Apoteosis final de curso
ROSA SOLBES Si yo fuera miembro de alg¨²n Consejo Escolar, me lo pensar¨ªa muy mucho antes de pedir ense?anza en un idioma extranjero. Y no por xenofobia, ni nacionalismo pacato y excluyente, sino por precauci¨®n, porque el gafe parece perseguir a nuestro conseller Camps cada vez que se saca de la manga alguna maravilla futurista. A¨²n se recuerda allende las fronteras cuando la escuela que sirvi¨® de incomparable marco para la foto del proyecto pionero llamado Infocole se vino abajo en el momento m¨¢s inoportuno. Y si esto ocurri¨® con la cibern¨¦tica, qu¨¦ no podr¨ªa pasar con la ling¨¹¨ªstica que es, al fin y al cabo, materia m¨¢s vetusta. Hay colegios de Primaria en condiciones lamentables (s¨®lo un ejemplo: Manises). Y muchos de ellos no podr¨¢n admitir alumnos de tres a?os al menos, mientras no se vayan los de ESO. En un 80% de los casos, los primeros cursos de Secundaria est¨¢n imparti¨¦ndose en centros de Primaria, con el consiguiente desbarajuste. Los edificios no son de chicle, y parece que el asunto va para largo. As¨ª, no es extra?o que profesores, padres y alumnos se subleven en este apote¨®sico final de curso. En Elche y Alicante protestan por la ruptura que se produce entre ciclo y ciclo (s¨®lo en los p¨²blicos, claro). Las APA del Alt Pal¨¤ncia se indignan por la supresi¨®n del centro de ESO que estaba previsto. En Les Valls hace a?os que esperan un instituto: son 500 alumnos y est¨¢n refugiados en barracones. El Benlliure, de Valencia, ha de ser demolido, y ¨¦sta es la hora en que el Ferrer i Gu¨¤rdia y el Orriols se enteran de que tienen que repartirse a 1.200 chavales a base de comprimir clases, suprimir actividades y talleres...y, por supuesto, habilitar turnos de tarde (?y qu¨¦ pasa, ?oras y ?ores, con la armon¨ªa familiar en tan cr¨ªticas edades?). Muchos centros carecen de las aulas y el profesorado necesarios para la aplicaci¨®n de la LOGSE, y el Ayuntamiento de la capital europea del mundo mundial que se dedica a estudiar los deberes de los ciudadanos, prefiere (cosas del mercado) alquilar sus solares para que se celebran bonitas bodas, bautizos y comuniones. El itinerario pedag¨®gico de muchos chavales se convierte, as¨ª, en una variante de los viajes de Ulises en la que pasan m¨¢s tiempo de okupas a la fuerza que de leg¨ªtimos detentadores de un derecho fundamental. En tres a?os, nada m¨¢s se han construido siete centros nuevos de los 57 previstos (ninguno de Valencia y Alicante), y s¨®lo se han adecuado 10 de 82. En las zonas rurales, algunos habr¨¢n de desplazarse hasta 80 kil¨®metros diarios, y otros estudiar en r¨¦gimen de internado (m¨¢s convivencia familiar). Los sistemas de admisi¨®n y adscripci¨®n favorecen a los centros privados... Por no hablar de la nueva Formaci¨®n Profesional, cuya generalizaci¨®n deber¨ªa iniciarse el pr¨®ximo curso, ya que es la ¨²nica homologable en el mercado de trabajo de la Uni¨®n Europea. As¨ª, las sedes de Educaci¨®n son estos d¨ªas el rompeolas de todas las indignaciones. En una de las ¨²ltimas concentraciones con silbato, esos alumnos, a los que se promete el siglo XXII mientras se les devuelve al XII, gritaban indignados: "Si somos el futuro...?por qu¨¦ nos d¨¢is por culo?". (El ordenador no reconoce esta vulgaridad, y la subraya en rojo. Quiz¨¢ traduci¨¦ndola al biling¨¹e...)
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