Insumisi¨®n de bares en Durango
El recorte del horario de cierre de bares, que entr¨® en vigor hace ocho meses, ha acabado con la paciencia de los hosteleros en Durango: llevan ya cuatro fines de semana de insumisi¨®n a la ley al prorrogar una hora la clausura de sus establecimientos. Los empresarios basan su desobediencia en el incumplimiento de la normativa en la mayor¨ªa de los municipios con el benepl¨¢cito de sus autoridades. El Ayuntamiento, gobernado por el PNV, afirma que est¨¢ "atado por la ley" y reprocha la "irresponsabilidad" de otros municipios y el Departamento de Interior. Los hosteleros se?alan que la sublevaci¨®n es mayoritaria. "S¨®lo hay algunos esquiroles". El Ayuntamiento habla de establecimientos concretos. "Son 16 y concentrados en una zona", matiza el jefe de la Polic¨ªa Municipal, Luis Bandr¨¦s. El caso es que las actas de infracci¨®n se agolpan: algunos bares tienen cuatro expedientes, por lo que es un mes, con la ley en la mano, se debe proceder a su clausura. Seraf¨ªn, del bar Maite en la calle Goienkale -en pleno casco viejo, donde est¨¢ la mayor concentraci¨®n de tascas-, encoge los hombros y se explica: "Hemos estado cumpliendo la ley seis meses, pero, al ver las grandes p¨¦rdidas que ten¨ªamos porque los pueblos de al lado incumpl¨ªan los horarios y la gente se iba, decidimos cerrar una hora m¨¢s tarde". A rajatabla La medida tuvo su respuesta por parte del Ayuntamiento de Durango, uno de los pocos municipios que tambi¨¦n hac¨ªa cumplir la anterior normativa, la de 1988. Empezaron las actas. "El Ayuntamiento est¨¢ siendo tan duro porque le ganamos un juicio el pasado a?o [el Tribunal Superior dict¨® una sentencia que consideraba al consistorio no competente en establecer horarios de cierre] y con el nuevo decreto ha aprovechado para aplicarlo a rajatabla", proclama Seraf¨ªn. Veinte metros m¨¢s abajo, C¨¦sar, due?o del Uda-berri, incide en los defectos pr¨¢cticos del decreto. "No puede ser que en Ermua haya garitos abiertos incluso hasta las siete de la ma?ana. Que se haga igual en todos los sitios; igual es mejor, empezamos a trabajar antes". Dos ca?as y un zurito. Dos tintos. C¨¦sar sirve consumiciones y vuelve a la carga: "Las dos y media es buena hora para cerrar estos bares, ?no? Tampoco vas a estar dando la murga hasta las cuatro", exclama, buscando asentimiento a su discurso. Jos¨¦ Luis, propietario de la Chantonesa, otro de los bares tradicionales de Goienkale, es m¨¢s dr¨¢stico. "Se quieren cargar Goienkale. Normalmente las multas vienen aqu¨ª. Yo creo que si el Gobierno saca un decreto, deber¨ªa ser igual para todos, ?o es que s¨®lo hay autoridad para poner multas?". Jos¨¦ Luis aduce que el baj¨®n econ¨®mico ha sido "tremendo". Seraf¨ªn, el del Maite, incluso cuantifica: "Esa hora de menos supone 300.000 pesetas al mes". Isidoro S¨¢nchez, teniente de alcalde de Durango, gesticula con constancia en su despacho en el Ayuntamiento. "Tenemos un decreto de obligado cumplimiento y una sentencia del Tribunal Superior que dice que no somos competentes. ?Qu¨¦ haces ante eso? Lo incre¨ªble es que se plantee esto a un ayuntamiento que no hace m¨¢s que cumplir la ley". S¨¢nchez comparte la reivindicaci¨®n de los hosteleros de que no haya excepciones y asegura que lo ha reclamado varias veces a instancia superiores, sin resultado positivo. Culpa a Interior y a los alcaldes que incumplen el decreto. "Hay una irresponsabilidad manifiesta de cargos pol¨ªticos y policiales, que deben tomar medidas para que se aplique de forma homog¨¦nea o se consens¨²e. O cumplimos la ley todos o va a llegar un momento en que no la cumpla nadie". Seg¨²n sus datos, s¨®lo su municipio y el vecino de Amorebieta hacen respetar los horarios en la comarca. La situaci¨®n puede agravarse sobremanera dentro de un mes, cuando las actas de infracci¨®n hayan superado todos los tr¨¢mites y se deba dictar la clausura. "Vamos a ver que pasa", dice Seraf¨ªn lac¨®nicamente. "Si nos cierran, iremos al Ayuntamiento con la tienda de campa?a", advierte Jos¨¦ Luis. En el Ayuntamiento predomina la cautela. "Esperemos que antes de que concluyan los expedientes haya novedades y la aplicaci¨®n de la ley se extienda a todos los municipios", se?ala el teniente de alcalde. Incluso se piensa en pasar la pelota al Gobierno. "Por la ley podemos pasar las actas de infracci¨®n al Departamento de Interior para que decida ¨¦l la clausura", recuerda Luis Bandr¨¦s.
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