Tarde y mal

EL PORTAVOZ del Gobierno declar¨® el jueves, al t¨¦rmino del Consejo de Ministros, que el Ejecutivo ?no se lavar¨¢ las manos en el lodo de Do?ana?. Como frase, la referencia a Poncio Pilatos no tiene precio en medio de una cat¨¢strofe en la que el equipo de Aznar se ha mostrado m¨¢s eficaz para acusar a la Junta de Andaluc¨ªa que para buscar soluciones. Una semana despu¨¦s de que un r¨ªo de lodo t¨®xico arrasara los campos que flanquean el coto de Do?ana parece que al fin se han puesto de lado las diferencias pol¨ªticas y se ha creado un ¨®rgano conjunto para atajar la contaminaci¨®n.Las primeras decisiones, con la provisionalidad que exige la falta de informes cient¨ªficos m¨¢s definitivos, permiten al menos abrigar alguna esperanza. Por un lado, la empresa minera contaminante se ha comprometido a avanzar indemnizaciones a los agricultores afectados sin esperar a futuras decisiones judiciales. El recuerdo de lo sucedido con los afectados por la presa de Tous o por el s¨ªndrome de la colza basta para considerar positivamente esta decisi¨®n. Aunque es obvio que no acaban ah¨ª las responsabilidades de la empresa Boliden. El organismo administrativo tiene que asumir como propia la defensa de los intereses de los agricultores, porque, m¨¢s all¨¢ de las promesas p¨²blicas, es m¨¢s que probable que surjan diferencias a la hora de valorar cosechas o determinar el efecto econ¨®mico que tendr¨¢ la marea de lodo sobre la explotaci¨®n futura de esas tierras. El Gobierno y la Junta se han puesto tambi¨¦n a la tarea de trasladar el lodo a una mina en desuso. Por desgracia, hay suficientes precedentes en el mundo, alguno originado por esta misma empresa minera, que sirven de base para un trabajo de estas caracter¨ªsticas. Lo importante es asignar los recursos necesarios con la mayor celeridad. Al tratarse de una zona protegida de inter¨¦s universal, cabe recurrir a fondos europeos.

La cadena de desprop¨®sitos ocurrida tras la rotura del embalse ilustra lamentablemente sobre la irresistible tendencia de muchos pol¨ªticos a defender y acrecentar sus parcelas de poder al tiempo que rechazan cualquier responsabilidad en los momentos de conflicto. La creaci¨®n del centro de coordinaci¨®n formado por miembros de la Administraci¨®n central y la auton¨®mica abre alg¨²n portillo a la esperanza, aunque las discrepancias de criterio, los enfrentamientos pol¨ªticos y la propensi¨®n a eternizar los informes t¨¦cnicos pueden arruinar las buenas intenciones y minimizar su eficacia. La operaci¨®n de limpieza y recuperaci¨®n de los terrenos afectados es muy compleja, ardua y cara. Los primeros c¨¢lculos indican que costar¨¢ un m¨ªnimo de 23.000 millones de pesetas y puede llegar a los 30.000 millones. Ni el hasta ahora inoperante Ministerio de Medio Ambiente ni la Junta andaluza han explicado c¨®mo se financiar¨¢ la operaci¨®n, aunque la pague finalmente Boliden.

La prueba de fuego de que el Gobierno central y el auton¨®mico han conseguido articular una autoridad eficaz para enfrentarse a la grave amenaza que pesa sobre Do?ana es la retirada de los lodos t¨®xicos que ha provocado la riada, que es el paso que los expertos consideran que debe iniciarse inmediatamente. La urgencia de esta tarea se explica porque tales lodos deben ser retirados antes de que comience el periodo de lluvias abundantes en el parque, lo que suele suceder en octubre. Las lluvias extender¨ªan peligrosamente la contaminaci¨®n circundante. La retirada de los lodos pondr¨¢ a prueba no s¨®lo la capacidad del centro para cumplir la tarea en el plazo fijado, sino su eficacia en encontrar el lugar apropiado donde depositarlos y su firmeza para hacer frente a las protestas que provocar¨¢ su almacenamiento.