Crist¨®bal Halffter: ?Me siento un poco quijote?
La Expo 98 de Lisboa estrena una parte de la primera ¨®pera del compositor
El m¨²sico madrile?o Crist¨®bal Halffter confiesa, a sus 68 a?os, estar en avanzado estado de gestaci¨®n. La criatura que ver¨¢ la luz en el Teatro Real en febrero del a?o 2000, por encargo de Caja Duero, ser¨¢ la primera ¨®pera del compositor: Don Quijote. El primer fragmento de la obra, titulado por el autor La del alba ser¨ªa -en un particular homenaje al castellano del libro cervantino- ser¨¢ estrenado hoy en la Expo de Lisboa, con motivo del d¨ªa de Castilla y Le¨®n. ?Me siento un poco quijote, sigo luchando por unos ideales que est¨¢n por encima del materialismo?, declara.
Esta primera parte de la ¨®pera Don Quijote, el ¨²nico estreno musical espa?ol en la Expo, ser¨¢ interpretada por la Orquesta Sinf¨®nica de Castilla y Le¨®n, los coros de las universidades de Salamanca y Le¨®n, dos sopranos y un bar¨ªtono, bajo la batuta de Pedro Halffter Caro. Al estreno de esta noche, en el Centro Cultural de Bel¨¦m, asistir¨¢n el ministro de Defensa, Eduardo Serra; el presidente de la Junta de Castilla y Le¨®n, Juan Jos¨¦ Lucas; el secretario de Estado de Cultura, Miguel ?ngel Cort¨¦s, y el ex presidente portugu¨¦s Mario Soares.El mito creado por Cervantes tiene para el m¨²sico infinidad de connotaciones ¨¦ticas y est¨¦ticas; entre ellas, la vigencia de la utop¨ªa y el elogio de la locura erasmista. ?Si el siglo XX nos ha proporcionado a una gran mayor¨ªa el bienestar, Don Quijote y su utop¨ªa nos invitan al bienser?, se?ala. La del alba ser¨ªa supone el arranque de la ¨®pera, donde el personaje central es Cervantes, el h¨¦roe, que se ve incitado a escribir, fecundado por Dulcinea y Aldonza.
El fragmento (dos quintas partes de la composici¨®n), que finaliza justo cuando va a salir Don Quijote a escena, representa ?la creaci¨®n del mito en un determinado momento hist¨®rico, impensable en el sigloXIII y en el XIX, en el que el autor se encuentra aislado y rechazado por la sociedad de su tiempo?.
Para Halffter, el haber confundido durante a?os al h¨¦roe y al mito es la consecuencia de que El Quijote haya sido tan mal interpretado. ?Don Quijote no es un personaje bufo, ni grotesco, ni c¨®mico, ni un loco que lucha por cosas absurdas e imposibles y que vive en un mundo de falsas imaginaciones, ridiculizando lo heroico. La obra es un libro autobiogr¨¢fico, en el que Cervantes pretende criticar ferozmente la Espa?a en la que vive movido por sus circunstancias personales, sociales y geogr¨¢ficas. Los molinos son la Inquisici¨®n, la justicia del momento. ?sta es la visi¨®n de Am¨¦rico Castro, de Unamuno, de Ortega, con la que estoy absolutamente de acuerdo?.
Para el m¨²sico, la lucha de Cervantes por la utop¨ªa tiene plena vigencia. Se pregunta, con cierto desconcierto, qu¨¦ es la realidad, ?la que nos intentan imponer desde los medios de comunicaci¨®n o la que vemos. ?Por qu¨¦ a veces Sadam Husein es un criminal y otras veces un h¨¦roe? Hace tres siglos hab¨ªa una masa de analfabetos y ahora hay una masa alfabetizada, pero dominada por las creencias de los grandes medios de comunicaci¨®n. Gandhi, Luther King, Bertrand Russell y el padre Ellacur¨ªa fueron tambi¨¦n quijotes...?.
Halffter se considera a s¨ª mismo un poco quijote del siglo XX: ?Lucho por unos ideales que est¨¢n por encima del materialismo. Crear un cosmos no real, algo m¨¢gico, es utop¨ªa, y yo la creo con los sonidos?. A lo largo de su carrera musical, Halffter ha mostrado con sonidos y silencios el respeto por la dignidad humana. Las eleg¨ªas a la muerte de tres poetas espa?oles (Machado, Hern¨¢ndez y Lorca), escritas durante el franquismo, obra que no pudo estrenarse hasta 1977, representan una intensificaci¨®n de la violencia; el exilio, la c¨¢rcel y la sangre. Tambi¨¦n el R¨¦quiem por la libertad imaginada gira sobre estos par¨¢metros. Lo verdaderamente ?lamentable? e ?inamovible? para el compositor es la dictadura de la masa, que tiene un gusto ?banal?.
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