?Qui¨¦n teme a las primarias?
Del temor al hijo del panadero se dir¨ªa que algunos dirigentes de mi partido han pasado al temor a las elecciones primarias. Esto de que los afiliados voten, y digan lo que les da la democr¨¢tica gana, a las c¨²pulas de los partidos siempre nos plantea alguna duda. Los que dirigimos en pol¨ªtica siempre ansiamos eso que Erich Fromm denomina "una viva necesidad de certidumbre". Y es verdad. La necesidad humana de certidumbre nos hace preferir en ocasiones tomar una decisi¨®n equivocada, y estar seguros de ella, a tomar la decisi¨®n correcta atormentados por la duda.Cuando Joaqu¨ªn Almunia convoc¨® las primarias para elegir el candidato a la Presidencia del Gobierno, poniendo en riesgo lo que ya ten¨ªa, probablemente tambi¨¦n le acometiera la duda. Pero prefiri¨® tomar la decisi¨®n correcta. Los resultados de ese proceso lo han verificado. El dirigente pol¨ªtico muchas veces tiene que elegir, y elegir significa enfrentarse a graves riesgos si se equivoca. Almunia acert¨®. La innovaci¨®n del socialismo moderno se acelera con Borrell.
Es ahora cuando parece que empezamos a apostar por las decisiones equivocadas. Y no por inmadurez de un proceso muy nuevo. El proceso de las primarias est¨¢ perfectamente reglamentado para lo que es: elegir los candidatos o candidatas a la presidencia de todas las comunidades aut¨®nomas y a las principales alcald¨ªas. Esta empresa de I+D, innovaci¨®n y democracia, que el PSOE puso en marcha en el 34? Congreso no hay pacto pol¨ªtico que la pare. Si en cualquier regi¨®n o nacionalidad hay m¨¢s de un candidato, tendr¨¢ que haber primarias. Esto alguien tendr¨ªa que dec¨ªrselo a nuestros queridos amigos de Nueva Izquierda.
Porque lo contrario ser¨ªa romper el principio de legalidad democr¨¢tica. Cuesti¨®n esta que Almunia confirm¨® no consentir en su discurso de clausura del ¨²ltimo congreso. Y por algo mucho m¨¢s importante: los ciudadanos no lo entender¨ªan. ?C¨®mo van a confiar los futuros simpatizantes del PSOE en sus derechos de participaci¨®n si un pacto pol¨ªtico entre c¨²pulas se los cercena autom¨¢ticamente? La apertura y democratizaci¨®n de los partidos no es una broma.
Ya lo dec¨ªa ayer, en un discurso inaugural, Felipe Gonz¨¢lez cuando se desped¨ªa sin previo aviso: "Que no deb¨ªamos poner vetos a los cambios, que hab¨ªa que ser radicales pero reformadores, que deb¨ªamos tener responsabilidad para una nueva etapa". Dec¨ªamos ayer que deb¨ªamos estar abiertos a todos los progresistas porque "integrar siempre es m¨¢s f¨¢cil que lo contrario". Dec¨ªamos ayer que "no es propio pilotar las decisiones colectivas porque s¨®lo indicarlo provocar¨ªa enfrentamientos". En Madrid no s¨®lo se indica qui¨¦n puede ser candidata; ?se pretende adem¨¢s que no se discuta? ?Qui¨¦n teme a las primarias en Madrid?
Muchos hemos entendido que el triunfo de Jos¨¦ Borrell quiz¨¢ se justifica en que ha sido capaz de transmitir que hay un espacio para la rebeld¨ªa; que hay un espacio donde los progresistas no se sienten hipotecados por la acci¨®n del Gobierno anterior; que hay un espacio donde nos encuadramos miles de espa?olas y espa?oles a los que no nos gusta parecernos a la derecha, sino que reivindicamos lo mejor de la izquierda.
La rebeli¨®n permanente de las ideas permite acabar con esa dicotom¨ªa manida de "el bolsillo a la derecha y el coraz¨®n a la izquierda". Porque en ese espacio limitado nos olvidamos de la inteligencia, que est¨¢ en el centro. La rebeli¨®n de las ideas con inteligencia ser¨¢ la mejor izquierda porque estar¨¢ centrada. Y en este espacio, en el que sin duda nos acompa?an millones de progresistas, no caben trampas ni miedos. Alguien tendr¨¢ que decir esto a los amigos de la otra izquierda.
Quienes hacen profesi¨®n de fe demosc¨®pica debieran atender a ese 73% de ciudadanos partidarios de las primarias. Y debieran escuchar a los militantes porque aciertan m¨¢s. La unidad de la izquierda no puede hacerse a costa de la divisi¨®n del PSOE. Y quienes entienden la generosidad como mordaza debieran admitir que dicha virtud no puede ser lapidaria de la ilusi¨®n ciudadana que ha cre¨ªdo en esta innovaci¨®n socialista. Bienvenido sea cualquier acuerdo que permita hacer confluir a las fuerzas progresistas en un proyecto de futuro que sobreviva a cualquiera de nosotros.
Bienvenido sea todo pacto que permita frenar a esta derecha intolerante y rancia que nos gobierna. Pero, si hay que resolver entre pacto o primarias, el resultado tiene que ser, ineludiblemente, primarias.
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