La hora cumbre

Cualquiera que sea el estado actual de los equipos, la final de la Liga de Campeones enfrenta esta noche a dos colosos del f¨²tbol europeo. Sin embargo, en casi medio siglo de historia, el Madrid y el Juventus no se han medido nunca en una final europea. Raz¨®n a?adida para celebrar un duelo esperad¨ªsimo por la tradici¨®n de los contendientes, por la calidad de los jugadores y por la incertidumbre que pesa sobre el Real Madrid. En Amsterdam tiene la ¨²ltima oportunidad de salvar su prestigio despu¨¦s de una temporada decepcionante. S¨®lo en Europa ha funcionado con categor¨ªa. Es dif¨ªcil esperar una sorpresa en la Juve. Juegue bien o lo haga mal, ser¨¢ un equipo reconocible, fiel a los principios que maneja desde hace varios a?os: un equipo rocoso, de una vitalidad extraordinaria, extremado en la atenci¨®n en los detalles, con el vigor t¨ªpico de los equipos italianos y el factor a?adido que supone la presencia de Zidane y Del Piero, dos jugadores decisivos.Del control que se tenga de ellos depender¨¢ en gran parte la suerte del encuentro, aunque su sentido colectivo est¨¢ fuera de toda duda. Lo t¨¢ctico tampoco importa demasiado en un equipo adaptable, que anuncia un 3-4-3, que es un 5-3-2, que se convierte en un 4-3-3, que se transforma en un 4-4-3. En el equipo de Lippi est¨¢n todas las variantes y a veces se ejecutan durante un partido.

Si el Juventus es un equipo trabajado en todos los aspectos -t¨¢ctico, f¨ªsico y mental- se debe especialmente a la obra de su entrenador y a su largo periodo al frente de un equipo que finalmente acab¨® con el imperio del Milan. En este punto, el Real Madrid tambi¨¦n es producto de su obra: un entrenador por a?o, la ausencia de un proyecto a largo plazo, la proyecci¨®n de mensajes difusos o contrapuestos.

De Valdano a Capello, de Capello a Heynckes, de Heynckes a...Esta falta de modelo se ha concretado m¨¢s que nunca esta temporada. Hay un sentimiento de frustraci¨®n en el madridismo que s¨®lo puede remediar la victoria en la Copa de Europa, el torneo sobre el que se construy¨® el mito del club. Pero tambi¨¦n el torneo inalcanzable desde hace 32 a?os, una brecha enorme en el tiempo.

El Madrid acude a la final con la misma provisionalidad que ha presidido toda la temporada. Sin embargo, no se le puede colocar la etiqueta de v¨ªctima. Llegado a este punto, el Madrid puede ser un equipo temible para cualquiera. Jugador por jugador es capaz de competir y superar a la Juve. Varios de sus futbolistas ser¨¢n fundamentales en sus selecciones en la pr¨®xima Copa del Mundo y no conviene desestimarlos para el partido de esta noche.

El problema del Real Madrid ser¨¢ tapar todas las deficiencias que ha manifestado. La obra se antoja dif¨ªcil porque el f¨²tbol tambi¨¦n es cuesti¨®n de mecanismos y persistencia.

En este sentido, ha sido un equipo indolente y poco preparado para responder a problemas t¨¢cticos. Y t¨¢ctica es lo que le va a proponer el Juventus. Sobre la actitud no hay duda: el Real Madrid combatir¨¢ como nunca porque la ocasi¨®n lo merece.

Otro factor ser¨¢ el estado de necesidad. Adem¨¢s de la gloria, el conjunto madridista se juega la presencia en la pr¨®xima edici¨®n de la Liga de Campeones. C¨®mo actuar¨¢ esta tensi¨®n frente a un rival que ha conseguido el campeonato italiano, ser¨¢ una clave crucial.

Pero el asunto definitivo pasa por comprobar si los jugadores est¨¢n a la altura de su prestigio o est¨¢n a la altura de sus decepcionantes prestaciones esta temporada.