La Ertzaintza presiona a sus agentes para que no coman con la Guardia Civil. Antes de la prohibici¨®n com¨ªan en La Salve un centenar de "ertzainas"

Responsables de la Comisar¨ªa de la Ertzaintza de Bilbao ha acabado por impedir a la mayor¨ªa de sus agentes que acudan al comedor del cuartel de la Guardia Civil de la Salve. La direcci¨®n ha recurrido al reglamento interno, que impide a los patrulleros alejarse de su zona de control, para evitar que m¨¢s de un centenar de ertzainas comieran por 350 pesetas en la cantina de la Guardia Civil junto a agentes de otros cuerpos, seg¨²n se denuncia en el bolet¨ªn informativo de CC OO-Ertzaintza. Desde que arreciaron los ataques contra las patrullas de la Ertzaintza sus miembros tiene problemas para encontrar un lugar seguro en el que dejar el coche, y comer bien y barato, en los apenas 60 minutos de que disponen. Aunque la ¨²ltima medida de la direcci¨®n para impedir las visitas al comedor de La Salve es legal, la central sindical asegura que llevaba varios a?os sin cumplirse a rajatabla, y que no se ha adoptado una medida similar para los partrulleros de la seguridad de la zona de Zabalburu que suelen salir de su zona para comer en el batzoki de Castrejana. "La recuperaci¨®n de esa instrucci¨®n interna deja al descubierto el nivel de politizaci¨®n que asfixia a la Ertzaintza", censura CC OO, que observa una intencionalidad ideol¨®gica en la prohibici¨®n. Portavocesde Interior indicaron a este peri¨®dico que hasta el lunes no ser¨ªa posible obtener la versi¨®n de la Ertzaintza sobre la cuesti¨®n.La cantina del cuartel de La Salve se hab¨ªa convertido en un comedor c¨®modo, barato y seguro para los ertzainas. Desde que el entorno violento del MLNV les eligi¨® como blanco de sus operaciones, los patrulleros ten¨ªan problemas para comer con tranquilidad y sin llamar la atenci¨®n, hasta que descubrieron un restaurante cerca del cuartel de La Salve. La Guardia Civil se ofreci¨® a custodiar los veh¨ªculos en su aparcamiento mientras com¨ªan. As¨ª comenz¨® una relaci¨®n que desemboc¨® en una oferta del propio cuerpo para que no s¨®lo aparcaran sus coches, sino para que adem¨¢s comieran en la cantina del cuartel. Al principio fueron unos pocos ertzainas, pero al correrse la voz el bar del cuartel se llen¨®. Seg¨²n el bolet¨ªn informativo de CC OO-Ertzaintza, m¨¢s de un centenar de ertzainas llegaron a frecuentar a diario el cuartel para comer por 350 pesetas, incluida la bebida. Tambi¨¦n acuden polic¨ªas municipales y nacionales.