El El¨ªseo niega que vaya a proteger a Jupp¨¦ de los esc¨¢ndalos

El El¨ªseo neg¨® ayer formalmente que la Presidencia de la rep¨²blica haya constituido una ?c¨¦lula de crisis? en previsi¨®n de que el anterior primer ministro Alain Jupp¨¦ sea implicado judicialmente en la creaci¨®n de ?empleos ficticios? en la alcald¨ªa de Par¨ªs. Seg¨²n el diario Le Monde, esa ?c¨¦lula de crisis? dirigida por el secretario general de la Presidencia, Dominique Villepin, ha sido creada con el objetivo de ?proteger? a Alain Jupp¨¦ de la investigaci¨®n sobre la financiaci¨®n ilegal del RPR emprendida por el juez Patrick Desmure. El vespertino franc¨¦s fundamenta la noticia en las declaraciones de un diputado del RPR, mantenido en el anonimato, que asegura que de lo que se trata con la creaci¨®n de la ?c¨¦lula de crisis? del El¨ªseo ?es ni m¨¢s ni menos que de establecer en torno a Alain Jupp¨¦ un cord¨®n sanitario? que le preserve tanto de las pesquisas judiciales como de la acusaciones pol¨ªticas.La direcci¨®n de Le Monde indic¨® a media tarde que, pese al desmentido formal de la Presidencia, mantiene la noticia en todos sus t¨¦rminos. Tambi¨¦n Jupp¨¦ sali¨® al paso de la informaci¨®n con un comunicado en el que denuncia ?la evidente presi¨®n pol¨ªtica y medi¨¢tica dirigida a influir en la justicia y a perturbar su serenidad?, pero no niega, al menos expresamente, que el El¨ªseo haya asumido su ?protecci¨®n?. El ex primer ministro fue secretario general del RPR entre 1988 y 1995 y adjunto a la alcald¨ªa de Par¨ªs encargado de las finanzas entre 1983 y 1995, periodo en el que el alcalde de Par¨ªs era el hoy presidente Jacques Chirac.

La posici¨®n de Alain Jupp¨¦ est¨¢ pues doblemente amenazada en la medida en que a su responsabilidad como secretario general del RPR, el partido de Chirac, se suma la derivada del puesto de encargado de finanzas que desempe?¨® en un momento en el que, seg¨²n determinados testimonios judiciales, la alcald¨ªa de Par¨ªs lleg¨® a crear a cargo del presupuesto municipal unos 300 ?empleos ficticios?. Estos contratos de los que se beneficiaron amigos, familiares y cuadros del partido que hab¨ªan perdido sus cargos institucionales en las elecciones costaron anualmente a los contribuyentes de la capital una cifra estimada en 2.500 millones de pesetas.