Alba?iles por un d¨ªa

Si los universitarios montan una barrilada o un festival para poder pagarse una parte de los gastos que genera su viaje fin de carrera suele surgir el mismo comentario: "s¨®lo saben buscar excusas para montar una fiesta". Pero desde que en 1969, la Escuela de Arquitectura T¨¦cnica de la Universidad de Sevilla cre¨® el Certamen de la Construcci¨®n (Cercon) esta frase se ha convertido en un simple prejuicio. En este certamen se instalan puestos en el recinto de la Escuela que se alquilan a fabricantes, dise?adores e intermediarios del mundo de la construcci¨®n en sus ramas m¨¢s variopintas. A estas exposiciones se les han unido, con el paso de los a?os, concursos de alba?iler¨ªa, pases de estudiantes y profesores con trajes de seguridad, barriladas y conferencias sobre construcci¨®n. Gracias a esta iniciativa, el Certamen de la Construcci¨®n, celebrado entre finales de abril y principios de mayo, representa el 50% de los ingresos para el viaje fin de carrera de Arquitectura T¨¦cnica y, adem¨¢s, supone un momento de contacto intenso entre los estudiantes y los profesores. Ignacio Oca?a, uno de los organizadores del viaje de este curso, s¨®lo ten¨ªa palabras de entusiasmo para todo lo que estas jornadas han generado: "La colaboraci¨®n de los profesores es total, ya que muchos de ellos fueron los estudiantes que crearon el Cercon hace treinta a?os para su viaje fin de carrera. Algunos participan como modelos en el desfile de trajes de seguridad". Cuando en 1969 el actual Profesor Coordinador de Cercon, Manuel Ja¨¦n S¨¢nchez, junto con otros futuros Aparejadores, fue a empresas sevillanas para exponer su proyecto de crear el Certamen, la idea levant¨® un entusiasmo enorme. "Hasta los a?os ochenta no empez¨® en Sevilla la Feria de la Construcci¨®n, y nuestra iniciativa supuso para los fabricantes disponer de un espacio donde exponer sus productos en un momento dulce para las constructoras. El ¨¦xito de la primera edici¨®n fue de tal magnitud que el recinto de la Escuela se llen¨® de puestos y hubo que instalar m¨®dulos prefabricados", explica Manuel Ja¨¦n. "Incluso", a?ade, "acudi¨® a cantar un grupo tan importante en el momento como Los Brincos y pudimos pagarnos un viaje a Italia de 15 d¨ªas por todo lo alto". Cercon ha pasado por altibajos: "Cuando empez¨® a celebrarse la Feria de la Construcci¨®n hubo un bajada en la asistencia de fabricantes de materiales y tuvimos que agudizar el ingenio para atraer a otras empresas del sector en las que no se piensa en principio, como pueden ser fabricantes de trajes de seguridad, academias de dise?o gr¨¢fico por ordenador, bancos o las empresas p¨²blicas encargadas del suministro de agua. Nunca se ha podido llegar al nivel de ingresos que se recaudaron los primeros a?os, pero cada edici¨®n del certamen la cooperaci¨®n entre profesores y alumnos ha aumentado de manera espectacular". El d¨ªa m¨¢s concurrido de las jornadas de este a?o fue el del concurso de alba?iler¨ªa. Cuando a las diez de la ma?ana vino un cami¨®n con vallas met¨¢licas, una m¨¢quina para hacer mezclas y un contenedor de ladrillos, los estudiantes de todo el campus acudieron en masa a ver qu¨¦ ocurr¨ªa. Una vez colocada la valla frente a la puerta de la Escuela, entraron cuadrillas de estudiantes de Arquitectura T¨¦cnica con sus cascos y paletas. Ten¨ªan cinco horas para llevar a cabo un banco de dise?o a partir de un plano. El coordinador en esta ocasi¨®n, Antonio Gapel, destac¨® el esp¨ªritu de participaci¨®n que reina entre los inscritos en el concurso: "Aqu¨ª no se gana mucho, simplemente algo simb¨®lico como una sudadera o un libro. Para muchos estudiantes el concurso supone coger por primera vez un ladrillo y una paleta". A las doce del mediod¨ªa ya pod¨ªan reconocerse los primeros esbozos de lo que ser¨ªan los bancos y los hab¨ªa que estaban ejecutados con oficio y otros que parec¨ªan una escultura surrealista. Uno de los concursantes, Arturo Viola, explicaba el construido por su cuadrilla: "Hay huecos entre ladrillo y ladrillo, pero creo que el jurado debe tener en cuenta que esto puede ser el inicio de ceniceros de dise?o para bancos de dise?o".

El autor de este texto y su foto son Jos¨¦ Guti¨¦rrez Fern¨¢ndez y Pablo Mart¨ªnez Cousinou respectivamente, estudiantes de Periodismo en la Universidad de Sevilla. La coautora del texto publicado en esta secci¨®n bajo el t¨ªtulo Hablar para moverse es Carmen Prieto y no Carmen Patricio, como se dijo el 29 de abril.