Guatemala da su ¨²ltimo adi¨®s al obispo Gerardi
Los miles de guatemaltecos que durante los tres d¨ªas de luto nacional velaron el cad¨¢ver del obispo Juan Gerardi abarrotaron nuevamente la catedral para asistir a los funerales del m¨¢rtir. Rindieron un homenaje p¨®stumo al religioso que dos d¨ªas antes de perder la vida confes¨® que la arriesgaba gustosamente en defensa de la memoria hist¨®rica de Guatemala. Monse?or Gerardi, fundador de la oficina de derechos humanos del arzobispado, document¨® en un informe las atrocidades cometidas a lo largo de 36 a?os de guerra interna, la mayor¨ªa a manos del Ej¨¦rcito.
Sometido a una fuerte presi¨®n nacional e internacional, el Gobierno del conservador ?lvaro Arz¨² acept¨® la colaboraci¨®n de Estados Unidos en el esclarecimiento del crimen . ?Tememos por nuestras vidas porque hay asesinos sueltos, pero no nos vamos a asustar?, declar¨® la ind¨ªgena maya Rigoberta Mench¨², premio Nobel de la Paz. ?Me encuentro llena de dolor y tambi¨¦n de c¨®lera e indignaci¨®n por este asesinato pol¨ªtico?. La jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica guatemalteca y centroamericana, pol¨ªticos, funcionarios, activistas de los derechos humanos, empobrecidos ind¨ªgenas descalzos, hombres, mujeres y ni?os de toda condici¨®n, muchos con el clavel rojo que simboliz¨® durante la guerra la lucha por los derechos de humanos, se agruparon en una compungida misa de dolor, respeto, y exigencia de justicia. Un mensaje del Papa, le¨ªdo al comienzo del oficio, advert¨ªa que la muerte del pastor guatemalteco atenta contra la convivencia pac¨ªfica.
El cuerpo de Gerardi fue llevado despu¨¦s en procesi¨®n hasta la cripta de la catedral metropolitana que albergar¨¢ los restos de un sacerdote empe?ado en la reconciliaci¨®n pero sin impunidad, convencido de que ¨²nicamente la verdad facilitar¨¢ el reencuentro de sus compatriotas. Y esa verdad pasa por los tribunales, cuya lentitud en el desempe?o de sus funciones permite la libertad de personas que fueron m¨¢s matarifes que militares o polic¨ªas, seg¨²n denuncian sus v¨ªctimas.
El Gobierno y la guerrilla de la Uni¨®n Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG) firmaron en diciembre de 1996 una paz que el pesimismo, o el realismo seg¨²n algunos analistas, observa sin arraigo, sin la suficiente convicci¨®n y consenso.
La noche del martes, varios miles de personas engrosaron una silenciosa manifestaci¨®n de duelo por las calles de la capital de Guatemala, un pa¨ªs enlutado, temeroso, de nuevo crispado. ?Estamos absortos, descorazonados, sin fuerzas para seguir adelante?, editorializ¨® El Peri¨®dico .
Juan Gerardi, comprometido con los m¨¢s d¨¦biles en las zonas de combate durante la hegemon¨ªa del salvajismo, rescat¨® el olvido el pasado reciente guatemalteco, y dirigi¨® el informe ?Nunca m¨¢s?, un recuento de los detalles y circustancias de las m¨¢s de 55.000 violaciones de los derechos humanos. ?El asesinato es un mensaje claro de los gorilas del inframundo, de los se?ores del terror y la impunidad?, acusa la periodista Dina Fern¨¢ndez. ?Este crimen es su forma de decirnos que no ha sido suficiente el ba?o de sangre, que no les bast¨® asesinar ni?os y mujeres embarazadas?.
Los asistentes al funeral recordaban las ¨²ltimas palabras del obispo auxiliar durante la presentaci¨®n del documento que probablemente lo sentenci¨®. ?Cuando emprendimos esta tarea nos interesaba conocer la verdad, reconstruir la historia del dolor y muerte. Ver los m¨®viles, entender el por qu¨¦ y el c¨®mo?, explic¨® Gerardi el viernes en el presbiterio de la catedral donde ahora es venerado, a tres manzanas del estacionamiento donde recibi¨® 17 golpetazos con un adoqu¨ªn. ?Nos interesaba mostrar el drama humano, compartir la pena, la angustia de los miles de muertos, desaparecidos, torturados?.
Retrato robot
El Gobierno asegura haberse movilizado para identificar y capturar al asesino y a sus c¨®mplices. ?Todos los ¨®rganos de seguridad est¨¢n pr¨¢cticamente en esto?, dijo el presidente Arz¨², participante en el velatorio. De momento hay un retrato robot del criminal, efectuado por un mendigo que lo vio desde su catre de indigente en el p¨®rtico de la catedral. Para demostrar la sinceridad de sus intenciones, el Ejecutivo acept¨® la ayuda ofrecida por Estados Unidos a trav¨¦s de su embajador, Donald Planty. ?Dado el especial inter¨¦s que tenemos en aprovechar todos los recursos puestos a nuestro alcance para asegurar una investigaci¨®n exhaustiva de esta tragedia?, explic¨®el ministro de Gobernaci¨®n, Rodolfo Mendoza. La asistencia de EE UU consistir¨¢ en el env¨ªo de expertos del FBI en investigaciones criminol¨®gicas. Tambi¨¦n la comunidad internacional ha exigido la detenci¨®n de los asesinos. En junio se reunir¨¢n en Bruselas los pa¨ªses que ayudan a la reconstrucci¨®n de Guatemala, presupuestada en m¨¢s de 1.800 millones de d¨®lares (279.000 millones de pesetas). El ministerio de Asuntos Exteriores franc¨¦s advirti¨® que la asistencia se mantendr¨¢ s¨®lo si ?las autoridades guatemaltecas respetan la totalidad de los acuerdos de paz? y ?el asesinato de monse?or Girardi no es un buen signo?.
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