Condenan al jefe por acoso sexual, pero ella sigue en paro
Bel¨¦n Novoaha logrado la primera sanci¨®n penal para un acosador
, Bel¨¦n Novoa Prieto reconoce que no pensaba ganar el juicio, pero se equivoc¨®. La Secci¨®n D¨¦cima de la Audiencia de Barcelona la crey¨® a pies juntillas y por eso ha impuesto la primera condena por acoso sexual en el trabajo que ha dictado un tribunal espa?ol: 240.000 pesetas de multa y medio mill¨®n de indemnizaci¨®n por da?os y perjuicios.
Su abogada, Mar¨ªa Jos¨¦ Varela, que lleva 18 a?os defendiendo a v¨ªctimas de delitos sexuales, asegura que se trata de una condena menor, teniendo en cuenta que el fiscal pidi¨® dos a?os de c¨¢rcel, ?pero muy significativa?. Hasta que entr¨® en vigor el C¨®digo Penal esta conducta era considera una falta, pero desde hace dos a?os ya es delito.
El condenado ha sido Jos¨¦ Luis Balaguer Molina, el jefe de seguridad de un hipermercado de Barcelona en el que tambi¨¦n trabajaba como vigilante Bel¨¦n Novoa. El tribunal ha considerado que hubo persistencia en el acoso, que existen otros indicios para creer a la mujer y que ¨¦sta no actu¨® por venganza.
La sentencia considera probado que entre diciembre de 1996 y el 27 de febrero 1997 la mujer hubo se soportar comentarios y actos que evidenciaban el deseo sexual del hombre. El m¨¢s grave de todos fue exhibirle una pistola ?con expresi¨®n sarc¨¢stica?, afirma el tribunal, aunque en el juicio la mujer asegur¨® que le puso el arma cargada en la frente. Otras veces entr¨® en el vestuario cuando ella se estaba cambiando y en una ocasi¨®n la bes¨® en la boca.
Despu¨¦s de los hechos, la empresa de seguridad no le renov¨® el contrato a la mujer y ¨¦l tambi¨¦n fue despedido. Bel¨¦n Novoa, de 32 a?os, sigue en paro y explica que le gustaria encontrar un trabajo de esteticista, que es lo que ha estudiado. Un a?o despu¨¦s de pasar los hechos admite que sigue teniendo el miedo metido en el cuerpo y ahora m¨¢s con esa sentencia condenatoria. Su ex marido declar¨® a favor de ella en el juicio y siempre la apoy¨® en el proceso. Asegura que no siente ninguna satisfacci¨®n por la condena, y anima a las mujeres a que denuncien estas situaciones. ?Yo estuve unas semanas llorando sola en casa y eso es lo que no se debe hacer?, explica.
El sindicato UGT, en el que Bel¨¦n Novoa milita desde hace tiempo, espera que la sentencia sirva de revulsivo. Actualmente tiene abiertos en toda Catalu?a otros 13 casos similares, pero s¨®lo dos de ellos han llegado a los tribunales. Rosa Diumanj¨®, responsable de la mujer de la UGT catalana, participa del dicho de que siempre es preferible un mal pacto a un buen pleito. Por eso, cuando se denuncia un acoso sexual se procura llegar a un acuerdo econ¨®mico entre las partes sin que intervenga la justicia. A veces, sin embargo, es imposible, y el intento agrava la situaci¨®n y la mujer es agredida, como ha ocurrido hace unos d¨ªas en una empresa de Tarragona.
La abogada Mar¨ªa Jos¨¦ Varela se lamenta de que en este caso se haya insistido en que era la palabra de una mujer contra la de un hombre. ?Eso pasa en muchos delitos menores, en los que no hay testigos, sino s¨®lo una persona acusada y otra v¨ªctima. El tribunal puede absolver o condenar?.
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