El refer¨¦ndum de Irlanda

El futuro desafi¨® al pasado en Ir landa del Norte... y gan¨®. Alineados de un lado estaban la amargura de una guerra de 30 a?os, los recuerdos y el dolor, que se negaban a marcharse. Alineados del otro, la fatiga por un conflicto f¨²til, la percepci¨®n de que nadie podr¨ªa ganar jam¨¢s la batalla del Ulster y de que lo mejor para las dos comunidades que comparten esa tierra era vivir juntas en ella. De un lado estaban lan Paisley y sus profetas de la cat¨¢strofe, que aullaban un no estridente y largo. Del otro, la que quiz¨¢ fuera la coalici¨®n m¨¢s inveros¨ªmil jam¨¢s formada: el Sinn Fein y los unionistas del Ulster, Bono y un antiguo comisario jefe de Irlanda, Clinton y William Hague, Richard Branson y Balcombe Street, Blair y los presos lealistas de Maze. (...) Por el momento, todos quienes han abierto Irlanda del Norte a este momento de posibilidades merecen un grado u otro de felicitaci¨®n: desde los pol¨ªticos de la provincia a los antiguos paramilitares, del Gobierno irland¨¦s a la Administraci¨®n de Clinton, de John Major a Mo Mowlam. Quiz¨¢ sea Tony Blair quien tenga especiales merecimientos: su presencia durante la ¨²ltima semana dio confianza a los unionistas en un momento en el que se inclinaban peligrosamente a votar no. (...) Sin embargo, el mayor m¨¦rito no corresponde a un pol¨ªtico individual, sino al m¨¢s de un mill¨®n de votantes de Irlanda del Norte, que el viernes dio un salto de fe desde un pasado sangriento a un nuevo futuro. (...)

Lunes, 25 de mayo