El comisario Hierro afirma que la detenci¨®n de Marey fue "muy especial"
"Era una detenci¨®n muy especial", asegur¨® el actual comisario Julio Hierro Moset, en referencia al secuestro de Segundo Marey. Hierro mantiene todav¨ªa hoy que nunca ha participado en un secuestro y que lo que hizo entonces, siguiendo ¨®rdenes de su jefe, Francisco ?lvarez, fue escoltar a "un detenido importante de ETA" y llevar v¨ªveres para ¨¦l y los compa?eros que le custodiaban en una caba?a de Cantabria. "Era una cuesti¨®n de Estado, algo que s¨®lo se me ha dic ho dos veces en mis 30 a?os de servicio", afirm¨®.
Julio Hierro, inspector jefe de un grupo de la Brigada de Informaci¨®n de Bilbao en diciembre de 1983, record¨® ayer ante el tribunal que le juzga por el caso Marey que ¨¦l y su compa?ero Francisco S¨¢iz Oceja fueron llamados al despacho de Miguel Planchuelo, responsable de la brigada. "Nos dijo que esper¨¢semos mientras ¨¦l iba a ver al jefe superior, se?or ?lvarez. Estando all¨ª, vimos pasar a Damborenea [`Ricardo Garc¨ªa Damborenea, entonces secretario general del PSOE de Vizcaya]", dijo Hierro.El jefe superior de Bilbao encomend¨® a sus subordinados esperar en el t¨²nel de Basauri a su compa?ero Jos¨¦ Amedo, "que ven¨ªa con un detenido importante de ETA". Hierro reconoci¨® ayer que a ¨¦l no le pareci¨® "normal", sino "especial", mantener en una caba?a a un detenido en vez de hacerlo en un calabozo policial. "Pero yo, con autorizaci¨®n judicial, he tenido en un piso a un detenido, que fue el que nos llev¨® despu¨¦s hasta la liberaci¨®n del doctor Julio Iglesias Puga", en enero de 1982, en una casa del peque?o pueblo zaragozano de Trasmoz, seg¨²n relat¨® el testigo.
As¨ª que, recordando aquella operaci¨®n, que se sald¨® con el rescate del padre del cantante Julio Iglesias de manos de un comando de ETA, supuestamente Hierro no cuestion¨® las ¨®rdenes. A mayor abundamiento, el jefe superior de Bilbao le hab¨ªa asegurado que se trataba de "una cuesti¨®n de Estado". "Y eso s¨®lo me lo han dicho en dos ocasiones en mis 30 a?os de servicio", afirm¨® el hoy comisario, con lo que dej¨® flotando en el aire de la sala una cierta intriga por saber cu¨¢l fue esa segunda vez en la que alguien apel¨® a una "cuesti¨®n de Estado" para obtener del polic¨ªa una obediencia ciega e incuestionable.
Sin embargo, el fiscal, Jos¨¦ Mar¨ªa Luz¨®n, no mostr¨® la menor curiosidad por saber en qu¨¦ otra ocasi¨®n se reclamaron los servicios de Hierro por una cuesti¨®n de Estado. Cuando uno de los abogados defensores quiso m¨¢s tarde despejar esa duda, el presidente del tribunal, Jos¨¦ Jim¨¦nez Villarejo, declar¨® improcedente la pregunta y orden¨® al acusado que no la respondiera.
Los magistrados, los abogados y el p¨²blico se quedaron sin saber que la otra vez en que se le dio a Hierro una orden apelando a una "cuesti¨®n de Estado" fue en 1974, cuando ¨¦l y otros compa?eros pasaron a Francia para frustrar un plan de ETA destinado a secuestrar en el yate Giralda a don Juan de Borb¨®n, padre del Rey, seg¨²n han informado fuentes policiales.
El fiscal se centr¨® m¨¢s en saber el papel desempe?ado por el polic¨ªa. Cuando ¨¦ste manifest¨® que un d¨ªa de diciembre fue el encargado de conducir hasta las proximidades de la caba?a de Colindres a los comisarios ?lvarez y Planchuelo y al gobernador civil de Vizcaya, Juli¨¢n Sancrist¨®bal, Luz¨®n le pregunt¨®: "?Consider¨® usted normal que un gobernador civil participara en el control de un secuestro?". "Nunca he tenido consciencia de haber participado en un secuestro. Aquello era una detenci¨®n muy especial", se evadi¨® Hierro, que dijo que cre¨ªa que al supuesto etarra se le hab¨ªa aplicado la ley antiterrorista, que permit¨ªa su detenci¨®n durante 10 d¨ªas.
Al tambi¨¦n polic¨ªa Francisco S¨¢iz Oceja no s¨®lo no le extra?¨® tal "despliegue de autoridades" -seg¨²n lo defini¨® el fiscal-, sino que la presencia de Sancrist¨®bal le sirvi¨® incluso para confirmarle que tras aquella operaci¨®n estaba el Gobierno.
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