Voto aburrido lejos de la inseguridad de Budapest

Al excesivo sol de este domingo de mayo, nadie dir¨ªa que en la adormecida y semivac¨ªa Miskolc se celebran unos comicios generales. Los colegios electorales, donde todo funciona envidiablemente, parecen un balneario en el que se aburren los responsables de las mesas, ciudadanos independientes y representantes de los principales partidos. En la ciudad ha ca¨ªdo como una bomba la noticia de que un hombre de 67 a?os se derrumb¨® fulminado inmediatamente despu¨¦s de depositar su papeleta. Es la noticia del d¨ªa.De Miskolc quedan muy lejos los titulares de la creciente inseguridad de Budapest o los atentados contra magnates o pol¨ªticos o los ajustes de cuentas entre mafiosos que han dado cierto sensacionalismo a la campa?a electoral y que la derecha ha utilizado contra el primer ministro Gyula Horn para acusarle de ineficacia.

Cada votante recibe dos enormes papeletas, la de una lista regional con los candidatos de los 12 partidos que concurren en todo el pa¨ªs y la que contiene los nombres de los aspirantes individuales en la circunscripci¨®n de que se trata. Un robo de papeletas el viernes ha obligado a sellar todas las dem¨¢s para garantizar la limpieza del proceso electoral. Tras identificarse y firmar, los votantes se?alan en una cabina aislada los candidatos de su preferencia y depositan las papeletas en una urna de cart¨®n precintada con el escudo de Hungr¨ªa.

En las listas individuales, por las que se cubren 176 de los 386 esca?os del Parlamento unicameral, se proclama vencedor el candidato que obtiene el 50% m¨¢s uno de los votos, algo excepcional en la primera vuelta. Si no se da el caso, la segunda ronda, prevista para el d¨ªa 24, queda para los que hayan obtenido m¨¢s del 15% de los sufragios, o para los tres mejor colocados.