El festejo acab¨® en el Bernab¨¦u
La plantilla ofrece la copa ante 90.000 aficionados que abarrotaron el estadio
La fiesta madridista acab¨® en su casa, en el Santiago Bernab¨¦u.All¨ª, en el templo del Real Madrid, unos 90.000 aficionados coreaban los nombres de los h¨¦roes de Amsterdam. Hab¨ªa aficionados que ya estaban all¨ª desde las 19.00. La pantalla del campo mostraba la llegada de los jugadores en coches descapotables. Los c¨¢nticos de "?Madrid!", "?Campeones, campeones!" y "?N¨²?ez... saluda al campe¨®n!" eran los m¨¢s coreados.Ni?os acompa?ados por sus padres, ancianos, curiosos, socios y simples aficionados... Los hab¨ªa quienes por primera vez en su vida ve¨ªan el Bernab¨¦u por dentro. "Es lo m¨¢ximo, es alucinante", comentaba un joven.
A las 22.15, las luces que iluminaban el campo se apagaban. La penumbra llegaba a todos los rincones, el clamor sub¨ªa de tono y un animador comenz¨® a anunciaba los nombres de los jugadores. El primero en pisar el c¨¦sped fue Karanka. Antes, un grupo de veteranos ilustres como Pirri o Zoco, ya hab¨ªan aparecido sobre el c¨¦sped y esperaban sobre una tarima la aparici¨®n de los campeones de Europa. El nombre de Heynckes tambi¨¦n fue coreado por parte de la afici¨®n cuando pis¨® la hierba del Bernab¨¦u. Panucci y Ra¨²l utilizaron unas grandes banderas madridistas como una improvisada muleta para dar pases taurinos al viento. Uno de los momentos m¨¢s emocionantes y esperados por los 90.000 hinchas fue cuando el montenegrino Pedja Mijatovic apareci¨® sobre el campo. El resto de jugadores se abraz¨® al autor del gol que llev¨® a las vitrinas del Madrid la s¨¦ptima Copa de Europa. Despu¨¦s, el presidente Lorenzo Sanz elogi¨® a la afici¨®n y prometi¨®: "Ahora, vamos a por la octava". El trofeo apareci¨®, despu¨¦s, ante los ojos de los aficionados de las manos del capit¨¢n blanco, Sanch¨ªs. El esplendor de los fuegos artificiales volvi¨® a iluminar el Bernab¨¦u, que ensordec¨ªa por los gritos de emoci¨®n y las explosiones pirot¨¦cnicas. Tras una vuelta de honor del equipo pusieron el broche a la noche m¨¢s blanca de los ¨²ltimos tiempos.
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