Un iniciador del grupo musical del 27

Se escribe y habla mucho de la Generaci¨®n del 27 pero se interpreta poco su legado. Esta singular oleada musical espa?ola tiene entre sus mayores al madrile?o Salvador Bacarisse y al navarro Fernando Remacha, ambos nacidos en 1898, el mismo a?o que Lorca, Aleixandre y D¨¢maso Alonso. Como tantos otros, Remacha estudi¨® en Madrid con Conrado del Campo y mostr¨® desde el principio su personalidad aparte. Ya en su juventud se interes¨® por cuanto de nuevo acosaba el latir de su tiempo, convivi¨® con el grupo de poetas, se adelant¨® en su preocupaci¨®n por el mundo del cine y la radio y ote¨® las corrientes musicales distintas.El centenario del compositor y pedagogo tuledano no est¨¢ revistiendo una brillantez llamativa pero dejar¨¢ huella: reediciones y grabaciones de sus obras sentar¨¢n la imagen de un creador singular, l¨ªrico y popular, un poco acre a veces y otras profundamente conmovedor. Tanta inquietud despleg¨® el joven Remacha que casi a la vez que absorb¨ªa a Falla o de Sch?nberg buceaba en una tercera v¨ªa; no march¨® a Par¨ªs como la mayor¨ªa, ni a Alemania como unos pocos, sino a Italia para trabajar con Gian Francesco Malipiero.

Gracias a su amistad con la familia Urgoiti, especialmente con Ricardo, colabor¨® en los primeros pasos del cine de Bu?uel o solucion¨® la continuidad de las transmisiones sinf¨®nicas en discos a trav¨¦s de Uni¨®n Radio, que Urgoiti dirig¨ªa. La guerra y su estela le hicieron retirarse a su Tudela natal y ocuparse en el negocio familiar de ferreter¨ªa. Mientras tanto, traduc¨ªa la Armon¨ªa de Sch?nberg o el Adiestramiento , de Hindemith.

Antonio Baciero, pianista de sutilezas y verdades, continuo redescrubridor de lo olvidado, toc¨® en el conservatorio la obra pian¨ªstica de Remacha, una sucesi¨®n de sorpresas y bellezas. Polidireccional y en todo caso excelentemente pensada y realizada: parece nacionalista en las danzas de ballet, neobachiana y neoscarlatiana en el Preludio y la Sonata , actual en el Epitafio para Arriaga. Fue una tarde intensa y a trav¨¦s del piano de Baciero parec¨ªa retornar Remacha como en la estupenda biograf¨ªa escrita por su hija Margarita.