Alas con denominaci¨®n de origen
San Lorenzo de El Escorial acoge el primer criadero de mariposas aut¨®ctonas de Madrid
Su tarjeta de presentaci¨®n es el llamativo colorido de sus alas. Son mariposas aut¨®ctonas de la sierra madrile?a. No es que est¨¦n en peligro de extinci¨®n, aunque s¨ª son especies escasas y que no se pueden cazar. La Consejer¨ªa de Medio Ambiente quiere asegurarse de que estos lepid¨®pteros diurnos (a los nocturnos se les conoce como polillas, aunque t¨¦cnicamente no sea del todo correcto) no dejen de revolotear por la regi¨®n. Para criar una nueva comunidad, la consejer¨ªa ha levantado una caba?a en el arboreto Luis Ceballos, una inmensa maceta de 12.000 metros cuadrados con 50 especies de plantas distintas. La caba?a est¨¢ en la ladera del monte de Abantos (1.754 metros de altitud), en el t¨¦rmino municipal de San Lorenzo de El Escorial.El abuelito de las mariposas, Carlos G¨®mez de Aizpurua, un sexagenario de pelo cano que ha dedicado m¨¢s de la mitad de su vida a investigar lepid¨®pteros, ha introducido las primeras pobladoras de la caba?a. S¨®lo es el principio de lo que ser¨¢ una numerosa poblaci¨®n de cinco especies distintas. Dos de ellas, la Graellsia isabelae y la Eurodryas aurinia, est¨¢n protegidas, y "si decae su poblaci¨®n natural, se repoblar¨¢ con ejemplares criados en cautividad", explic¨® G¨®mez.
La pigmentaci¨®n de estas fr¨¢giles joyas aladas esconde informaci¨®n, es el DNI del animal que ayuda a distinguirlo de otras especies y, adem¨¢s, sirve para confundir a los depredadores y as¨ª evitar la ca¨ªda en sus fauces.
La caba?a tiene una superficie de unos cinco metros de largo por tres de ancho y "est¨¢ pensada para que en ella los lepid¨®pteros se sientan resguardados del viento y la lluvia, para que as¨ª cr¨ªen en ¨®ptimas condiciones", explic¨® G¨®mez. "En el suelo crecer¨¢n ortigas y otras plantas que sirven de alimento y escondite para las orugas que luego mudar¨¢n a mariposas", a?adi¨®.
Los lepid¨®pteros desarrollan cuatro fases en su vida: en la primera, s¨®lo son peque?os huevos que ponen las mariposas adultas. Luego se transforman en orugas, que, "por su feo aspecto, sufren pisotones y el desprecio de mucha gente", se lament¨® G¨®mez. La oruga muda a lo que se llama una cris¨¢lida, que es una c¨¢psula dura e impermeable en la que la mariposa se va formando en un proceso sorprendente: "Se trata de una metamorfosis celular. Las c¨¦lulas de la oruga se descomponen, se desordenan y se reagrupan ya con la forma de la mariposa. Es como si se construye una casa, se derriba, y con las mismas piedras, clavos y ladrillos se construye otra totalmente distinta pero sin que sobre una sola pieza", explic¨® el experto.
Si el tiempo acompa?a y la primavera se hace m¨¢s c¨¢lida, pronto nacer¨¢ toda una colonia en la nueva caba?a de mariposas de Madrid.
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