?Es imprescindible viajar solo?
El Asia central ex sovi¨¦tica: de las estepas de Kazajist¨¢n a las cordilleras del Hindu Kush. Una regi¨®n m¨¢s grande que Europa occidental. Una tierra de imperios perdidos y antiguos kanes olvidados, de aluvi¨®n de pueblos hollada en su d¨ªa por los m¨¢s salvajes n¨®madas y atravesada por las caravanas. Una tierra en la que las estatuas de Lenin bajan de sus pedestales y se marchan no se sabe ad¨®nde, cediendo el puesto a los santones musulmanes, a los derviches, a los h¨¦roes ancestrales o a la nada. Una tierra y unas gentes en desesperada busca de identidad. Uzbekist¨¢n, Tayikist¨¢n, Kazajist¨¢n, Turkmenist¨¢n, Kirguizist¨¢n. El escritor Colin Thubron (Londres, 1939) recorri¨® 10.000 kil¨®metros por esas remotas rep¨²blicas en primavera y verano de 1992, reci¨¦n independizadas de Mosc¨², y escribi¨® una cr¨®nica de ese periplo: El coraz¨®n perdido de Asia (1994), que ahora publica Pen¨ªnsula en su colecci¨®n de viajes.
El de Thubron, novelista y autor de alabadas cr¨®nicas de viajes, es un libro apasionante y de una rara calidad literaria recorrido por un h¨¢lito tr¨¢gico, y en ¨¦l se describe el paisaje con hondo lirismo. Es tambi¨¦n un reportaje de una profundidad poco corriente sobre los seres humanos que pueblan el Asia central, con los que el autor ha intimado de forma excepcional. El libro est¨¢ lleno de im¨¢genes imborrables: la anciana uzbeka de Bujara que pasa el tiempo leyendo biograf¨ªas de mariscales sovi¨¦ticos, la proyecci¨®n de una pel¨ªcula porno en un cine destartalado de la kirguisa Osh, el matrimonio que consuma un ancestral rito de fertilidad en las despedazadas ruinas del palacio de los kanes de Kokand ...
Miedo
?Viajar solo es imprescindible?, dice Thubron, un hombre atractivo y de aspecto elegante al que cuesta imaginar abatido por el -mucho- vodka en un picnic turcomano cerca de Ashjabad (tal y como ¨¦l mismo se describe en un pasaje de su libro). ?Cuando viajas solo la gente te acoge con m¨¢s ganas, para suavizar tu soledad. Al viajar con otras personas, aunque sea nada m¨¢s con una, viajas en una burbuja de tu propia cultura, tiendes a mirar lo que te rodea con extra?eza. Cuando viajas solo, el extra?o siempre eres t¨²?. Pero para el viajero solitario es m¨¢s f¨¢cil ser presa del miedo. ?S¨ª, eres m¨¢s vulnerable. Eres m¨¢s sensible, y m¨¢s vulnerable?.
En su viaje al Asia central hubo momentos de peligro. ?En el Tayikist¨¢n, en las monta?as del Pamir, atraves¨¦ una zona de avalanchas, y el pa¨ªs estaba al borde de la guerra civil. De noche en la capital hab¨ªa tiros. Sin embargo, al viajar para escribir te pones en situaciones de peligro sin percibirlo demasiado, es como el periodismo?. Thubron, que acaba de regresar de un viaje de cuatro meses a Siberia, se?ala que en Asia central, para romper barreras con la gente, ten¨ªa la ventaja de su dominio del ruso, y de que conoce muy bien el islam. ?Por qu¨¦ Asia central? ?Quiz¨¢ porque era un desaf¨ªo. La URSS acababa de dejar libres a las rep¨²blicas y entonces estaban por primera vez abiertas?. ?Qu¨¦ encontr¨®? ?Cinco naciones que luchaban por hallar una identidad. Desde entonces nada fundamental ha cambiado. Sigue siendo una regi¨®n desesperadamente pobre, pero con cierta estabilidad. En mi opini¨®n, no va a cambiar mucho en el futuro, las viejas rep¨²blicas no volver¨¢n al comunismo ni caer¨¢n en el fundamentalismo isl¨¢mico, ni Rusia intentar¨¢ recuperarlas. Seguir¨¢n pobres y aisladas?.
En el libro se alternan los de talles pr¨®ximos, cotidianos, con cierta ¨¦pica al hablar de las antiguas civilizaciones consumidas, pero siempre hay un sentimiento eleg¨ªaco, de tristeza. Al cabo, el viaje parece estar jalonado por las tumbas: desde los salvajes t¨²
mulos de los n¨®madas a los monumentos a los ca¨ªdos en la guerra patri¨®tica, pasando por los sepulcros de profetas y santos, y la hermosa l¨¢pida de jade de Tamerl¨¢n, en Samarkanda. "Es cierto, no me daba cuenta de eso al escribirlo. Pero es que all¨ª la gente mira constantemente al pasado, hacia los ancestros, buscan crear o reencontrar un pasado, una historia, y su ¨²nica historia est¨¢ en las tumbas".
Thubron se identifica con viajeros como Freya Starck, Robert Byron y Patrick Leigh Fermor. "Procuro llevar al lector conmigo en el viaje y me considero un personaje falible. Mi forma de narrar es, creo, la m¨¢s honesta: explico c¨®mo siento que es el pa¨ªs que visito".
Babelia
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