Jaque en las aulas
Numerosos experimentos confirman que el ajedrez desarrolla la inteligencia
Los indicios se han convertido en certeza: el ajedrez desarrolla la inteligencia de los alumnos que lo estudian. La experiencia acumulada en centenares de colegios espa?oles confirma las conclusiones que tres cient¨ªficos sovi¨¦ticos obtuvieron en 1925. Hace tres a?os, el Senado inst¨® al Gobierno a recomendar la introducci¨®n del deporte mental como materia optativa o extraescolar. El Ejecutivo a¨²n no lo ha hecho, pero la ministra de Educaci¨®n, Esperanza Aguirre, se muestra favorable. Aquel debate en la C¨¢mara alta, promovido por Coalici¨®n Canaria, se sald¨® con 101 votos a favor, ninguno en contra y la abstenci¨®n -por motivos pol¨ªticos- del PP, cuyo portavoz reconoci¨® ?el valor intr¨ªnseco del ajedrez para evitar el fracaso escolar?. Para entonces ya se conoc¨ªan los resultados de dos pruebas piloto en colegios coru?eses: una, subvencionada por la Xunta, en los de Trazo y Tordoia; la otra, en el Monte Faro de Fene, perteneciente a Fomento de Centros de Ense?anza, empresa vinculada al Opus Dei. La capacidad intelectual de los alumnos que hab¨ªan estudiado ajedrez durante un curso se hab¨ªa incrementado como m¨ªnimo en un 25% con respecto a quienes no lo hab¨ªan hecho, de acuerdo con el test de Ravin, versi¨®n 5A.
Tres a?os m¨¢s tarde, el ajedrez se imparte, con m¨¢s o menos rigor, en colegios de todas las comunidades aut¨®nomas. La veintena de profesores consultados por este peri¨®dico habla de ?resultados muy positivos?.
El ruso Bor¨ªs Sl¨®tnik, doctor en Pedagog¨ªa y director de los Cursos de Verano de ajedrez organizados cada a?o por la Universidad Nacional de Educaci¨®n a Distancia (UNED) -el pr¨®ximo, del 29 de junio al 3 de julio en Denia (Alicante)- es uno de los mayores expertos del mundo en la materia: ?El ajedrez no te da lo que no tienes, pero potencia las facultades innatas e influye de forma muy beneficiosa en el desarrollo de la personalidad. Adem¨¢s de la URSS y Espa?a, conozco experiencias en lugares tan dispares como Islandia, Canad¨¢, Argentina, Mongolia, India e Israel. En todos se lleg¨® a la misma conclusi¨®n?.
Otra actividad de alto nivel es el master de ajedrez que otorga la Universidad de Oviedo en colaboraci¨®n con los colegios Aceimar de Galicia, tras un curso dividido en dos veranos.
Jos¨¦ Luis Veiga, director de la Escuela Gallega de Ajedrez, que tiene unos 5.000 alumnos, es uno de los numerosos pedagogos espa?oles cuya pasi¨®n es promover la ense?anza del juego-ciencia: ?No queremos fabricar campeones, sino masificar una herramienta educativa de enorme valor. Formamos monitores para que den clases en los colegios y organizamos concentraciones veraniegas con los alumnos que sobresalen. Una declaraci¨®n oficial del Gobierno sobre la utilidad del ajedrez ser¨ªa un est¨ªmulo importante para los profesores?.
Ricardo Montecatine, presidente de la Federaci¨®n Andaluza, apostilla: ?Queda a¨²n mucho camino por recorrer para que el ajedrez tenga la consideraci¨®n social que merece. El apoyo del ministerio, aunque sea testimonial, es muy necesario?.
Pero algunos no necesitan ning¨²n est¨ªmulo. Agust¨ªn Serrabona es el gerente del colegio Agave de Hu¨¦rcal (Almer¨ªa), especializado en superdotados: ?Los 50 alumnos de seis a?os reciben un curso intensivo de 30 horas. A partir de los siete, 45 eligen el ajedrez como actividad extraescolar. Los resultados son espectaculares y los padres est¨¢n satisfechos, porque sus hijos aprenden a concentrarse y a encajar derrotas, dos virtudes poco frecuentes en este tipo de ni?os, generalmente muy inquietos?.
Otro caso llamativo es el de Juan Anguix, director de la Escuela Valenciana de Ajedrez, una empresa privada con unos 1.000 alumnos, aunque parcialmente subvencionada por el Ayuntamiento de Valencia. Los alumnos pagan 12.000 pesetas. ?Es muy urgente elevar el n¨²mero y el nivel de los profesores, porque la demanda va a ser cada vez mayor. M¨¢s de la mitad de los alumnos vienen impulsados por sus padres?, asegura Anguix, que dispone de psic¨®logos y ordenadores para garantizar la calidad.
Esa opini¨®n coincide con la de Jes¨²s de la Villa, director de la Escuela de Especializaci¨®n del Gobierno de Navarra. Para entrar en ella hay que destacar en las clases de ajedrez que se imparten en muchos colegios de la comunidad y superar un examen. De la Villa se?ala que ?algunos padres est¨¢n demasiado contentos?. Y lo explica: ?Varios alumnos que han visto la pel¨ªcula En busca de Boby Fischer (en la que algunos padres sufren m¨¢s que sus hijos durante los torneos) me dicen que se ven reflejados en ella. Conozco a un chico que ha exigido que su madre no aparezca cuando juega?.
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