Pedro Ruiz

MIGUEL ?NGEL VILLENA Los veteranos brigadistas internacionales hicieron su entrada en el paraninfo, entre una atronadora y emotiva ovaci¨®n, arrastrando sus cuerpos cansados, pero con una mirada libre y vitalista que pod¨ªa ser la envidia de cualquier joven. Corr¨ªa el mes de noviembre de 1996 y la Universidad de Valencia fue la ¨²nica instituci¨®n p¨²blica que recibi¨® como se merec¨ªan a aquellas gentes que ofrecieron sus mejores a?os, algunos incluso sacrificaron su vida, por una causa noble. Con la solemnidad de un rector, pero con la pasi¨®n de un historiador y el coraje de un ciudadano comprometido con su tiempo, Pedro Ruiz presidi¨® la sesi¨®n y dedic¨® unas conmovedoras palabras a aquellos ancianos luchadores por la libertad. Asist¨ª a las clases de Pedro Ruiz en mi ¨²ltimo curso universitario y por ello puedo hablar con conocimiento de causa de este profesor que, como muchos otros, ha sabido ser fiel a su tierra y abrirse al mundo; defender sus ideas progresistas, pero escuchar las opiniones de los otros; dirigir y moderar; y que ha mostrado un entusiasmo por la ense?anza como una opci¨®n de vida y no como un trabajo funcionarial. El perfil de este ilicitano, hijo de inmigrantes y radicado desde hace a?os en Valencia, le ha servido para lograr la mayor¨ªa absoluta en las recientes elecciones al rectorado. Al igual que sus colegas Andr¨¦s Pedre?o y Fernando Romero, el rector de Valencia se erige en s¨ªmbolo -aunque la palabra suene pomposa- de unas universidades que han resistido en los ¨²ltimos a?os los embates de la reacci¨®n y la sinraz¨®n, que han apostado por un espacio de libertad. En un pa¨ªs que tantas veces ha despreciado cuanto ignoraba, donde patanes de la pol¨ªtica han pisoteado las letras y las artes, en una tierra que ha visto morir a tantos de sus intelectuales en el exilio, que alguien como Pedro Ruiz haya sido elegido rector supone una magn¨ªfica noticia. Porque demuestra que una mayor¨ªa de universitarios ha elegido a un profesor libre y culto para que los represente.