Una investigaci¨®n descubre nueve ataques bacteriol¨®gicos previos al del gas sar¨ªn en Jap¨®n
Los tribunales japoneses condenaron ayer a cadena perpetua a Ikuo Hayashi, el m¨¦dico de la secta Verdad Suprema que desempe?¨® un papel decisivo en el mortal lanzamiento de gas sar¨ªn en el metro de Tokio en 1995. Al mismo tiempo que se dictaba la primera sentencia contra uno de los 21 miembros de la secta sentados en el banquillo de los acusados, el peri¨®dico estadounidense The New York Times publicaba ayer que ese ataque no fue el ¨²nico. A principios de la d¨¦cada de los noventa, la secta intent¨® asesinar a millones de personas en Jap¨®n con otros nueve ataques bacteriol¨®gicos, algunos cerca de las bases militares de Estados Unidos en aquel pa¨ªs, seg¨²n un miembro de la secta.
Ninguno de los nueve ataques de los que ahora se ha tenido noticia provoc¨® p¨¦rdidas de vidas. Seg¨²n las fuentes consultadas, la Verdad Suprema no pose¨ªa en aquellos momentos g¨¦rmenes lo suficientemente potentes para matar seres humanos. Como consecuencia de ese fracaso, los dirigentes de la secta buscaron virus m¨¢s mort¨ªferos en varias zonas del mundo, incluida ?frica, donde intentaron adquirir el devastador ?bola.Ninguno de los ataques bacteriol¨®gicos que la secta perpetr¨® antes que el del gas sar¨ªn en el metro de Tokio fue detectado por la polic¨ªa. Tan s¨®lo se ha tenido constancia de ellos tras las investigaciones que las autoridades japonesas est¨¢n llevando a cabo sobre la secta.
Pero un estudio sobre los testimonios y confesiones de miembros de la secta, as¨ª como entrevistas con autoridades japonesas y de EE UU, han puesto de manifiesto que hubo m¨¢s ataques que el ocurrido en el metro de Tokio.
Con la esperanza de provocar una guerra apocal¨ªptica, el grupo esparci¨® microbios nocivos y bacterias t¨®xicas desde tejados y convoyes de camiones. Los miembros de la secta han testificado que entre los objetivos elegidos se encontraba el Parlamento japon¨¦s, el Palacio Imperial y los alrededores de la ciudad de Yokosuka, donde se halla el cuartel general de la S¨¦ptima Flota de Estados Unidos. ?ste ser¨ªa el primer ataque bacteriol¨®gicos que se habr¨ªan realizado contra territorio de Estados Unidos.
Para las autoridades norteamericanas a cargo de construir la defensa nacional contra el terrorismo bacteriol¨®gico, la noticia de que hubo otros ataques puede tener aspectos positivos. Sugiere que tales ataques podr¨ªan ser m¨¢s dif¨ªciles de reali- zar de lo que muchos pensaron, a la vez que muestra que los Gobiernos podr¨ªan encontrar los instrumentos necesarios para hacerlos cada vez m¨¢s dif¨ªciles.
Tras cinco a?os de esfuerzo por parte de la secta Verdad Suprema por intentar sembrar el terror y la muerte con virus mortales, los responsables estadounidenses hab¨ªan concluido que la guerra bacteriol¨®gica est¨¢ al alcance de cualquier extremista que cuente con la infraestructura cient¨ªfica necesaria.
Ante la perspectiva de tal amenaza, el presidente de EE UU, Bill Clinton, anunci¨® el pasado viernes una serie de medidas para potenciar la defensa contra la guerra bacteriol¨®gica. Entre estas medidas se encuentra almacenar vacunas y antibi¨®ticos.
La Verdad Suprema irrumpi¨® en los titulares en 1995 cuando lanz¨® el gas t¨®xico en el metro de Tokio que provoc¨® la muerte a una docena de personas e hiri¨® a miles. Sin embargo, todo el trabajo bacteriol¨®gico que estaban llevando a cabo, que era mucho m¨¢s devastador que el del metro, apenas fue mencionado.
Puede que nunca se lleguen a conocer todas y cada una de las mortales actividades de la secta japonesa. Porque las autoridades niponas s¨®lo supieron de la existencia de esos g¨¦rmenes cuando los ataques ya hab¨ªan sucedido y las pruebas hab¨ªan sido destruidas.
Ayer, Ikuo Hayashi fue el primer miembro de la secta condenado a cadena perpetua por el atentado. Este m¨¦dico de 51 a?os fue uno de los m¨¢ximos dirigentes de la secta y ha escapado a la pena de muerte por la colaboraci¨®n prestada a la polic¨ªa para resolver la cadena de delitos perpretados por los fan¨¢ticos y seguidores de la secta fundada por el visionario gur¨² Shoko Asahara.
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