generales. Me presento porque creo que las podemos ganar y para contribuir a que las ganemos.
La dulce derrota se fue haciendo amarga. Entre los juicios, el euro y la buena situaci¨®n econ¨®mica, se hab¨ªa instalado entre nosotros un conformismo resignado que daba por hecho que las pr¨®ximas elecciones las ganar¨ªa el Partido Popular y despu¨¦s ya ver¨ªamos.
Pero despu¨¦s puede ser muy tarde. Me he presentado para que las elecciones primarias sirvan para romper, como ya est¨¢ ocurriendo, con este fatalismo. As¨ª nos lo exigen nuestros militantes y votantes. Si dejamos que el PP, apoyado en las derechas nacionalistas, gobierne ocho a?os, desmontar¨¢n pieza a pieza la obra pol¨ªtica de los Gobiernos de Felipe Gonz¨¢lez, a los que me honra haber pertenecido. Ir¨¢n marcha atr¨¢s en el tiempo, retrocediendo en el camino de progreso econ¨®mico, protecci¨®n social y quilibrio territorial que empezamos en el 79 en los Auntamientos y en el 82 en el Gobierno de Espa?a.
No fue f¨¢cil la decisi¨®n de presentarme. No es f¨¢cil presentarse, no en contra, pero s¨ª frene a un candidato que es el secretario general. Todos tem¨ªamos los riesgos de un debate abierto entre compa?eros del partido. Algunos pensaban que el riesgo de debilitar nuestra unidad superaba las ventajas de una Mayor participaci¨®n. Asumiendo esos riesgos, d¨¦cid¨ª presentarme porque cre¨ªa que necesit¨¢bamos un revulsivo, un est¨ªmulo que nos permitiese girar la p¨¢gina de la corrupci¨®n y enfocar el futuro con nuevos proyectos y nuevas ilusiones.
Constato con enorme alegr¨ªa que eso es lo que est¨¢ ocurriendo. Este proceso ha devuelto la sonrisa a los socialistas. Nos ha movilizado. Los compa?eros y compa?eras acuden m¨¢s que nunca a nuestros actos, p¨²blicos (y yo se lo agradezco mucho). Volvemos a hablar de pol¨ªtica en el sentido m¨¢s noble de la palabra. La afiliaci¨®n aumenta y los ciudadanos nos miran con simpat¨ªa.
Gracias al dinamismo y a la ilusi¨®n que este proceso ha despertado, ahora creemos que podemos ganar.
Podemos ganar porque hemos sido los protagonistas de la primera revoluci¨®n pac¨ªfica de nuestra historia. Debemos recuperar el orgullo de la gigantesca transformaci¨®n que hemos impulsado en Espa?a. Y apoy¨¢ndonos en este orgullo, podemos y debemos generar una nueva voluntad colectiva. Una nueva ambici¨®n de pa¨ªs, que nos permita afrontar con lucidez y solidaridad los problemas de ma?ana, que son distintos de los que ya resolvimos ayer. Podemos despertar al pa¨ªs del sonsonete monocorde y adormecedor del "Espa?a va bien", "Espa?a va bien"... Tras ¨¦l se esconde un proceso que corroe las bases financieras de la Seguridad Social, destruye la progresividad fiscal, fomenta la desigualdad desde la escuela, permite que un grupo de amigos se apropien del patrimonio empresarial p¨²blico, y hace mangas y capirotes de la estructura del Estado, sacrificando cualquier proyecto coherente y solidario para Espa?a.
Podemos ganar, porque el entusiasmo es contagioso. Se traslada desde nuestros militantes hacia los ciudadanos, hacia todos los que se reclaman de un proyecto de progreso, que se extiende desde el centro hasta la izquierda y desde la izquierda hasta el centro. Podemos ganar, porque podemos recuperar el voto de la gente de izquierdas que nos abandon¨® en el 96, que no nos perdon¨® los casos de corrupci¨®n que a todos nos abochornaron, o que no reconoci¨® en algunos de nuestros mensajes a la izquierda que pretendemos representar.
Podemos ganar. Y para ello hay que introducir claramente en nuestro discurso pol¨ªtico los nuevos objetivos del desarrollo sostenible, del reparto de las oportunidades de trabajar y no s¨®lo de la renta producida, y de la igualdad entre hombres y mujeres. ?sas deben ser nuestras banderas de combate.
Podemos ganar, si conseguimos explicar y convencer a todos los espa?oles que el respeto a la diversidad cultural y ling¨¹¨ªstica de Espa?a no es una amenaza para nadie, sino la ¨²nica base s¨®lida de un pa¨ªs vertebrado por los principios de solidaridad entre todos los ciudadanos, independientemente de su lugar de residencia.
Un pa¨ªs capaz de conjugar los intereses particulares de cada Comunidad con el inter¨¦s general de Espa?a. Un pa¨ªs en el que la defensa, de las identidades no se haga en detrimento de la voluntad de compartir un proyecto com¨²n, que reparta con equidad y eficacia los recursos naturales, los esfuerzos y los frutos del progres¨®.
Mientras tanto, la izquierda emerge de nuevo en Europa adapt¨¢ndose a las caracter¨ªsticas de cada pa¨ªs. Ayer. en Francia y en Gran Breta?a, ma?ana en Alemania. La izquierda nunca fue mayoritaria a la hora de construir Europa. Ahora podemos contribuir a evitar que el futuro de Europa lo decidan s¨®lo el mercado y los tecn¨®cratas. Tambi¨¦n me presento porque no nos basta la Europa monetaria y porque los socialistas queremos que, al mismo tiempo, se construya la uni¨®n pol¨ªtica y la Europa social.
Desde que empezaron las elecciones primarias he visto aumentar el entusiasmo con el que m¨¢s. y m¨¢s compa?eros y compa?eras asisten a los actos p¨²blicos de mi candidatura. En ellos hablamos de los problemas que interesan a la gente, de las diferencias entre la izquierda y la derecha, que pasan por la diferencia entre los derechos (trabajo, educaci¨®n, salud, vivienda, pensiones), que debemos garantizar con el esfuerzo solidario de todos, y las mercanc¨ªas, que el mercado debe producir fomentando la competitividad. y las ventajas de la competencia. Queremos un mercado de mercanc¨ªas y una sociedad de derechos, garantizados por el cumplimiento de los deberes.
Comprender¨¢s, querido compa?ero y compa?era, que no pueda exponerte en una carta todo lo que me gustar¨ªa discutir contigo sobre nuestro proyecto pol¨ªtico y nuestra ambici¨®n de volver a ejercer el poder como palanca de transformaci¨®n social. Y digo nuestro proyecto y nuestra ambici¨®n, porque no es ¨¦ste un proyecto personal. Mi proyecto no es otro que el de nuestro partido, y mi programa ser¨¢ el que elaboremos entre todos.
Creo que puedo presumir con orgullo de ser un hombre del Partido Socialista. He militado en este partido en Madrid y en Catalu?a durante la mitad de mi vida. He sido concejal y ministro. Durante-24 a?os he participado en la fundaci¨®n de agrupaciones y he sido miembro de ejecutivas y comit¨¦s, tanto en la FSM como en el PSC. Creo haber asumido con responsabilidad y entrega tareas dif¨ªciles. Me he enfrentado a los voceros de la derecha y a poderosos intereses para poder construir las bases fiscales de una sociedad m¨¢s justa y las infraestructuras que impulsan el desarrollo equilibrado de nuestro pa¨ªs.
Con mis errores y mis aciertos a cuestas, me atrevo hoy a pedir tu confianza, porque creo estar en las mejores condiciones para ganar las elecciones a Aznar, a Cascos, a Rato... y para gobernar este pa¨ªs. Creo honestamente que tenemos m¨¢s probabilidades de ganar las pr¨®xim¨¢s elecciones con una candidatura capaz de recoger el voto de la mayor¨ªa de progreso, aliando el rigor y el realismo con una ambici¨®n de pa¨ªs capaz de recibir un apoyo social mayoritario. Creo que ser¨¦ tambi¨¦n capaz de gobernar con eficacia, aplicando los programas de nuestro partido.
No creo que el secretario general tenga que ser, necesaria y autom¨¢ticamente, el candidato a la presidencia del Gobierno. Si as¨ª. fuera, ?para qu¨¦ estar¨ªamos convocando elecciones primarias? Una elecci¨®n democr¨¢tica entre dos compa?eros s¨®lo tiene sentido si se acepta por principio que cualquier resultado es igualmente bueno para el partido.
Te pido que ejerzas tu voto, como estoy seguro que har¨¢s, con total libertad y responsabilidad. Estamos ante una decisi¨®n que puede ser muy importante, porque de ella depende el resultado de las pr¨®ximas elecciones. Por ello te pido, no s¨®lo tu confianza, sino sobre todo que transmitas con tu voto la opini¨®n de los ciudadanos con los que convives. La opini¨®n de los que no votan en estas primarias pero que s¨ª lo hacen en las elecciones generales, y son los que, de verdad, deciden qui¨¦n es el presidente del Gobierno.
Compa?eros y companeras, las primarias son como una gigant¨¦sca encuesta. La mayor que se haya hecho nunca. Vosotros sois los encuestadores. Preguntad a vuestros amigos y vecinos, en el trabajo, la calle y el aula. ?Qui¨¦n puede conseguir m¨¢s votos para ganar al PP? T¨² decides. Porque a m¨ª me honrar¨ªa mucho ganar est¨¢s primarias, pero quiero, sobre todo, que el PSOE gane las pr¨®ximas elecciones, generales.
Me he presentado ante vosotros, ofreciendo lo que pueda aportar de honestidad, eficacia, capacidad de convencer, de ilusionar, de sumar y de representaros. Vosotros ten¨¦is la palabra. Y vuestra decisi¨®n ser¨¢ la buena.
Me gustar¨ªa, sobre todo, ser capaz de impulsar una nueva dimension ¨¦tica de la pol¨ªtica y, m¨¢s a¨²n, de la convivencia. Pensar en el futuro y en las personas. Respetar la palabra y cumplir los compromisos. Poner el mismo empe?o, en hacer efectivo el derecho al trabajo que en cumplir los criterios de Maastricht. Impulsar un nuevo pacto de igualdad entre hombres y mujeres. Hacer de la educaci¨®n no s¨®lo un derecho, sino un deber de todos con todos. Explicar, frente a la derecha que s¨®lo piensa en liberalizar, desregular, privatizar y desfiscalizar, que la humanidad ha progresado dot¨¢ndose de reglas, que adem¨¢s de competir hay que cooperar, que no hay pensiones sin impuestos y que lo p¨²blico es, a veces, mejor que lo privado.
Me despido ya. S¨®lo quiero que sepas que, si me das tu confianza, trabajar¨¦ en estrecha colaboraci¨®n con todos los responsables pol¨ªticos de nuestro partido y que trabajar¨¦ junto a Joaqu¨ªn Almunia para llevar entre todos al PSOE a la victoria
electoral. Y si es ¨¦l quien recibe vuestro apoyo mayoritario, yo ser¨¦ su m¨¢s firme punta
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