Borlaug en Espa?a
Norman E. Borlaug, l¨ªder de la revoluci¨®n verde y Premio Nobel de la Paz en 1970, visita Madrid en estos d¨ªas para ser investido como colegiado de honor del Colegio Oficial de Ingenieros Agr¨®nomos de Centro y Canarias. Aunque su nombre suena a menudo en los medios de comunicaci¨®n y su obra innovadora es de sobra familiar en ¨¢mbitos especializados, su hermosa aventura -su contribuci¨®n humanitaria- no es suficientemente conocida e incluso, en ocasiones, ha sido groseramente desfigurada.Todo comenz¨® hace 55 a?os en M¨¦xico, con un proyecto para la mejora gen¨¦tica del trigo que fue financiado por la Fundaci¨®n Rockefeller y el Gobierno mexicano, proyecto que ser¨ªa el embri¨®n del Centro Internacional para la Mejora del Ma¨ªz y del Trigo (CIMMYT), consolidado en 1996 con los apoyos adicionales de la Fundaci¨®n Ford, el Banco Mundial y los Gobiernos de muchos pa¨ªses desarrollados.
Del CIMMYT salieron los famosos trigos semienanos, de tallo corto y grueso, que, junto con los arroces de ciclo corto, habr¨ªan de revolucionar la producci¨®n de grano en el mundo. As¨ª, entre 1965 y 1985, India, China y otros 30 pa¨ªses en desarrollo pudieron duplicar y triplicar sus producciones de trigo gracias a las variedades de Borlaug y a sus derivadas.
La autosuficiencia alimentaria s¨®lo puede ser desde?ada por los que no han sufrido carencias b¨¢sicas y no es razonable tratar de eclipsar este logro -como se ha hecho- poniendo en primer plano algunos de los problemas que la revoluci¨®n verde ha planteado. En efecto, en algunas regiones se han erosionado modos de vida ancestrales, provocando una migraci¨®n hacia las ciudades, y se ha cambiado la estructura de propiedad de la Tierra. Tambi¨¦n se ha aumentado el consumo de energ¨ªa y de productos qu¨ªmicos, y se est¨¢ ejerciendo una mayor presi¨®n sobre los recursos h¨ªdricos. Sin embargo, se han mejorado la educaci¨®n, las comunicaciones y los servicios. En suma, se ha dado de comer al hambriento y se ha mejorado su nivel de vida, aunque se haya producido una nueva estratificaci¨®n social.
Seg¨²n ha expresado Borlaug, ?frica fue injustamente excluida de la revoluci¨®n verde porque sus suelos pobres y su sequ¨ªa recurrente no permit¨ªan el cultivo de las nuevas variedades. Este continente, o m¨¢s espec¨ªficamente la franja subsahariana, ha sido la ¨²nica regi¨®n del planeta en la que ha disminuido el alimento per c¨¢pita durante la ¨²ltima d¨¦cada. Esta circunstancia le hizo salir en 1986 de su retiro y establecer un vigoroso programa de mejora agron¨®mica en la regi¨®n. Se trata del proyecto Sasakawa Global 2000 (SG2000), financiado por un fil¨¢ntropo japon¨¦s y apoyado por Jimmy Carter.
Dentro de este proyecto se han sembrado entre 350.000 y 400.000 parcelas para la demostraci¨®n de variedades y t¨¦cnicas de mayor rendimiento, lo que ha estimulado la producci¨®n aut¨®ctona. As¨ª, en Etiop¨ªa se pas¨® de producir seis millones de toneladas de grano en la cosecha de 1995 a 11,7 millones en 1997, d¨¢ndose el hecho ins¨®lito de que este pa¨ªs export¨® grano a la vecina Kenia en 1996. Sin embargo, aunque mejoras t¨¦cnicas relativamente simples est¨¢n teniendo un impacto positivo considerable sobre la producci¨®n de alimentos, Borlaug es consciente de que el suelo y el clima, junto con la explosiva situaci¨®n social y pol¨ªtica, limitan en gran medida las posibilidades de progreso en esa regi¨®n africana.
Borlaug propugna la necesidad de transferir con urgencia a estos pa¨ªses las t¨¦cnicas m¨¢s elementales para manejar y conservar el suelo, controlar las malas hierbas y cultivar variedades de mayor rendimiento, y ha declarado recientemente que, a medio plazo, la biotecnolog¨ªa debe tambi¨¦n contribuir a resolver el problema del hambre en el mundo.
En pocas ocasiones se ha dado una conexi¨®n tan ¨ªntima entre la innovaci¨®n tecnol¨®gica y el compromiso con la humanidad, y pocos usos m¨¢s nobles habr¨¢ tenido el paraninfo de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid que el de servir de marco al acto de homenaje a Norman Borlaug. El profesor Mateo Box, decano del Colegio, representa en este acto el sentir de los agr¨®nomos espa?oles en nuestro agradecimiento por las contribuciones y las ense?anzas que debemos a este eminente cient¨ªfico.
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