El Kinder lo ventila en un santiam¨¦n

El Kinder hizo rugir su motor un par de veces y se meti¨® en boxes. Le bast¨® para desarbolar al Partizan y verificar la consistencia de su pole position para la final de ma?ana. En 10 minutos desmitific¨® el pedigr¨ª yugoslavo y remiti¨® al Partizan a las se?as de identidad a pesar de las cuales lleg¨® a la final a cuatro: fue 17? de los 24 que participaron en las liguillas y si est¨¢ en Barcelona es gracias al enrevesado sistema de competici¨®n y a los dem¨¦ritos del Olympiakos y del CSKA en los cruces de octavos y de cuartos de final.

El Kinder, aun sin forzar la m¨¢quina, dej¨® entrever todos y cada uno de sus atributos. En realidad, en eso basa su fortaleza. Tampoco es un equipo tan rutilante. Cuenta con una superestrella, Danilovic; un p¨ªvot de lo m¨¢s prometedor que corre por Europa, Nesterovic; Savic; un base notable, Rigaudeau, y tres o cuatro jugadores aceptables.

Pero es un equipo que apenas comete errores, que sabe esconder sus defectos y que saca un gran partido de todas y cada una de las virtudes de sus jugadores.

Ayer tuvo que recurrir cuando peor lo pas¨® a la experiencia de Savic. El p¨ªvot ex azulgrana y ex madridista sostuvo a su equipo en unos instantes iniciales en los que el fulgurante balance defensivo del Partizan le puso en aprietos. Fueron 10 minutos. Savic resolvi¨® la papeleta desde el interior de la zona y hasta liber¨® la cerraz¨®n del juego de ambos equipos con un triple que rompi¨® la monoton¨ªa de penetraciones, faltas personales y balones doblados para los postes altos.

No encontr¨® mejor forma de actuar el Partizan y poco a poco fue doblando la rodilla ante la superioridad de Savic, que despabil¨® tambi¨¦n a Nesterovic. Cuando super¨® el primer trance (14-12), el Kinder despleg¨® su arsenal: el talento de Danilovic, la garra de Abbio -que neutraliz¨® a Brkic, el ¨²nico yugoslavo que estuvo en el partido-, la rapidez de Sconochini, la visi¨®n de Rigaudeau...

Salvo una ligera reacci¨®n del Partizan (36-49), el partido tuvo due?o mucho antes ya del descanso, cuando el Kinder sum¨® 20 tantos de ventaja. Gust¨® el equipo italiano, pero es de desear que la final sea mucho m¨¢s exigente con ¨¦l. El AEK no parece dispuesto a actuar con contemplaciones ante el equipo que comanda Danilovic, convalesciente de una lesi¨®n que ayer no le impidi¨® arremangarse.