"El cine es entender otros mundos"
Un curso dirigido a estudiantes de la facultad de Ciencias de la Educaci¨®n de M¨¢laga abre su participaci¨®n en el I Festival de Cine Espa?ol de M¨¢laga, donde, con la publicaci¨®n de un complet¨ªsimo estudio sobre su filmograf¨ªa (Secretos de la elocuencia, editado conjuntamente por el Festival, la Filmoteca vasca y Cajavital) y la proyecci¨®n de una retrospectiva completa de su filmograf¨ªa, se homenajea a uno de los realizadores espa?oles m¨¢s internacionales: Montxo Armend¨¢riz (Olleta, Navarra, 1949). Pregunta. A casi todo el mundo se le homenajea cuando est¨¢ a punto de moribundia. No parece su caso... Respuesta. Me entra la sensaci¨®n de que estoy un poco en el jubileo y yo espero seguir trabajando. Siempre es agradable un reconocimiento. Ahora me ha tocado a m¨ª pasar por el div¨¢n del siquiatra y revisar todo el planteamiento desde mis inicios. P. Su obra trasluce una mirada rara en el cine espa?ol, entre antropol¨®gica y moralizante que no prejuzga. Una mixtura entre el John Ford de Las uvas de la ira o El hombre tranquilo, Eric Rohmer, los documenalistas hist¨®ricos y Frank Cappra. R. S¨ª, s¨ª, est¨¢ bien visto. Pero yo he llegado al cine porque me gustaba y era una forma de entender la vida, no porque lo estudiara. El cine era contactar con la realidad y entender otros mundos y contar las historias que te preocupan como persona humana. De ah¨ª esa mirada antropol¨®gica que relata las vivencias de unas personas que se enfrentan a la vida y tratan de sobrevivir, disfrutarla, aguantarla y aprender de ella. P. M¨¢s all¨¢ de las tem¨¢ticas concretas, en sus pel¨ªculas (Tasio, Secretos del coraz¨®n, Las cartas de Alou, 27 horas e Historias del Kronen) se percibe un sutil alegato a favor del aprendizaje emocional, donde el que ense?a sabe ponerse en el lugar del otro. ?se es tambi¨¦n un mensaje en favor de la tolerancia. R. Mi paso por la ense?anza me marc¨® y me plante¨¦ que no quer¨ªa ense?ar sino que los alumnos aprendieran a aprender. Ofrecer las claves para que uno pueda analizar las situaciones y usarlas para aprender me parece fundamental en el desarrollo de la persona humana y en el comportamiento democr¨¢tico de una sociedad: respetar al otro y decirle lo que piensas para que pueda cambiar su actitud sin decirle qu¨¦ o c¨®mo tiene que hacer las cosas. En las pel¨ªculas me ha costado no pronunciarme a favor o en contra de un personaje determinado, pero he elegido que la gente se defina. P. La gente tiene una imagen rural de usted, por sus pel¨ªculas y su aspecto. Sin embargo, usted es un urbanita irredento. R. Quien me conoce se asombra de esa idea porque sabe que cierro bares, vivo en Madrid, soy nocturno e internauta. Yo hac¨ªa los primeros ¨®rganos de luces sicod¨¦licas para discotecas y las primeras tragaperras de marcianitos... Para m¨ª los ordenadores no son algo nuevo. Pienso que los avances tecnol¨®gicos, televisi¨®n o Internet, sirven para fomentar la comunicaci¨®n humana bien utilizados; en cambio mal utilizados, como suele hacerse para todo lo contrario: romper relaciones. P. ?Se mira igual despu¨¦s de los Goyas y los Oscar? R. No lo s¨¦ porque no he conseguido ponerme detr¨¢s de la c¨¢mara, que es lo que estoy deseando . Yo sigo mirando el cine exactamente igual e ilusionandome por contar las mismas historias que me hicieron entrar en el cine. P. ?A qu¨¦ responde la gran expectaci¨®n creada por este festival de Cine Espa?ol de M¨¢laga? R. El festival tiene una caracter¨ªstica que era muy necesaria: crear una plataforma del cine espa?ol al exterior y sobre todo un lugar de encuentro de la gente del cine, que estamos muy diseminados, cada cual trabajando en su parcela con pocas oportunidades para coincidir. P. ?C¨®mo analiza que el apoyo ministerial al cine espa?ol se centre casi exclusivamente en los j¨®venes? R. Apoyar a los j¨®venes es absolutamente necesario, porque tienen derecho, porque dinamiza la industria del cine y porque hay que saber qu¨¦ cosas quieren contar. Lo que est¨¢ por hacer es una pol¨ªtica cultural cinematogr¨¢fica que entienda que el cine forma parte de nuestra cultura igual que la m¨²sica, las artes pl¨¢sticas o la literatura, m¨¢s all¨¢ de subvenciones y ayudas. Es absurdo hablar de libertad de mercado cuando no se tienen las mismas condiciones que el cine americano. P. J¨®venes y ni?os suelen ser objetos habituales de su inter¨¦s. ?es melancol¨ªa de una ¨¦poca perdida? R. Yo nunca miro al pasado de manera melanc¨®lica. En todo caso lo utilizo para extraer ense?anzas sobre lo que es el presente y puede ser el futuro. Desde el presente es dif¨ªcil ser objetivo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.