Delors propone reforzar la legitimidad democr¨¢tica del "gobierno" comunitario

Pasar por las urnas al pr¨®ximo hombre fuerte de Bruselas para reforzar la legitimidad democr¨¢tica de la Comisi¨®n Europea. Esta es la propuesta fundamental aprobada ayer por el consejo de la Fundaci¨®n Nuestra Europa que encabeza el antiguo titular de la Comisi¨®n, Jacques Delors. El propio Delors detallar¨¢ hoy p¨²blicamente la propuesta.Suscribieron el plan presentado por Jacques Delors todos los componentes del consejo, de distintas adscripciones pol¨ªticas, desde Felipe Gonz¨¢lez y Mario Soares a Jordi Pujol, pasando por Rud Lubbers, Karl Lamers, Fran?ois Bayrou y Etienne Davignon, entre otros.

Este paso a trav¨¦s de las urnas del sucesor de Jacques Santer no supone a¨²n propugnar una elecci¨®n directa del pr¨®ximo presidente de la Comisi¨®n Europea. Lo que significa es un paso adelante hacia esa perspectiva, se concluy¨® ayer en la reuni¨®n de Bruselas. ?Por qu¨¦? Porque la elecci¨®n directa ir¨ªa contra el actual Tratado de la Uni¨®n y requerir¨ªa una nueva reforma previa, en la medida en que el texto b¨¢sico otorga el poder de selecci¨®n del presidente al Consejo Europeo, la cumbre de jefes de Estado o de Gobierno.

Pero tanto el Tratado de Maastricht como el de Amsterdam -que a¨²n no est¨¢ en vigor- dejan resquicios para incrementar la v¨ªa democr¨¢tica por la v¨ªa de los hechos. Ninguno de los dos textos proh¨ªbe que los partidos pol¨ªticos, tanto a nivel nacional como a nivel europeo, concierten previamente a las elecciones al Parlamento Europeo de junio de 1999 los nombres de sus respectivos candidatos -y su programa- destinados a presidir el ejecutivo comunitario. Y los sometan, junto a la lista nacional oficial, a consulta del electorado.

Campa?a personalizada

Eso personalizar¨ªa la campa?a y la imagen de la Uni¨®n Europea (UE), una construcci¨®n a¨²n bastante abstracta a ojos de los ciudadanos comunitarios. Los candidatos afrontar¨ªan sus debates en todos los Estados miembros. El candidato presidencial del partido ganador en los comicios a la Euroc¨¢mara quedar¨ªa en inmejorable posici¨®n para obtener la designaci¨®n al cargo, siempre competencia de los jefes de Gobierno.La propuesta de Nuestra Europa no detalla todas las variantes posibles: por ejemplo, el Parlamento podr¨ªa proponer al Consejo Europeo al candidato que concite mayor consenso, aunque sea el del segundo partido.

Lo que s¨ª propugna claramente son cuatro mecanismos para conseguir este pase por las urnas. A saber, cada partido propondr¨ªa un candidato y se comprometer¨ªa a defenderlo; algunos primeros ministros bendecir¨ªan, de entrada, la idea; los partidos se comprometer¨ªan a mantener el pluralismo en la Comisi¨®n y el Consejo Europeo mantendr¨ªa de este modo su competencia de elegir, pero muy influida por la orientaci¨®n de los votantes.

El plan, entregado ya a los presidentes del PSE, el alem¨¢n Rudolf Scharping, y del PPE, el belga Wilfried Maertens, ha suscitado simult¨¢neamente entusiasmos y reticencias en los c¨ªrculos de la pol¨ªtica europea que conocen su orientaci¨®n.