Un protagonista de la transici¨®n a la democracia
Juan Antonio Garc¨ªa D¨ªez fue un hombre t¨ªpico de la transici¨®n a la democracia. Alto funcionario, ten¨ªa una gran experiencia en el sector p¨²blico. Era un t¨ªpico hombre de centro, aunque el centro no sea nada, como algunos pretenden. En los momentos fluidos de la transici¨®n se integr¨® con Francisco Fern¨¢ndez Odr¨®?ez en aquel grupo socialdem¨®crata que acab¨® disolvi¨¦ndose en UCD.Participaba como el que m¨¢s de los entusiasmos por aportar a Espa?a un sistema democr¨¢tico que nos redimiera de las sombras del franquismo; pero no era un radical. Ministro de Comercio con Adolfo Su¨¢rez, luego ministro de Econom¨ªa y vicepresidente econ¨®mico de los Gobiernos de Calvo Sotelo, conoc¨ªa muy bien la medicina que necesitaba la econom¨ªa espa?ola, nuestra sociedad. Es curioso que si se hubieran de escribir los dec¨¢logos econ¨®micos de los distintos ministros de Econom¨ªa y Hacienda que han existido en Espa?a desde la transici¨®n, todos hubieran resultado muy parecidos, si no id¨¦nticos. Incluso entre muchos, por encima de sus diferencias, exist¨ªa vinculaci¨®n personal, previa a la pol¨ªtica, en ocasiones intensa.
Garc¨ªa D¨ªez era partidario de menos inflaci¨®n, el menor desequilibrio presupuestario posible, crecimiento moderado de las rentas, los grandes equilibrios de la econom¨ªa. Era, sin embargo, un antirreaccionario, receloso frente a la derecha franquista tradicional, persona de consenso y pacto.
Sus responsabilidades como vicepresidente coincidieron con una ¨¦poca m¨¢s bien negra para la econom¨ªa espa?ola, a causa de la crisis de 1980-1982, de dif¨ªcil manejo por razones econ¨®micas y pol¨ªticas: se hab¨ªa producido el golpe de Estado, Su¨¢rez hab¨ªa dimitido, UCD daba se?ales de divisi¨®n que no hicieron m¨¢s que agravarse en ese bienio, que concluy¨® con la destrucci¨®n de UCD y el triunfo abrumador del PSOE, en 1982; fueron momentos en que era imprescindible llegar a acuerdos con los protagonistas sociales, y ¨¦l fue part¨ªcipe y motor de dichos pactos; supo mantener los criterios firmes de esa pol¨ªtica hacia el logro de los equilibrios econ¨®micos, y la econom¨ªa espa?ola no dej¨® de mejorar en su periodo de vicepresidencia.
No tuvo la confianza plena de las organizaciones empresariales. Nunca pude entender por qu¨¦. Claro que entonces dichas organizaciones cre¨ªan, al menos alguno de sus miembros m¨¢s significativos, que lo acertado era lo que podr¨ªamos llamar alguna vuelta de tuerca a la derecha; los hechos inmediatos no confirmaron sus dotes prof¨¦ticas.
Persona de convicciones firmes en lo pol¨ªtico, tuvo un gran sentido del humor, a¨²n en los momentos m¨¢s tensos durante y despu¨¦s de su paso por la pol¨ªtica, que fue su culminaci¨®n de muchos a?os de servicio p¨²blico. Luego se adapt¨® a otro tipo de actividad; se recicl¨® con excelentes resultados como profesional libre y empresario. Sali¨® de la pol¨ªtica tan limpio como hab¨ªa entrado, sin m¨¢s bagaje a?adido que el del servicio prestado.
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