METEDURAS DE PATA EN EL CONGRESO

La invencible tendencia a meter la pata cuando s¨¦ glosan los errores ajenos se cumpli¨® generosamente el pasado jueves en la Comisi¨®n de Educaci¨®n del Congreso, en la que comparec¨ªa Esperanza Aguirre. Los diputados debat¨ªan la inversi¨®n en nuevos centros y la evaluaci¨®n de la educaci¨®n secundaria. Aguirre lament¨® de este modo los abundantes fallos ortogr¨¢ficos de los alumnos: "Que en un dictado de setenta y un palabras s¨®lo el 4% de los alumnos de 16 a?os no haga ninguna falta de ortograf¨ªa, a m¨ª me parece muy preocupante". En s¨®lo esa treintena de palabras, el uso del numeral en masculino y la inelegante elecci¨®n del verbo hacer para referirse a las faltas coloc¨® a la ministra justo en el otro 96%. La diputada Merc¨¦ Rivadulla, de Iniciativa per Catalunya, atribuy¨® a Aguirre la muy art¨ªstica intenci¨®n de que los alumnos conozcan "la lista de los reyes g¨®ticos". M¨¢s adelante, Rivadulla se trabuc¨® y dijo "muto propio", en lugar de motu propio, al criticar a la ministra por no solicitar ella misma su comparecencia. Ni siquiera se libr¨® del error la representante de CiU, Carmen Laura Gil, en cuyas intervenciones demuestra siempre una excelente formaci¨®n y un profundo conocimiento del mundo educativo. Su desliz fue pronunciar obviar, con acento en la i, la tercera persona del singular del presente de indicativo del verbo obviar. A Mar¨ªa Jes¨²s Aramburu, de IU, se le fue la mano al preguntar si Aguirre estimaba que determinadas cifras reflejaban un "sobreexceso" de demanda. Juan Carlos Guerra, del PP, se defendi¨® de las acusaciones socialistas y rechaz¨® por triplicado que el plan de inversiones del Gobierno sea "fantasm¨®rico". Las risas con las que fue acogido su lapsus no hicieron mella en ¨¦l, que persever¨® en dejar de lado la palabra ''fantasmag¨®rico". A lo largo de la comparecencia, uno de los mayores esfuerzos de Aguirre fue encajar la lluvia de chuletas redactadas por sus colaboradores a medida que la oposici¨®n desgranaba sus reproches. El baile de papeles entre la ministra y la decena de colaboradores que se llev¨® a la sala fue tan agitado que el. presidente de la comisi¨®n, Pablo Castellano, se vio obligado a preguntarle: "Se?ora ministra: ?est¨¢ en condiciones de responder o quiere tomarse alg¨²n tiempo para ordenar sus notas?". La se?ora ministra agradeci¨® la cortes¨ªa, pero comenz¨® su respuesta de inmediato.-