Un Lope bobo

Lo que domina este espect¨¢culo es el estilo de ?gatha Ruiz de la Prada: infantil, de formas abultadas, con botones de Pierrot o lunares o corazones; con colores sin mezclar. Parece un cuento y sin embargo no veo yo claro que sea para ni?os: los actores disparan contra Lope, destruyen su verso -hacen cosas terribles con los sonetos-, y apenas desentra?an la trama, por otra parte err¨®nea e inconcluyente, de la famosa obra. De las famosas Virtudes, s¨®lo una pod¨ªa hacer felices a los ni?os, que es la que interpreta el papel de la chica bestia, a la que algo ilumina el amor. No teniendo un inter¨¦s especial por Lope de Vega, es mejor llevar a los ni?os a un espect¨¢culo directamente para ellos. Si se tiene un inter¨¦s por Lope, mejor no acudir. Yo me fui al terminar la primera parte. Empezaba lo que promet¨ªa ser un largo descanso -para que las glorias de ese tipo de sociedad respondieran a las preguntas de las radios y las televisiones con gestitos de alegr¨ªa-, y, est¨¢bamos ya en la madrugada. En la fr¨ªa carrera de San Jer¨®nimo, los fugitivos nos sonre¨ªamos unos a otros con sonrisas de p¨ªcara satisfacci¨®n.