Pol¨¦mica victoria de Dana International en Eurovisi¨®n

La canci¨®n Diva tal vez no se convierta en un ¨¦xito de ventas, pero su int¨¦rprete, Dana International, representante de Israel en el 43? Festival de Eurovisi¨®n, se ha convertido ya en una figura pol¨¦mica. Era la primera vez que una cantante transexual acud¨ªa al concurso, celebrado la noche del pasado s¨¢bado en Birmingham. Y adem¨¢s ganaba, en una de las votaciones m¨¢s re?idas de su historia. Aplaudida a rabiar por el p¨²blico presente en la sala de actos, Dana International suscita admiraci¨®n o cr¨ªtica feroz. No hay t¨¦rmino medio.

Gay Times , la revista que sirve de portavoz a la comunidad homosexual en el Reino Unido, asegur¨® antes del concurso que la victoria de Dana equivaldr¨ªa al reconocimiento oficial de uno de sus miembros. Horas despu¨¦s de haberse llevado un trofeo fabricado en la Escuela de Joyer¨ªa de Birmingham, ella misma asegur¨® sentirse ?en la gloria? y estar dispuesta ?a conquistar el mundo?. Para entonces, era ya un punto de referencia obligado entre los articulistas de la publicaci¨®n gay que m¨¢s la ha promocionado.En su tierra natal, sin embargo, las cosas pueden no ser tan sencillas. Rechazada por los pol¨ªticos y l¨ªderes religiosos m¨¢s extremistas de Israel, la presencia de Dana, antes Iaron Cohen, en Eurovisi¨®n constitu¨ªa una infamia para ellos. En pleno triunfo, la cantante hizo caso omiso de unos censores a los que ?perdon¨® los excesos cometidos al rechazarla?. Antes incluso de la votaci¨®n hab¨ªa declarado que no necesitaba sus consejos para sentirse aceptada por Dios. ?Soy tan jud¨ªa como ellos y tengo mi propia relaci¨®n con el Se?or?. Los homosexuales y lesbianas de Israel festejaron ayer como suya la victoria de Dana.

Tono previsible

El resto del festival repiti¨® ecos conocidos y reconocibles. Los pa¨ªses escandinavos se premiaron entre ellos una vez m¨¢s; Holanda, tal vez la mejor canci¨®n de la noche, agraci¨® a sus vecinos belgas y alemanes; Grecia y Chipre cumplieron con la tradici¨®n de otorgarse mutuamente la mejor puntuaci¨®n. Eslovenia, por su parte, protagoniz¨® el momento m¨¢s embarazoso de la velada. Concedi¨® 12 votos a Croacia, advirti¨¦ndole que deb¨ªa recordarlo en el futuro. Ulrika Johnson, sueca de nacimiento, y Terry Wogan, irland¨¦s afincado en Londres, estuvieron correctos como presentadores. Durante el intermedio, mientras la audiencia estrenaba el voto telef¨®nico, hubo una buena muestra de las m¨²sicas y culturas que conviven en el Reino Unido.Al final, Malta acab¨® en la cuneta con una dulce balada muy del gusto de Eurovisi¨®n. Los anfitriones brit¨¢nicos, por otro lado, a punto estuvieron de repetir la victoria de 1997. La BBC produjo el Festival con su eficacia habitual y Guildo Horn, el vistoso cantante alem¨¢n, cumpli¨® con su papel de buf¨®n. Para los estudiosos del festival queda averiguar si los votos de los telespectadores difieren como parece de los otorgados en a?os anteriores por los tradicionales jurados nacionales.