La defensora de la libertad
Homenaje p¨®stumo a Victoria Kent, la primera mujer que virti¨® toga y humaniz¨® las c¨¢rceles
Victoria Kent, infantigable luchadora por la igualdad de la mujer y por la dignidad de los presos, recibi¨® ayer un c¨¢lido homenaje p¨®stumo en el Colegio de Abogados de Madrid con motivo del centenario de su nacimiento. El acto, enmarcado dentro de la campa?a La Mujer y el 98, que promueve la Direcci¨®n General de la Mujer de la Comunidad de Madrid, congreg¨® en el colegio madrile?o de la calle de Serrano a un centenar de personas que quer¨ªan rendir tributo a la primera mujer de Espa?a que visti¨® la toga de abogada y, sobre todo, a la gran humanizadora de las c¨¢rceles espa?olas durante el periodo de la Segunda Rep¨²blica.La consejera de Sanidad, Rosa Posada, destac¨® de Kent "su constante lucha para la integraci¨®n de la mujer en la sociedad". El decano del Colegio de Abogados de Madrid, Luis Mart¨ª Mingarro, se congratul¨® de contar entre sus afiliados con la primera mujer que se sent¨® en el estrado del Tribunal Supremo. "Fue una mujer brava, que irradiaba fuerza a otras mujeres", se?al¨® ayer Mar¨ªa Telo N¨²?ez, abogada y amiga de Kent.
La biograf¨ªa de Kent, malague?a nacida en marzo de 1898, es profusa en actos humanitarios y destaca por su f¨¦rrea defensa feminista en una ¨¦poca en que el papel de la mujer quedaba relegado a tareas dom¨¦sticas. De ni?a, no quiso ir a la escuela y fue su madre quien la ense?¨® a leer. Kent perteneci¨® al partido del ex presidente Manuel Aza?a (Izquierda Republicana) y se hizo cargo de la Direcci¨®n general de Instituciones Penitenciarias por encargo de Alcal¨¢ Zamora. Desempe?¨® ese puesto entre 1931 y 1934, cuando dimiti¨® al ver de-sautorizadas algunas de sus reformas penitenciarias.
Su primera decisi¨®n como m¨¢xima responsable de las entonces herrumbrosas c¨¢rceles espa?olas fue retirar los grilletes de las celdas de castigo. Tambi¨¦n instaur¨® los permisos a los presos, "para que estuvieran con sus familias de vez en cuando", dec¨ªa. Les dejaba salir algunos fines de semana bajo la promesa de regresar. Sus medidas, elogiadas y criticadas, chocaron con la alta sociedad de la ¨¦poca. Antes de exiliarse en Francia, en 1939, tras los devastadores a?os de la Guerra Civil, cre¨® refugios para ni?os. Su etapa en la naci¨®n vecina en el momento en que estaba invadida por los nazis (que la persiguieron sin tregua) tampoco fue f¨¢cil: vivi¨® cuatro a?os escondida de la Gestapo en un piso de Par¨ªs.
Luego huy¨® a M¨¦xico, donde imparti¨® clases de derecho penal en una universidad. Y m¨¢s tarde residi¨® en Estados Unidos, donde la ONU la nombr¨® asesora en asuntos penitenciarios.
Esta mujer, llena de ideas y humanismo, regres¨® a Espa?a tras la ca¨ªda del dictador Franco pero su muerte acaeci¨® en Nueva York, en septiembre de 1987, a la edad de 90 a?os.
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