El TDK sigue en estado de gracia
Los manresanos dieron la sorpresa al imponerse al Tau en su cancha
Prejuicios fuera. TDK y Tau demostraron que sin experiencia anterior, sin el seguimiento que conlleva la presencia de otros equipos de mayor fama y dinero, a la hora de la verdad, cuando el inter¨¦s se centra ¨²nicamente en el baloncesto, son capaces de saciar las apetencias m¨¢s exigentes. No han esperado a que la serie se caliente con el paso de los partidos. A la primera oportunidad brindaron un encuentro soberbio, trepidante en su primera parte, inteligente en su segunda y con el siempre necesario colof¨®n de la emoci¨®n que da la incertidumbre. Al final el primer gato se lo llev¨® el TDK al agua por su mejor disposici¨®n en la pr¨®rroga a la que lleg¨® tocado f¨ªsicamente, con jugadores importantes en el banquillo por cinco faltas pero con la misma claridad de ideas que le ha colocado en esta final.El partido arranc¨® desbocado, contradiciendo la fama de ambos contendientes. Ninguno de los dos quiso dar un paso atr¨¢s y aceptaron el reto de jugar de forma vibrante, sin ningun complejo ni miedo impuesto por la importancia del evento. El TDK mandaba ligeramente gracias a su habitual t¨¢ctica de empezar a construir sus victorias por abajo, o sea, por los pivots. La pareja Sallier-Alston es un fil¨®n, y a ellos llegaban casi todos los balones. Su trabajo no acababa con los lanzamientos, sino que cargaban el rebote con efectividad, hasta el punto de que en los primeros seis minutos ya hab¨ªan logrado capturar seis rebotes ofensivos que ten¨ªan su reflejo en el marcador (11-16).
El Tau encontr¨® respuesta tambi¨¦n en esa zona con la aportaci¨®n de Scott, que aprovechando su mayor tonelaje equilibr¨® las maniobras (25-26, minuto 12). Entonces sali¨® Abad. En otro baloncesto, con otra mentalidad, seguramente con otros entrenadores, la carrera de Abad hubiese tenido m¨¢s brillo. Pero lo que no admite duda es que Abad es un jugador con talento. Su entendimiento con Millera otorg¨® al Tau la mejor posici¨®n que goz¨® en todo el partido e hizo tambalearse al TDK (50-37, minuto 19).
La mayor frescura del Tau fue decisiva, ya que mientras todos sus jugadores encontraban minutos de descanso en el banquillo, la pareja Alston-Sallier deb¨ªa permanecer en cancha.
Pero si algo tiene el TDK que no conoce igual en la toda la Liga es su capacidad de concentraci¨®n. El Tau la perdi¨® en el descanso, quiz¨¢s llevado por la euforia de sus magn¨ªficos ¨²ltimos minutos. Cuando se dio cuenta, el TDK le hab¨ªa metido un parcial de 13-0 y el Tau fue por primera vez consciente de lo que le iba a costar doblegar a los manresanos. Su ataque empez¨® a dar s¨ªntomas preocupantes. Los tiradores no encontraban posiciones, los pivots no ten¨ªan espacio para jugar y su ¨²ltimo recurso, el aclarado para el base, era contrarrestado por el TDK coloc¨¢ndose en zona 1-2-2, en una gran maniobra t¨¢ctica. Entre lo que hac¨ªan Sallier, Alston y en cuanto le daban un metro Creus, y por el otro lado el festival Abad, se lleg¨® a la definici¨®n (73-72 minuto 37). Nadie err¨® hasta que Beric, a falta de 18 segundos y cuando buscaba la canasta definitiva (77-78) para el Tau, perdi¨® el bal¨®n. Creus es objeto de falta que no falla (77-80) . Inteligentemente no permite un tiro de tres obligando a Bennet a ir a la l¨ªnea. El partido era del TDK, pero quedaban sorpresas. El base norteamericano mete la primera pero falla la segunda. Barullo tremendo hasta que le llega el bal¨®n a Abad. Canasta y personal. 80-80 y tiro libre. Abad tiene el partido en su mano pero comete su ¨²nico error. Y pr¨®rroga. A pesar de haber vuelto a la vida, el Tau estaba herido de muerte como se demostr¨® en ella. Tres puntos en cinco minutos son demasiado poco para un TDK en estado de gracia.
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