?Radomir, te quiero?

Radomir Antic tuvo la despedida so?ada. Se fue del Calder¨®n por la puerta grande, con miles de gargantas fundidas en un solo grito, el c¨¢ntico de guerra de los buenos tiempos: ?Radomir, te quiero?. Tres a?os en el banquillo le han bastado al t¨¦cnico serbio para hacerse un hueco estelar en la historia del Atl¨¦tico: deja un doblete en las vitrinas y unas cuantas tardes de buen f¨²tbol en la memoria. Antic hizo grande al club rojiblanco y, m¨¢s all¨¢ de los ¨²ltimos resultados y de la catarata de conflictos que ha provocado a su alrededor, as¨ª se lo reconoci¨® el p¨²blico en una tarde cargada de emociones, de las que ponen la carne de gallina al m¨¢s fr¨ªo de los mortales.El nombre de Antic inund¨® la escena. Fue coreado antes, durante y despu¨¦s de la reuni¨®n, cuando ya la afici¨®n le oblig¨® a ponerse en pie, elevar los brazos y saludar desde el centro del campo hacia todos los rincones del p¨²blico, a emocionarse. ?S¨®lo puedo tener palabras de agradecimiento. Ser reconocido de esta manera se me va a quedar de por vida. Yo he luchado diariamente para hacer feliz a esta gente. Y todo el esfuerzo ha merecido la pena. Ha sido grand¨ªsimo. Son momentos en que las emociones son tan fuertes que las palabras sobran. A uno le cuesta sacar las l¨¢grimas, pero interiormente estoy llorando?.

Antic ya era el entrenador m¨¢s longevo de la convulsionada era Gil en el Atl¨¦tico. Desde ayer, puede presumir tambi¨¦n de ser el ¨²nico que ha terminado su ciclo entre ovaciones. A su d¨ªa, a su gran d¨ªa, no le falt¨® nada. Los seguidores hicieron la ola que el t¨¦cnico hab¨ªa pedido en la v¨ªspera y hasta un jugador, Caminero, aun a costa de recibir el reproche de sus compa?eros, se dirigi¨® hacia el banquillo a abrazarle.

La jornada era para ¨¦l, pero Antic fue generoso y la comparti¨® con algunos futbolistas para quienes la cita tambi¨¦n ten¨ªa un sabor especial. Pantic y Toni, que se ir¨¢n del Atl¨¦tico a final de temporada, jugaban por ¨²ltima vez en el Calder¨®n. Y por eso, porque ellos tambi¨¦n fueron protagonistas de los mejores d¨ªas del ciclo Antic, el serbio les regal¨® unos cuantos minutos de juego y, con ellos, el aplauso de la grada.