Azcona hace para televisi¨®n su trabajo m¨¢s libre
Rafael Azcona, el mejor guionista del cine espa?ol, est¨¢ traduciendo a im¨¢genes las narraciones de Manuel Vicent en complicidad con el director Jos¨¦ Luis Garc¨ªa S¨¢nchez, que las llevar¨¢ a la pantalla. Los tres maquinan una serie -de posible emisi¨®n por TVE- cuyo hilo conductor es el ser urbano de hoy y en la que, aseguran, ?se va a notar que somos amigos?. Su m¨¦todo de trabajo combina las reuniones gastron¨®micas con los env¨ªos de correo electr¨®nico v¨ªa Internet, donde Azcona navega tan a gusto como en el medio televisivo. ?La televisi¨®n es el trabajo m¨¢s libre que he hecho?, dice.
Son un tr¨ªo de creatividad tan desbordante como su humor y asumen su primera aventura televisiva juntos como ?una serie de pel¨ªculas que se puedan ver hasta en la cocina?. El proyecto corre a cargo de la compa?¨ªa de Jos¨¦ Frade, con el realizador Felipe Vega al frente de la producci¨®n ejecutiva, y se barajan como t¨ªtulos Cr¨®nicas urbanas o Cosas de la vida .Aunque ¨¦sta es su primera experiencia televisiva, lleva su triple firma la pel¨ªcula Tranv¨ªa a la Malvarrosa. Por su parte, Azcona y Garc¨ªa S¨¢nchez hicieron dos episodios de La mujer de su vida , en TVE. El guionista escribi¨® dos cap¨ªtulos de La guerrilla, dirigida por Mario Camus, y en Italia realiz¨® para una serie de Maurizio Scaparro adaptaciones de El Quijote y del Adriano de Marguerite Yourcenar. ?La televisi¨®n y el cine deber¨ªan recurrir m¨¢s a la literatura. Deber¨ªa ser tarea de la televisi¨®n crear en los espectadores la costumbre de asomarse a la literatura?, opina Azcona.
Las historias de Manuel Vicent, recogidas el pasado a?o por Alfaguara en Los mejores relatos, son los cimientos del edificio televisivo cuyas plantas construye en estos momentos el tr¨ªo de agitadores. Su media de edad es, ?unos 50 a la sombra y 60 al sol?, asegura Vicent. Adem¨¢s de compartir los placeres de la comida en reuniones peri¨®dicas, Manuel, Rafael y Jos¨¦ Luis se env¨ªan mensajes de ordenador a ordenador. Ante la mesa, la tormenta de ideas es ?un chubasco? que riega el mantel de humor y deja migas de frases, escenas, secuencias, posibles actores... En el ordenador quedan ya los guiones que, previsiblemente el pr¨®ximo a?o, se materializar¨¢n en 13 episodios televisivos. Aunque sus propios encuentros servir¨ªan para un making off del oficio narrativo. Si Vicent dice ?aquella ma?ana?, Azcona traduce ?exterior d¨ªa? o, ahondando m¨¢s en el relato, ?gran escena en la cafeter¨ªa del tanatorio? y Garc¨ªa S¨¢nchez llevar¨¢ las c¨¢maras all¨ª, ?ese afterhours? que (coincide con Vicent), ?es tan agitado como un aeropuerto? y (agrega Azcona) ?est¨¢ lleno de gente con amor a la vida?.
?Son historias de varios seres urbanos. No es algo castizo, s¨®lo sobre Madrid, sino sobre seres cosmopolitas. El cielo est¨¢ lleno de espa?oles volando hacia ciudades de todo el mundo?, dicen los autores, y ellos visitar¨¢n en la serie Nueva York, Amsterdam, Bruselas, Roma, Par¨ªs...
?No queremos una serie de historias siempre con el mismo truco o el mismo protagonista. Habr¨¢ historias de ricos, pobres, j¨®venes, viejos...?, se?ala Azcona, quien reh¨²sa adoptar un punto de mira para una diana de audiencia espec¨ªfica. ?Trabajamos simplemente para los que ven la televisi¨®n. No para nadie en especial. Lo de pensar en un producto para el p¨²blico familiar es una tonter¨ªa, porque nadie sabe lo que le gusta al p¨²blico. Si alguien lo supiera, la banca lo contratar¨ªa. El gusto del p¨²blico cambia de un lunes para otro. Se dice que quiere ciertas cosas porque hay gente interesada en d¨¢rselas. El p¨²blico tiene que amortizar el aparato de televisi¨®n y las pone, porque como el televisor tiene algo de hipn¨®tico...?. Y agrega el veterano guionista: ?Los que m¨¢s saben del mundo del espect¨¢culo son los de Broadway, y manejan una m¨¢xima: "el entretenimiento tiene unas reglas inflexibles, reglas que nadie conoce?.
Serie viva y divertida
?Parece que la condici¨®n del momento actual en televisi¨®n es hacer series que sean de oficios, que se hagan en v¨ªdeo y que duren media hora. Pues nosotros vamos a llevar la contraria y vamos a hacer una teleserie que no es de oficios, realizada en cine y que dura una hora. Es un caso m¨¢s de desobediencia civil?, apunta Garc¨ªa S¨¢nchez, y puntualiza el guionista: ?Pretendemos hacer una cosa viva, divertida, que nos guste y que no nos pongamos coloraos a la hora de contarlo y que no nos llamen diciendo sois unos miserables. Si eso adem¨¢s le gusta a la gente y a los anunciantes...?. Vicent asiente con ellos: ?No tengo ning¨²n sentido de la propiedad, ning¨²n orgullo ni vanidad literaria, y todo lo que se le ocurra a esta pareja me parece que mejora sistem¨¢ticamente el texto. A ver qu¨¦ sale?.Lo que Manuel Vicent escribi¨® en las p¨¢ginas de EL PA?S y luego se convirti¨® en un libro ?son cr¨®nicas urbanas de un Madrid de los a?os ochenta?, y con sus amigos Azcona y Garc¨ªa S¨¢nchez Vicent trabaja ?en adaptar esos relatos a una sensibilidad de ahora, de final de milenio. Queremos que los espectadores se reconozcan en los personajes y su forma de hablar?.
?En 10 a?os, esta ciudad y este pa¨ªs han cambiado much¨ªsimo m¨¢s que en 100 a?os?, afirma el escritor valenciano, quien observa c¨®mo ?en la urbe hay de todo. Los asesinos conviven con los ascetas. Los yuppies hablan como los chelis. Los atracadores ahora son guapos; ya no tienen, como antes, la mirada torva. El crimen se ha modernizado. Los adolescentes hoy pueden atropellar a una anciana o matar a su madre?.
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