El¨ªas Querejeta recibe el homenaje del cine espa?ol al cumplir 35 a?os como productor
El cineasta, premiado por la Academia, afirma que ?el arte debe ser subversivo?
Hace 35 a?os que El¨ªas Querejeta dej¨® de ser director y guionista de cortometrajes y se hizo productor. Aquella decisi¨®n, que supon¨ªa ponerse a luchar cuerpo a cuerpo con la f¨¦rrea censura franquista, acab¨® convirtiendo al fino ex interior de la Real Sociedad en una figura crucial para la cultura espa?ola. Tras marcar su c¨¦lebre (algunos dicen que ¨²nico) gol al Real Madrid, Querejeta se dedic¨® a descubrir el talento de sus amigos (Saura, Erice, Guti¨¦rrez Arag¨®n, Franco, Ch¨¢varri...), y a crear con ellos un cine distinto, pol¨ªticamente incorrecto, europeo y moderno. ?No me considero un productor pol¨ªtico, pero el buen cine, como el buen arte, debe ser ¨¦tica y est¨¦ticamente subversivo. De todas formas, lo m¨¢s importante es poder disfrutar con lo que haces?.
, Desde que fund¨® El¨ªas Querejeta Producciones Cinematogr¨¢ficas, este hombre cordial y astuto ha producido unos 70 t¨ªtulos y recibido innumerables premios. La Academia del Cine y las Artes Cinematogr¨¢ficas se sum¨® ayer a esta lista con la Medalla de Oro, un reconocimiento recibido ya por Francisco Rabal y Sara Montiel.Viendo su despacho madrile?o (el mismo en el que empez¨® en este negocio), lleno de libros y de fotos de Juan Benet y de la Real campeona de Liga, pero vac¨ªo de chapas y honores, resulta dif¨ªcil adivinar qu¨¦ har¨¢ Querejeta con la medalla. Al fin y al cabo, su imagen p¨²blica ha estado siempre mucho m¨¢s cerca de la bohemia deportiva, pol¨ªtica y art¨ªstica que de la competici¨®n.
Querejeta abandon¨® el f¨²tbol en pleno estrellato, a los 24 a?os y, a base de constancia y de olfato -defini¨® una vez su forma de producir como una mezcla del f¨²tbol de Bakero y la m¨²sica de Sch?nberg-, fue capaz de combinar su romanticismo y su radicalidad con una habil¨ªsima capacidad para sortear obst¨¢culos, censuras y encontrar dinero, como demostr¨® ya en 1961 cuando convirti¨® a la plantilla de la Real Sociedad en socio capitalista de su primera empresa cinematogr¨¢fica, Laponia Films.
?xitos
?En los primeros a?os fueron decisivos los ¨¦xitos internacionales. Quiz¨¢s yo tuve la habilidad de instrumentalizar esos premios, pero el m¨¦rito no era s¨®lo m¨ªo. Era de todos. Los directores, los t¨¦cnicos y los actores conoc¨ªan muy bien los riesgos de hacer aquel tipo de cine. Todos eran, y ahora se puede usar la palabra con exactitud, muy solidarios?.A lo largo de aquel tiempo que califica de ominoso y penoso, Querejeta fue poniendo t¨ªtulos en la historia del cine espa?ol. La caza, Peppermint frapp¨¦, La prima Ang¨¦lica o Cr¨ªa Cuervos (cuatro de las 13 que ha hecho en colaboraci¨®n con Carlos Saura); El desencanto, con Jaime Ch¨¢varri; El esp¨ªritu de la colmena, con V¨ªctor Erice; Pascual Duarte, con Ricardo Franco; Habla, mudita, con Guti¨¦rrez Arag¨®n...
Luego llegaron otros directores, como Montxo Armend¨¢riz (Tasio, 27 horas...), su hija Gracia (El viaje de Robert Rylands) o Fernando Le¨®n (Familia) ... Pero quedaba su sello, un estilo m¨¢s basado en la calidad que en el espect¨¢culo y m¨¢s dirigido a las minor¨ªas inquietas que al gran p¨²blico que devora ¨ªdolos y palomitas. Un cine hecho ?entre amigos, porque as¨ª es m¨¢s f¨¢cil discutir con ellos y participar en los guiones?.
Querejeta cree que esa colaboraci¨®n es hoy distinta (?las nuevas generaciones vienen muy armadas intelectualmente?) pero en absoluto a?ora los viejos tiempos: ?Para nada. Todav¨ªa existe el mismo esp¨ªritu solidario, y entonces los riesgos eran tremendos. Parecer¨¢ un chiste, pero en mi primera visita a la Junta de la Censura, por un corto que hice con Antxon Eceiza, el jefe m¨¢ximo me dijo: 'Si quiere usted seguir discutiendo, pasamos a la Direcci¨®n General de Seguridad'. A lo que a?adi¨®: 'Ante provocaciones como ¨¦sta, la Junta no solamente no se inhibir¨¢, sino que, si es preciso, se echar¨¢ a la calle?.
Por aquellos d¨ªas, el f¨²tbol hab¨ªa quedado atr¨¢s. Querejeta colg¨® las botas ?aburrido de los entrenamientos?, aquejado de una especie de lesi¨®n existencial. ?Era un jugador raro, entre m¨ªstico y disperso. Los compa?eros dicen que s¨®lo jugaba cuando me daba el aire. Y a pesar de todo, lo que sobre todo soy es un ex jugador de la Real. Todav¨ªa hoy, cuando voy al Festival de San Sebasti¨¢n, oigo a alg¨²n padre que le dice a su hijo: ?Mira, ¨¦se es Querejeta, el que meti¨® el gol al Madrid en la porter¨ªa del Mercado de frutas?.
Ahora acaba de fundir sus dos pasiones en la televisi¨®n en coproducci¨®n con Canal +: una serie de 22 cap¨ªtulos titulada El partido del siglo, que presenta a once m¨ªticos futbolistas americanos y once europeos. La serie se suma a un programa ya emitido (Primarias) y a otro que est¨¢ rod¨¢ndose, Do?ana. Pero su llegada a la televisi¨®n, un intento de ?crear nuevos formatos? que le mantiene totalmente apasionado, es tambi¨¦n un s¨ªntoma de la incertidumbre que vive el cine espa?ol. ?Todos estamos deseando que acabe ya la llamada guerra medi¨¢tica y el mercado se normalice. Ahora est¨¢ descabalado. Y eso es intolerable?.
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