?ltimo suspiro del Oviedo para la permanencia
Tras siete derrotas consecutivas, se impuso al Celta
Todo en el f¨²tbol es muy relativo. La relatividad se demuestra domingo a domingo y en apenas dos semanas los h¨¦roes se convierten en villanos y viceversa. El Oviedo, tras siete jornadas perdiendo y con toda la pinta de un moribundo gan¨® al Celta, uno de los equipos de moda durante toda la temporada, el partido que le puede dar la salvaci¨®n. Al menos ya no es el m¨¢ximo candidato a la plaza de descenso directo. La misma hinchada ovetense que hab¨ªa despedido a sus jugadores entre insultos hace dos semanas, vitore¨® ayer a los jugadores azules despu¨¦s de una victoria tan trabajada como valiosa.El caso es que el Oviedo no ha cambiado. Como en partidos anteriores, saldados con tres derrotas consecutivas en el Tartiere, el equipo de ?scar Tabarez sigue teniendo encendido el piloto de la reserva de combustible. Eso s¨ª, en el momento supremo, cuando s¨®lo los m¨¢s optimistas daban un duro por ¨¦l, el equipo reg¨® el campo de sudor y, pareci¨¦ndose mucho m¨¢s al de la primera vuelta, fue un raro ejemplo de m¨¢xima efectividad. Cuando a los 11 minutos del segundo tiempo Iv¨¢n Iglesias pon¨ªa el 2-0 en el marcador, el Oviedo disparaba por primera vez a puerta. El tanto inicial, un autogol de Salinas, sirvi¨® para desconcertar a los vigueses y colocarlos a remolque ante un rival crecido, afortunado y dispuesto a dejarse la piel en su ¨²ltima tabla de salvaci¨®n.
Oviedo: Buljubasich; Moreno, Gamboa, Abel Xavier, Berto (Jaime, m
39); Iv¨¢n Iglesias (Amieva, m. 92), Onopko, Paulo Bento, Iv¨¢n Ania (Losada, m. 82); Juan Gonz¨¢lez y Dubovsky.Celta: Dutruel; ?scar Vales, Salinas, Djorovic, Geli (Ratkovic, m. 60); Karpin (Gudelj, m. 82), Mazinho, Ito (Cadete, m. 49), Mostovoi; S¨¢nchez y Mois¨¦s. Goles: 1-0. M. 8. Iv¨¢n Ania bota una falta, toca Dubovsky y Salinas marca en propia puerta. 2-0. M. 56. Internada de Jaime con env¨ªo al ¨¢rea peque?a, donde cabecea Iv¨¢n Iglesias. 2-1. M. 87. Mois¨¦s, de golpe franco directo. 3-1. M. 89. Iv¨¢n Iglesias asiste a Losada a boca de puerta. ?rbitro: Esquinas Torres. Mostr¨® tarjetas amarillas a Iv¨¢n Ania, Abel Xavier, Djorovic y Karpin. Campo Carlos Tartiere. Unos 23.000 espectadores.
Todo el primer tiempo fue un ejercicio de impotencia c¨¦ltica ante el ¨¢rea enemiga. El equipo vigu¨¦s se adue?¨® del bal¨®n y puso a Mazinho y Mostovoi a destilar su mejor producto, pero al llegar a las cercan¨ªas del ¨¢rea ovetense, el Celta fue demasiado rampl¨®n. S¨®lo vio porter¨ªa en un disparo de Mostovoi a la cruceta, y ello porque el Oviedo navegaba entonces en pleno desconcierto por una lesi¨®n de Berto, que oblig¨® a toda su cobertura a reorganizarse.
El Oviedo, que hab¨ªa salido indemne del primer tiempo, lamentando s¨®lo las malas noticias del marcador electr¨®nico, sali¨® en el segundo tiempo resignado a seguir haciendo de yunque ante los afanes del Celta por recomponer la situaci¨®n. Entonces, Irureta se ceb¨® en exceso, retir¨® a Ito para tener otro delantero m¨¢s, el portugu¨¦s Cadete, y el Oviedo, ante tres delanteros y con m¨¢s ox¨ªgeno en el centro del campo, se sinti¨® respirar a pleno pulm¨®n. Iv¨¢n Iglesias anot¨® el 2-0 y el Tartiere se convirti¨® en una gran fiesta. Quienes en las gradas no saltaban de j¨²bilo ser¨ªa porque se estaban pellizcando.
Con el partido perdido, el Celta vio algo m¨¢s de puerta y encaden¨® algunas llegadas ante el marco rival. Lo hizo siempre contra reloj y con la p¨®lvora muy mojada. La ausencia de Revivo se le hizo demasiado costosa a Irureta. No s¨®lo porque Mois¨¦s no hizo casi nada, sino porque Karpin y Mostovoi tampoco ten¨ªan su tarde rematadora.
Un acierto aislado del propio Mois¨¦s consigui¨® meter al Celta en el partido cuando apenas quedaban ya minutos para darle la vuelta al destino. S¨ª quedaba tiempo suficiente para que el Oviedo obtuviera petr¨®leo de la ¨²ltima acci¨®n brillante del mejor hombre en el campo, Iv¨¢n Iglesias. El Celta miraba a la porter¨ªa rival con cierta desesperaci¨®n cuando Iv¨¢n sorprendi¨® a la zaga viguesa, le dio el gol a Losada e hizo que todo el Tartiere respirara a pleno pulm¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.