Fin del todo o nada

LA ASAMBLEA del Sinn Fein, brazo pol¨ªtico del IRA, ratific¨® ayer casi por unanimidad el acuerdo de paz para Irlanda del Norte suscrito el pasado d¨ªa 10 por sus representantes, Gerry Adams y Martin McGuinness. Aunque los brazos pol¨ªticos de las organizaciones armadas tienden a rodear sus pronunciamientos de cierta intriga, el voto favorable se daba por supuesto una vez que el propio IRA se hab¨ªa pronunciado, el mi¨¦rcoles pasado, en favor de la ratificaci¨®n. El brazo armado hab¨ªa advertido, de todas formas, que no pensaba de momento entregar las armas, y Gerry Adams dijo ayer a los casi 2.000 delegados de la asamblea que no habr¨¢ paz hasta que no sean liberados todos los presos del IRA.Son cl¨¢usulas de estilo destinadas a subrayar que ambos procesos, desarme del IRA y liberaci¨®n de presos, deber¨¢n avanzar en paralelo en los dos a?os de plazo previstos en el acuerdo. En todo caso, nunca se hab¨ªa llegado tan lejos en un proceso de paz y seguramente por eso ha aparecido ya un IRA aut¨¦ntico -el nombre es ya toda una declaraci¨®n ideol¨®gica- que acusa de traici¨®n a la direcci¨®n oficial y se propone proseguir ?la guerra contra los brit¨¢nicos?. En los a?os setenta, un IRA provisional, del que formaban parte Adams y McGuinness, se escindi¨® de la tendencia marxista conocida como IRA oficial. Ambos dirigentes se sentar¨¢n con toda seguridad, tras las elecciones del 25 de junio, en el Parlamento de Irlanda del Norte, cuya constituci¨®n prev¨¦ el acuerdo de paz.

Para ello, la Asamblea del Sinn Fein, como antes lo hizo el IRA, aprob¨® tambi¨¦n una modificaci¨®n de sus Estatutos para autorizar la participaci¨®n en dicho Parlamento. Formar parte del mismo estaba prohibido para los republicanos por considerar que hacerlo equival¨ªa a un reconocimiento de hecho de la partici¨®n de la isla. Los provisionales -IRA y Sinn Fein- llegaron a la conclusi¨®n, a comienzos de los setenta, de que la ¨²nica soluci¨®n a la discriminaci¨®n de la comunidad cat¨®lica era la unificaci¨®n de la isla; el resultado de ese planteamiento de todo o nada ha sido m¨¢s de 3.000 muertos. Al aceptar participar en el Parlamento de Stormont, el IRA y el Sinn Fein no renuncian al objetivo final, pero se lo plantean de manera gradualista y no en t¨¦rminos de unificaci¨®n o muerte, lo que les permite, a su vez, guardar las armas. Esperemos que no de manera provisional.