La primera y g¨¦lida noche
Es curioso resaltar c¨®mo en una manifestaci¨®n presumiblemente juvenil como es la de este festival los primeros nombres que despuntan atesoran m¨¢s de 20 a?os de experiencia en el negocio. Tanto Mot?rhead como The Cramps son supervivientes de mil batallas y acuden a este festival madrile?o con el bagaje del lujo cultural.La velada se vivi¨®, todo hay que decirlo, con el consabido sobresalto del que nunca llega a tiempo para ver en las mejores condiciones al grupo o artista que deseaba. Este tipo de conciertos son as¨ª de frustrantes. En este sentido, hay que resaltar pues los comentarios elogiosos que en la primera jornada de concierto han venido de todo el mundo para un grupo al que casi no dio tiempo a ver: Ilya Kuliakin y sus Valderramas, banda que todos suspiraban por ver y que no todo el mundo tuvo la suficiente suerte como para sortear los dispositivos de entrada y disfrutar de su repertorio radical.
Naturalmente, y tras 25 a?os de carrera, Mot?rhead ejercieron de monstruos de la tarde, mientras las piezas de su ¨²ltimo elep¨¦ en el mercado, Snake bite love, se combinaban con los temas cl¨¢sicos del grupo. De cualquier modo, el sonido tampoco ayud¨® en ning¨²n momento al disfrute sonoro y, para colmo, la tormenta estaba siempre al acecho.
Dispersi¨®n
Tuvo que ser otro combo de veteranos, The Cramps, quienes ayudaran con su tenebroso sonido a que la noche aterrizara con su enorme promesa de misterios. La dispersi¨®n del magno concierto segu¨ªa sin ayudar mucho a la concentraci¨®n y ni el arrojo del vocalista Lux Interior, ni el de la guitarrista Poison Ivy, ataviada para la ocasi¨®n con sexy ropa interior, fueron capaces de calentar suficientemente el ambiente.Por contra, los peque?os escenarios ofrecieron el cobijo ideal para disfrutar de productos musicales m¨¢s asequibles en tama?o e innumerablemente m¨¢s interesantes en cuanto a talante art¨ªstico. Fue el caso de la actuaci¨®n de los americanos Save Ferris, que pusieron los altavoces a reventar a base de ska vacil¨®n, y los brit¨¢nicos Space Monkeys, que llevan su sonido Manchester a sus ¨²ltimas consecuencias. A la hora de cerrar esta cr¨®nica, la fiesta segu¨ªa con los californianos Offspring y Penniwise. Puro punk para ayudar a la noche.
Babelia
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