Emprender para exportar

Con la participaci¨®n en la fase final de la uni¨®n monetaria (UME) la econom¨ªa espa?ola acelera su homologaci¨®n formal y macroecon¨®mica con las m¨¢s avanzadas de Europa. Las divergencias en las variables nominales tender¨¢n a reducirse a¨²n m¨¢s y, aunque a un ritmo quiz¨¢s menor, tambi¨¦n lo har¨¢n las regulaciones e instituciones que presiden la actividad econ¨®mica. Llegar¨¢ un momento en el que las explicaciones al comportamiento diferencial de las distintas econom¨ªas no podr¨¢n ser tan dependientes del entorno y de las actuaciones o inhibiciones de los gobiernos como todav¨ªa lo son. Entonces habr¨¢ que recurrir a ese factor, ya esencial aunque velado por las todav¨ªa importantes divergencias de car¨¢cter estructural, que es la capacidad empresarial, la calidad relativa de quienes gobiernan las empresas.La relativamente intensa y concentrada integraci¨®n de la econom¨ªa espa?ola en la UE, en un periodo en el que ¨¦sta concretaba sus proyectos m¨¢s ambiciosos, ha constituido el est¨ªmulo m¨¢s importante al fortalecimiento de la funci¨®n empresarial y, desde luego, el mecanismo m¨¢s eficaz de selecci¨®n de jugadores en la nueva escena que tanto en Europa como en el conjunto de la econom¨ªa mundial iba dise?¨¢ndose. La venta a extranjeros o la directa liquidaci¨®n fue la respuesta que adoptaron no pocos empresarios a esa suerte de "darwinismo" integrador que la ¨²ltima recesi¨®n agudiz¨®. La capacidad competitiva del actual censo empresarial no s¨®lo estar¨ªa acreditada por esa condici¨®n de sobrevivientes, sino por la m¨¢s expresiva evoluci¨®n del sector exterior de la econom¨ªa en los ¨²ltimos a?os.

En el dinamismo de las exportaciones espa?olas concurren factores comunes a los de otras econom¨ªas europeas, pero tambi¨¦n rasgos espec¨ªficos que dan cuenta de un comportamiento m¨¢s favorable, de un talante menos defensivo del mercado dom¨¦stico que el de hace pocos a?os, generador de aumentos de cuota en los mercados exteriores. Con independencia de las m¨¢s favorables condiciones del entorno -tipo de cambio frente a las principales monedas europeas m¨¢s pr¨®ximo al equilibrio y excepcional saneamiento financiero de las empresas- existen indicios que apuntan a un favorable cambio de las empresas espa?olas en relaci¨®n a su proyecci¨®n internacional. Los resultados de la investigaci¨®n de J.A. Alonso y V.Donoso ("Competir en el exterior", ICEX, 1998) as¨ª lo ponen de manifiesto.

Sobre la base de una amplia y bien elaborada encuesta a empresas exportadoras y de rigurosos m¨¦todos estad¨ªsticos, los resultados merecen ser tomados en consideraci¨®n. En mayor medida si se contrastan con los que arrojaron los estudios similares de los mismos autores en 1989 y 1994. Del an¨¢lisis del estudio (en t¨¦rminos de tama?o de la empresa exportadora, organizaci¨®n, disposici¨®n de ventajas gen¨¦ricas asociadas al pa¨ªs, espec¨ªficas de las empresas, selecci¨®n de mercados y formas de penetraci¨®n, estrategias de marketing o participaci¨®n de capital extranjero) se deducen un conjunto de indicios favorables. La progresi¨®n de la propensi¨®n a exportar y el aumento de la proporci¨®n de empresas que venden al exterior son dos de las m¨¢s contundentes expresiones. Una no menor es la influencia determinante que las capacidades organizativas, estrat¨¦gicas y motivacionales ejercen en la intensidad exportadora, frente a los factores del entorno o asociados al pa¨ªs de origen. Conclusi¨®n que nos conduce a plantearnos esa prioridad que William Baumol asigna a la capacidad de las modernas sociedades para generar incentivos que permitan la asignaci¨®n de talentos a esa funci¨®n emprendedora, y la validaci¨®n m¨¢s inmediata de la misma es la competitividad exterior. No otra ser¨¢ la condici¨®n para que en ese entorno crecientemente homog¨¦neo que la UME deparar¨¢, la econom¨ªa espa?ola pueda avanzar en la reducci¨®n de sus divergencias.